Gordes es uno de los bonitos pueblos provenzales colgados sobre la antigua calzada Domitia. En la villa fijó su residencia el pintor Victor Vasarely (1906-1997). La Fundación que administra el legado del activista del op-art ha tenido su sede en Gordes durante años hasta trasladarse a Aix en Provence, donde ocupa un espacio espectacular.
Poco ha quedado de Vasarely en Gordes: una escultura de ilusión óptica con azulejos a la entrada de la población y una muestra de tapices que adornan el salón de la chimenea renacentista del castillo.
La idea de los tapices ha sido muy oportuna. Los diseños ópticos son muy apropiados.
Merece la pena acercarse a Gordes por sí mismo mas el recuerdo de Vasarely aumenta su atractivo.