y ahora te convierto en…..princesa!
Siempre me gustaba el cuento de La Cenicienta, cuando el Hada Madrina le ponía ese vestido tan chulo y la calabaza se convertía en carroza!!!, eso me alucinaba.Mi chico pequeño, me vino el otro día diciendo que quería una varita, y yo pensé directamente en el cuento de Cenicienta, pero que va, mi chico estaba viendo unos dibujos rarísimos en Boing, que un bicho raro llevaba una varita y el también quería una.
Y yo decía: “qué, cómo, para qué, ahora, por qué….?”Y pensaba para mis adentros: “La llevas clarinete si piensas que te voy a comprar una, JA!”. Entonces eché mano de mis armario del reciclaje, y me hice con unos palillos del chino, cartulina amarilla, pulseras de formas raras de los niños, algún que otro lazo…cualquier cosa que pudiera darle chispa al invento. Así que me puse manos a la obra e hice dos varitas, claro, que si solo hago una, corro el peligro mortal de que mi hijo mayor me pida otra, así que no arriesgué. Que si no le gustaba al mayor me la quedaba yo, que me mola lo de la varita!. Y aquí va cómo la hice: Hice las dos varitas en un plis-plas, y les encantó a mis dos chicos. Y cuál fue mi sorpresa, que cuando las vieron mis sobrinas me pidieron que les hiciera una, menuda ilusión me hizo!. Ahora jugamos a convertirnos en princesas, sapos, dragones…..da para mucho la varita, imaginación al poder!.