Hervelle y Reyes luchan por un rebote -EFE.
Le gustan los peinados peculiares y le atraen los momentos calientes del partido. Vasileiadis no se esconde nunca. Le excita la responsabilidad y le sobra confianza en sí mismo, tanta como para meter cinco tiros libres sin fallo en el último minuto con la Caja Mágica pitándole sin descanso. El tirador griego fue el último protagonista de una victoria colectiva del Bizkaia Bilbao Basket ante el Madrid (66-71) a domicilio que supone que la serie de semifinales se traslade a Euskadi con empate a uno y el conjunto de Katsikaris pase a tener el factor cancha a favor. Los blancos estuvieron nefastos durante gran parte del partido ante un rival que supo sobreponerse a un tercer cuarto en el que tardaron casi seis minutos en anotar la primera canasta. Fue, claro, de Vasileiadis.Difícilmente puede jugar peor el Madrid que como lo hizo en la primera parte, cuando permitió a su rival jugar como más le conviene y no tuvo ni actitud ni cierta dignidad. Sin rebote, sin sangre ni competitividad los locales fueron un triste juguete ante un Bizkaia Bilbao Basket jovial, generoso en defensa (9 recuperaciones por 10 pérdidas) y muy rápido en ataque. Los visitantes repetían una y otra vez penetraciones sencillas, canastas en segunda opción. El faro era el director, Jackson, espléndido entonces y los actores de reparto eran Banic, Vasileiadis y Hervelle. La diferencia de puntería y de criterio (del bueno) era tan grande que al descanso se llegó con 24-44 y con un Madrid deprimido desde el 8-8 inicial y con Llull negado.
Mumbrú y Hervelle
Con la misma facilidad que se había diluido reaccionó el Madrid nada más volver de los vestuarios. Apareció fogoso y desatado para desmoralizar a un Bizkaia Bilbao Basket que llegó a encajar un parcial de 18-2 en el tercer cuarto (43-46 a los 27m 27s). Mumbrú y Hervelle, dos ex madridistas, salieron al rescate de los visitantes, que aguantaron como pudieron la réplica de los locales, más agresivos en defensa y más pragmáticos en ataque con Suárez y Tucker como principales reclamos.
Estaba a punto de remontar el Madrid y sorprendía que Llull -el único junto a Tomic en meter más de dos canastas en la primera parte- no hubiese aportado punto alguno en dicha reacción. Pero en cuanto apareció resultó un torbellino, como suele pasar. Llull se marcó un dos más uno y un par de entradas en medio minuto, y dos tiros libres de Tomic pusieron al Madrid por delante (59-58 a 5m 06s).
Parecía que iba a ser la enésima remontada del conjunto de Molin, que contaba con Llull desatado. No fue así. "Hemos sido más fríos en el tramo final", describía,con cierto, Mumbrú, clave como Vasileiadis para que su equipo se volviese a poner por delante y ya no volviese a ceder, en una baile continuo de tiros libres. Llull pudo forzar la prórroga, pero falló y Vasileiadis, con seis tiros libres sin fallo en ese tramo, empató la serie. Para quien no haya visto el partido será una sorpresa. Para el espectador, un premio merecido.
MADRID 66 (14+11+20+21): Prigioni (6), Llull (20), Carlos Suárez (7), Reyes (5) y Tomic (10) -quinteto inicial-, Fischer ( 4), Tucker (6), Sergio Rodríguez (1), Mirotic (5) y Begic (2). BIZKAIA BILBAO BASKET 71 (19+25+6+21): Jackson (13), Blums (3), Mumbrú (13), Mavroeidis (6), Hervelle (8) -quinteto inicial- Banic (10), Vasileiadis (11), Vázquez (0), Warren (2) y Fisher (5).Árbitros: Martín Bertrán, Perea y Cortés.