Revista Cine

Vapor, de Max

Publicado el 05 diciembre 2012 por Juancarbar
Vapor, de Max

20121205-092800.jpg

Reconozco que no conocía la obra de Max. A lo mejor a vosotros os suena a sacrilegio, pero no tenía ni idea de quién es. Soy lector habitual de cómics, pero nunca me había cruzado con sus tebeos. En cuanto me informé un poco sobre él gracias a San Google, descubrí que es una suerte de celebridad. Premio Nacional de Cómic 2007, chorrocientos tebeos publicados, personajes carismáticos, blogs enteros que hablan de él, difusión… probablemente ya os lo sabéis.

Por eso mismo tengo sentimientos encontrados con Vapor, su último cómic.

Veamos. Vapor trata sobre Nicodemo, un tipo corriente que decide retirarse a un paraje desértico y convertirse en un anacoreta, al más puro estilo del Simón de Buñuel pero sin columna. Y como al Simón de Buñuel, pronto empezarán a asaltarle todo tipo de alucinaciones y visiones que le harán plantearse si su decisión ha sido correcta. La mayoría de sus encuentros le tentarán con agua, comida, sexo, compañía o simplemente con volver al mundo “civilizado”. Nicodemo irá venciendo cada tentación y superando los encuentros cada vez menos seguro de estar en el lugar correcto. Finalmente se encontrará con Vapor, una suerte de personificación divina que querrá llevarle consigo al paraíso después de haber alcanzado la iluminación. Nicodemo, que a estas alturas ya no se fía ni un pelo de lo que ven sus ojos, despachará a Vapor como si fuera una alucinación más, y se quedará en el desierto hasta desaparecer en él.

Pues bueno. Pues vale. Pues me alegro. Algo tendrá el agua cuando la bendicen y algo tendrá Max cuando le dan tantos premios, pero si os tengo que decir la verdad, Vapor me ha dejado frío, frío. Entiendo las tribulaciones de Nicodemo, entiendo el esquema que plantea Max en cuanto a enfrentarse con sus demonios interiores. Demonios, creo que entiendo incluso las crípticas escenas en sueños de Nicodemo (sobre todo porque una está explicada y mascadita a continuación).

Lo que no entiendo es el por qué de todo. Perdón si me pongo filosófico, a lo mejor se me ha pegado del mismo Nicodemo, pero no veo el motivo de Vapor. Un ermitaño que se enfrenta a diferentes tentaciones hasta que pierde todo el sentido la búsqueda de la iluminación. O no. Uno tampoco está seguro, porque el fin último de Nicodemo es desaparecer después de rechazarlo todo.

Chico, qué quieres que te diga, a lo mejor lo bueno de Max es el dibujo. Veo justificado su minimalismo, pero tampoco lo veo suficiente como para La Cúpula le saque un tomo de ciento y pico de páginas donde básicamente se muestra a un personaje en diferentes posturas hablando solo.

.< />

20121205-092823.jpg

Y ahí están mis sentimientos encontrados. Vapor es uno de esos cómics que me hacen sentir tonto, porque no lo pillo. Simplemente no lo pillo. Creo que hay cosas mejores que hacer que invertir tiempo en leerse Vapor, pero al mismo tiempo tengo una vocecita en la cabeza que me está diciendo que me estoy perdiendo algo, que este cómic y este artista tienen algo que decir. Todavía no sé a cuál de las dos voces hacerle caso, pero me sigue dando la impresión de que las bajonas y subidones de Nicodemo le interesan al propio Max y a los incondicionales que le hayan brotado del sobaco después de ganar el Premio Nacional de Cómic.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas