La jugadora del Stadium Casablanca. Foto: Vega Gimeno.
A los 7m 34s Vega Gimeno entró en la cancha por Shacobia Barbee, justo seis meses después de lesionarse. Tardó 1m 9s en probar su primer tiro, un triple que no entró, y acertó, a los 18m 50s (3035) con el segundo: un lanzamiento forzado ante Julia Forster, una de las mejores defensoras de la Liga Día. Vega Gimeno (cinco puntos, dos rebotes y otras tantas pérdidas en 10m 23s) señaló al banquillo por haberla arropado durante este tiempo. Se lo dedicó, explicó después en su Twitter, a la fisioterapeuta, Alicia Calvo, y el preparador físico, Isaac Caseras, su sombra durante este tiempo. Después del partido, el equipo la rodeó y le repartió cariñosas collejas a Vega Gimeno, que vistió unos calcetines del Capitán América: con alas y con el escudo del superhéroe bien visible.
El 7 de julio, en la Copa del Mundo de baloncesto 3x3 de Nantes, a Vega Gimeno se le cayó el mundo encima. “Pensaba que se me había roto todo. Me mareé del dolor y me tuvieron que sacar de la cancha tendida”, contaba esta semana a Ricard Martí en El Periódico de Aragón. “Para toda la familia ha sido muy duro, sobre todo para ella, pero Vega es muy luchadora, constante y alegre, y eso facilita enormemente las cosas”, explica su padre, Ángel Gimeno. “No necesita que la arropen mucho. Es todo corazón. Ha sabido llevar muy bien la lesión, que ya conocía”, interviene Amaya Gastaminza, excompañera suya en el Segle XXI y el CB Islas Canarias. “Estaba jugando muy bien en la Copa del Mundo y la necesitábamos porque con ella somos más fuertes. Le dimos muchos ánimos y cariño”, recuerda Esther Montenegro, Monty, una de sus compañeras en el campeonato. “Se ha tomado con mucha positividad la situación”, expone Gaby Ocete, base del Stadium Casablanca.
La alero del Stadium Casablanca se tomó de buen humor su operación. Foto: Twitter Vega Gimeno.
“El día a día con nosotras le ha dado mucha vida. Una lesión que requiere una recuperación tan larga te exige mucho y te hace sufrir días horribles. Aunque cuando estás con tus compis se hace todo más fácil. El cuerpo técnico del club ha realizado un gran trabajo para que estuviera genial”, apunta Pao Ferrari, estrella del conjunto aragonés. “Vega Gimeno es fuerte. Muy fuerte, diría yo. Es positiva y cree en sí misma más que nadie. Volverá mucho mejor tras la lesión”, asegura Juanma Sánchez, copresentador de Al Ritmo del Aro, de Pasión Deportiva Radio.
Puede que le atraiga lo difícil y que maree al miedo. “No tiene vergüenza, y creo que eso es algo bastante bueno”, interviene Laura Gil, excompañera en el Segle XXI. Vega Gimeno es transparente: juega como es. “En su juego”, expone su padre, Ángel Gimeno, “se refleja su carácter. Es muy fuerte y apasionada en todo lo que hace, y le pone a todo enormes dosis de ilusión”. “Es positiva, alegre, activa. ¡Si tiene que hace el tonto, lo hace! Se ríe hasta de su sombra”, interviene Itziar Germán, alero del Celta y con la que jugó en el CB Bembibre. “Te contagia su alegría y te hace estar cómoda”, expone Patricia Cabrera, excompañera suya en el CB Islas Canarias y que juega en el Uni Ferrol. “Vega es una loca siempre positiva y de buen humor. Trata de que el grupo esté unido siempre. ¡Le viene en su carácter!”, comenta la exjugadora Arantxa Novo, con la que Vega Gimeno ganó el bronce en los Juegos Europeos de Bakú de 2015 junto con Monty e Inma Zanoguera.
“Es una guerrera, literalmente. Juegue uno o 30 minutos sabes que se va a dejar todo”, la elogia Juanma Sánchez, de Pasión Deportiva Radio. “Su carácter la hace extremadamente competitiva… Y eso es muy bueno. Creo que debe seguir mejorando, pues puede y mucho, pero no cambiar”, aporta Chiqui Barros, que la dirigió en el CB Bembibre.
A Vega Gimeno no le gusta perder ni al pulso más improvisado. “Es tan competitiva que siempre hacía trampas cuando realizábamos concursos de tiro antes del partido”, recuerda Yurena Díaz, base del Cadí La Seu y con la que compartió vestuario en el CB Islas Canarias. Puede que Vega Gimeno fuese la más motivada en los concursos de triples por equipos que organizaban. “Nos lo pasábamos muy bien. Como quiere ganar hasta en las canicas, era divertido cuando le tocaba perder…”, cuenta, entre risas, Patricia Cabrera. Las tres son notables tiradoras. ¿Para cuándo un concurso de triples en la Supercopa Día?
