Con el partido de hockey hielo masculino por la medalla de oro disputado ayer domingo (Canadá 3 – USA 2) se dio el cierre a las competiciones olímpicas en Vancouver y, lógicamente, también se acabaron las crónicas, con las que nuestro amigo Moisés Molina nos ha hecho sentir como si estuviéramos en el mismísimo Canadá Hockey Place.
Os puedo asegurar que cuando recibí su primera crónica me entró un ligero escalofrió, pensando en la posibilidad que desde este blog se pudiera ofrecer información desde el centro de la acción. Y así ha sido, algo solo al alcance de unos pocos.
En definitiva, esto intenta ser un agradecimiento a Moisés Molina, a su trabajo desde Vancouver y a su atención para con Contra la Tanca. Creo que una buena manera de finalizarlo, es recordando las frases que cerraban su última crónica:
“El hockey hielo visto aquí en estas dos semanas ha sido un monumento a este deporte. Un deporte dicho sea de paso, a menudo muy maltratado. Esperemos que el partido de hoy haya servido para cambiar ciertos estereotipos dentro de nuestra prensa deportiva. Lo deseamos de verdad”.
Un servidor, desde el escepticismo, las suscribe al 100%.
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