La concesión del Premio Nobel a Mario Vargas Llosa, tardía pero acertada, es una razón más para que Zapatero dimita o sea castigado.
Tardía, porque son veinte los años que han transcurrido desde que se concedió este galardón al mexicano Octavio Paz (1990), y uno más, desde que lo obtuvo, el también español, Camilo José Cela (1989). Acertada, porque, aún habiendo sido tan largos, el camino y la espera, al fin, han llegado dos justos y merecidos reconocimientos: el que se hace a la persona de Vargas Llosa por su extenso y extraordinario trabajo literario, y al idioma español, uno de los más hablados en el mundo y, posiblemente, el de mayor riqueza literaria.
Para España, la concesión de este premio ha sido oportuna. Llega este reconocimiento a la lengua española cuando, precisamente, en España –madre de este rico y bello idioma- se le está deformando, degradando, e incluso persiguiendo.
-Vargas Llosa: “Este premio es el reconocimiento a una lengua moderna y atractiva”-.
Estas palabras, deben actuar como revulsivo en la sociedad española para rebelarnos contra la irracional, sectaria, injusta e ilegal persecución que en regiones españolas, Cataluña y Baleares en cabeza, se está perpetrando. No sólo se está atentando contra la cultura española, sino también contra los derechos fundamentales de la persona, contra el derecho a la libre circulación y al trabajo en nuestra nación, España. Y, como contundente mazazo a quienes lo desprecian y persiguen.
A un funcionario o trabajador que no hable catalán, no se le permite trabajar en Cataluña o Baleares (casi otro tanto en la Comunidad Valenciana Gallega y Vasca), ni presentarse siquiera a oposiciones convocadas en estas autonomías. En cambio, los funcionarios catalanes, baleares, vascos y vascas, valencianos y gallegos sí pueden trabajar, trasladarse, y presentarse a oposiciones de las demás CC.AA. libremente. Además, en la “preambularia” Nación Catalana, se persigue a los empresarios y comerciantes españoles que rotulan el nombre de sus negocios (incluso las etiquetas de sus productos) en español (idioma oficial), sancionándoles con multas astronómicas; lo que no sucede con los empresarios y comerciantes ingleses, chinos, rumanos, árabes… ¡Qué disparate!
Pues bien, este disparate, más propio de un régimen totalitario como el nazi-hitleriano, está sucediendo hoy en España como consecuencia del apoyo, connivencia e impulso del propio Gobierno de España.-fue Zapatero el impulsor-redactor, junto a Artur Mas (traicionando a su propio partido) del Estatuto de Cataluña-, respaldado con la colaboración vergonzante de los pequeños partidos políticos de la oposición y la no menos vergonzante tácita aquiescencia del Partido Popular.
El Premio Nobel concedido a Mario Vargas Llosa, con sus precisas y certeras palabras sobre la Lengua Española, ha hecho que me sienta terriblemente avergonzado por los políticos que nos representan, que permiten, promueven y alientan la degradación y la persecución en nuestro propio país de nuestro idioma. Me siento terriblemente avergonzado del pasotismo, la indiferencia, la dejación y la abulia ante tamaña barbaridad, de tantos y tantos españoles. ¡De pena!
Basta un somero repaso a lo dicho por el Presidente del Gobierno Español, José Luís Rodríguez Zapatero, para darnos cuenta en manos de quién depositó el pueblo español la responsabilidad de representarnos.
-Zapatero: “sus libros recrean nuestro universo y nuestra historia; la suya es una obra de alcance universal en la que nos reconocemos los hispano hablantes”
Además de algo cursi, la frase, es hipócritamente falsa. ¿Cómo va ha reconocerse usted, señor Zapatero, en la obra de Vargas Llosa, si usted, ha promovido, impulsado y amparado que el idioma en el que se expresa y ensalza el premio Nobel sea perseguido dentro de la Nación de la que usted es el Presidente del Gobierno?
-Zapatero: “Con este premio Nobel a Mario Vargas Llosa crecemos todos”.
Usted no, señor Zapatero. Usted, que permite se persiga y sancione a quién se expresa en español, no crece. Usted mengua como el tejido de baja calidad cuando se le dan un par de lavadas.
Y, por si esto fuera poco, salen algunas “señoritas”, “miembras” del Gobierno, sintiéndose ofendidas, dolidas y maltratadas porque, un político con la misma genética política que ellas, el señor Guerra, llamó a otra
“miembra” del Gobierno: “señorita Trini”.
Estas “señoritas” Ministras, si están solteras, señoras si casadas, no sólo han sido protagonistas de una estulticia, seguramente sin precedentes en rango ministerial. Además, han dejado patente, de forma indubitable, su ignorancia supina del idioma de Vargas Llosa. El español.
Definición de La Real Academia de la Lengua Española de la palabra "señorita": Hija de un señor. Término de cortesía que se aplica a la mujer soltera. Tratamiento de cortesía que se da a maestras de escuela, profesoras, o también a otras mujeres que desempeñan algún servicio, como secretarias, empleadas de la administración o comercio. Cigarro puro estrecho y delgado. Aguzanieves. Sinónimo de pajarita de las nieves., lavandera, pastorcilla, pizpita.
¿Por cual de estas definiciones se habrán sentido ofendidas las señoritas o señoras Ministras?
Mi más sincera felicitación a Mario Vargas Llosa por el merecido Premio Nobel que le ha sido concedido, tarde pero con justicia, Y, un profundo agradecimiento por el cambio de mentalidad que este premio a un escritor en Lengua Española puede suponer para muchos españoles.
Virholmes
Revista Opinión
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