Remitido Por Pucho Méndez
Revista Cultura y Ocio
Después de leer “Matar a un ruiseñor”, magnífica novela de la misma autora , pensábamos que el tema del racismo estaba perfectamente definido y el posicionamiento de la escritora también, la historia nos sumergía en el profundo sur de USA, en Maycomb una pequeña localidad de Alabama , en la que la acusación a un negro , por violación , y su mucho más que probable condena llevaron a intervenir en su defensa a Atticus Finch , abogado reputado y perteneciente a una de las familias de prestigio de dicho pueblo. Hasta aquí el planteamiento y después el desarrollo de una gran novela que debemos leer y releer . Ahora la autora nos traslada en el tiempo a unos veinte años más tarde de la situación anterior y en la que Scout, hija de Atticus residente en Nueva York , acaba de llegar a Maycomb con el propósito de pasar dos semanas de vacaciones y disfrutar de su familia ; padre bastante achacoso pero de intelecto vivaz, tío bohemio y perspicaz , tía auténticamente sureña, racista y clasista hasta en los corsés de ballestas y además, el eterno aspirante a novio , amigo de la infancia que ofrece amor sin pasión pero con seguridad para garantizarte una vida cómoda tranquila y aburridamente sureña en la cálida aldea . Lo trascendente surge al comprobar Scout que la figura sólida, integra y por encima de cualquier duda que Atticus ha sido para ella , no se corresponde con las vivencias actuales. ¿ Se puede ser racista y defender a un negro porque crees en su inocencia ’?, ¿Es fácil no ser racista en una comunidad en la que los negros son en su mayoría incultos vagos y alcohólicos ¿? Creo que la respuesta de Scout es la adecuada pero hay que vivir en esa sociedad para valorar las actitudes de cada uno, porque lo que es fácil es ser “antirracista de salón”. Novela para reflexionar.