Revista Cultura y Ocio

Vargas Llosa y Savater, apocalípticamente integrados por WikiLeaks

Publicado el 17 enero 2011 por Noblejas

Me resulta incómodo lo leído ayer en El País, escrito por Mario Vargas Llosa sobre WikiLeaks (Lo privado y lo público), tomando pie y elogio -como poniendo las manos por delante- en lo publicado el mes pasado en Tiempo por Fernando Savater (Transparentes abusos), también sobre WikiLeaks.

Sin pretender ni por un momento polemizar inútilmente con semejantes portaaviones de opinión beligerante, puedo leer que Savater explica (con el didactismo con que cuenta a Amador qué es la ética), que:

"Hay dos tipos de transparencia, la de gestión y la de opinión o deliberación. La primera es imprescindible en democracia: queremos saber a qué destinan los gobernantes nuestros impuestos, cómo defienden nuestras garantías y derechos, cuál es la justificación de sus decisiones políticas, etc...; la segunda es una agresión totalitaria contra el buen funcionamiento de las instituciones y la privacidad de las personas, ocupen cargos públicos o sean simples particulares."

Pues bien, no cuesta imaginar que para Savater, en esta especie de apocalipsis bipolar, juicio final de salvados y condenados intramundanos, Lassange y Wikileaks se encuentran en el segundo polo en este esquema simplificado o modo maniqueísta de hablar de la transparencia. Es decir, que para Savater, Wikileaks no tiene que ver con en el primer tipo de transparencia.

No sé si diciendo ésto me convierto sin más en un estúpido que no ha entendido nada, o en un acérrimo defensor de la transparencia a ultranza total y universal, tras la cual no termina habiendo nada que ver... En todo caso, me da la impresión de que a Savater, quizá, se le ha ido un poco la mano en sus apreciaciones.

Vargas Llosa entra en el territorio maximalista marcado por Savater, con declaraciones que -con perdón- están más al alcance de un bachiller mediano que de un elegante Nobel de literatura, afirmando con énfasis que está muy mal el "exhibicionismo informativo", en las antípodas de la libertad de expresión, en el mismo escenario apocalíptico:

Ninguna democracia podría funcionar si desapareciera la confidencialidad de las comunicaciones entre funcionarios y autoridades ni tendría consistencia ninguna forma de política en los campos de la diplomacia, la defensa, la seguridad, el orden público y hasta la economía si los procesos que determinan esas políticas fueron expuestos totalmente a la luz pública en todas sus instancias. El resultado de semejante exhibicionismo informativo sería la parálisis de las instituciones y facilitaría a las organizaciones anti democráticas el trabar y anular todas las iniciativas reñidas con sus designios autoritarios. El libertinaje informativo no tiene nada que ver con la libertad de expresión y está más bien en sus antípodas.

Me resulta incómodo ver y pensar que estas cosas hipotéticas aparezcan publicadas en medios que -con intereses más de parte que de ilustrar a la ciudadanía- han dado pública publicidad sistemática a partes sustanciales "filtradas" de múltiples sumarios judiciales, sin excesivas preocupaciones por respetar el llamado secreto del sumario, y acogiéndose a la transparencia y los derechos de la ciudadanía a estar informada de lo que hay.

Me resultó y me resulta incómoda la tranquilidad (al menos aparente) con que esos mismo medios -y otros que nos son del caso- han dado y siguen dando aire y pábulo a determinados globos sonda políticos o empresariales, a sabiendas de lo que están haciendo.

Esos medios no andan muy lejos, en ese sentido, del "libertinaje informativo" y de la "agresión totalitaria" mencionados por Vargas Llosa y Savater, por no hablar del terrorismo informativo, que es el subtexto cabal que alimenta sus textos.

Me resulta incómodo leer y pensar que ambos autores consideren las cosas de la vida pública y política como si se tratara de una película de buenos y malos, exclusivamente en blanco y negro. No quiero pensar que lo hacen por escribir en periódicos destinados a ciudadanos comunes y corrientes, pobres e hipotéticos aficionados a esas cuchipandas de chismorreos que tanto les preocupan. Se diría que parecen escribir en exclusiva, abriendo los ojos a ciegos, cuando el asunto es lugar común bien transitado y estudiado por no pocos profesionales y académicos.

Me resulta incómodo ver que Vargas Llosa y Savater se encuentran -en plan Umberto Eco- apocalípticamente integrados con el poder político y económico establecido, y lanzan anatemas sobre WikiLeaks como si fueran gestos y exorcismos mágicos que de por sí resolverán los graves males que aquejan a nuestra sociedad.

Me resulta incómodo ver el miedo a lo mal y poco conocido, como son los problemas reales de la globalización digital y la necesaria transparencia informativa (no la escondamos bajo absurdos reclamos fantasmales de totalidad y absolutez, etc.) para una vida cívica preferentemente democrática (no oligárquica ni aristocrática). Me resulta incómodo ver estigmatizar desde altas ignorancias los fantasmas creados por las mismas plumas que los exorcizan con conjuros maximalistas.


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LOS COMENTARIOS (2)

Por  Cuestionoloestablecido
publicado el 25 marzo a las 19:32
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bienverastaman, vd. dice que si uno quiere formarse debe acudir a los medios de comunicación. Yo le puedo asegurar a vd. que cualquier noticia que se publique en dichos medios, falta a la verdad, bien por tergiversar lo que no puede ser desviado, bien por dejar de plasmar datos que pueden llegar a tener su importancia. Nada nuevo bajo el sol. Si informados ya estamos bastante, ¿no le parece?.Lo que deberíamos es estar formados y, permítame, dudo que ningún medio de comunicación "independiente" y, sobre todo en la red, lo haga.

Por  bienverastaman
publicado el 25 enero a las 21:25
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Aplaudo tu reflexión con manos y pies.

Realmente yo también respeto mucho al señor Vargas Llosa, pero en el mundo en que vivimos es vital y fundamental forjarse una mentalidad crítica sobre las versiones de los acontecimientos, las opiniones de otros, etc, para aspirar a ver la realidad desde un punto de vista honesto, justo y objetivo. Es importante oír opiniones de todos los frentes de un conflicto para después tener una opinión sólida, y no despreciar nuevas hipótesis nunca, sino analizarlas con buen juicio.

Este señor, evidentemente, se ha nutrido únicamente de las fuentes que se nutre la mayoría de la masa social: la prensa tradicional, tanto televisión como escrita, y el resultado no es para nada inesperado teniendo en cuenta su inconsistencia en este tema; lo doloroso es ver que incluso a él se la han colado.

Quien quiera informarse que busque en los medios de comunicación independientes, ésos que no están alineados con ideologías, ésos que practican la esencia del periodismo: mostrar la verdad objetiva y contrastada, ésos que generalmente tienen su base en internet. Podría mencionar algunos, pero sinceramente prefiero decir que hay miles de entrevistas a Assange en Youtube que son un buen punto de partida para enterarse de qué va todo ésto.

Saludos y enhorabuena por tu artículo de nuevo.