“A veces, cuando queríamos chincharle un poco o cuando ella se reía de algo, la imitábamos lanzando. Su mecánica de tiro es bastante graciosa”, resuelve Yure Díaz. “Tiene capacidad para saber cuándo su defensora está ‘relajada’ y poder hacer el tiro”, añade Patricia Cabrera. Ambas compartieron vestuario la temporada 2014-2015 en el CB Islas Canarias con una Vega Gimeno que explotó como jugadora. “Mingo Díaz confió en mí y me ayudó quizás a dar ese pasito hacia adelante que necesitaba”, explicaba a Cronómetro de Récordshace dos años la alero del Stadium Casablanca, a quien no se le pegó el acento canario, pero sí alguna palabra, como chacho. Cenó varias veces en la Playa de Las Canteras, uno de sus rincones favoritos de la Isla.
“Creo que tras años sin jugar mucho en Rivas se había estancado. Le vino muy bien ese año en Canarias a las órdenes de Mingo”, interviene Fran Cortés, de enCancha. Vega Gimeno llegó a Las Palmas de Gran Canaria con ganas de protagonismo, el que le faltó en un Rivas con el que acababa de proclamarse campeón de Liga ante Perfumerías Avenida: 17m 11s de media en Liga regular y 38m 27s en las eliminatorias por el título, ninguno en la final. Con 13 puntos fue decisiva para empatar la serie de semifinales ante un CB Islas Canarias que se había adelantado en la serie con una inspirada Patricia Cabrera, autora de cuatro triples. El último, decisivo. Vega Gimeno se jugó, sin suerte, el último tiro.
Tampoco se escondió en la final de la Copa de la Reina de 2014, en Torrejón de Ardoz. Shay Murphy anotó dos tiros libres tras una protestada antideportiva de Halvarsson y José Ignacio Hernández preparó la jugada para buscar el triple ganador de Frida Eldebrik, muy bien defendida por María Pina. Gaby Ocete optó por sacar de banda para Vega Gimeno, que recibió el pase, algo defectuoso, y no se percató de que tenía a Marta Fernández en el cogote. Dio dos botes y levantó la pelota como pudo. Marta le hizo un tapón con la mano izquierda.
“Me llegó a mí la patata caliente, aunque tiré sin ningún tipo de esperanza porque ya se había acabado el tiempo [no es así]. Además, ni el lanzamiento ni la posición eran buenos”, me contó Vega Gimeno para el libro Marta Fernández, volando con los pies en el suelo. Juanma Sánchez tiene muy presente el tapón: “Recuerdo que grité ‘¡ole tus…!’ Y al día siguiente lo hablamos y se lo repetí”. —Juanma, no entiendo cómo estás orgulloso. Si fallé el tiro... —Vega, falla quien tira...
A ella le hizo Juanma Sánchez su primera entrevista el 28 de octubre de 2010, tras un Rivas-Fenerbahçe de Euroliga. Le mandaron hacerle unas preguntas a “la nueva que venía de Estados Unidos [de la Universidad de Pittsburgh]”. Hablaron en la puerta del Cerro del Telégrafo. El entrevistador, “nerviosísimo” entonces, sólo recuerda que le preguntó por su quinteto favorito de jugadoras y que Vega Gimeno incluyó a Amaya Valdemoro. Días después la volvió a entrevistar, esta vez para un trabajo de Audiovisuales: “Me dijo que sí al instante. Nunca se emitió la conversación, pero la tengo bien guardada. Tengo que confesar que sigo poniéndome nervioso cada vez que me toca entrevistarla. Es especial”.
Juanma Sánchez y Vega Gimeno tras la final de Copa de 2014. Foto cedida por Juanma Sánchez.
Después de cuatro años siguiendo al Rivas por toda España, Juanma Sánchez no pudo vivir en directo la final de la Liga porque estaba cubriendo la fase de ascenso en Logroño. Se perdió la primera y única Liga que ha levantado el Rivas: “Lloré y todavía sigo sin poder describir por qué”. De camino al hotel, recibió una llamada. “‘Juanma, espera, que quieren hablar contigo’. ¡Y se puso ella! Fue brutal. No se me olvidará nunca esa conversación”.Siempre fue detallista. También más madura de lo que le correspondía por edad. Con 14 años Vega Gimeno tuvo claro que quería irse de Valencia (se formó en el colegio El Pilar) y aceptar la oferta del Segle XXI, en Esplugues de Llobregat (Barcelona). Su padre, Ángel Gimeno, recuerda una despedida “complicada”, con Vega “contenta, aunque nerviosa, y nosotros con cierta preocupación, sobre todo su madre”. A Laura Gil la conoció en el centro de formación: “Podría contarte miles de anécdotas, pero no quiero represalias. ¡Lo siento!”. La jugadora del Basket Landes Queralt Casas, con la que pasó tres años en la Blume y jugó en el Rivas, sí se moja. Compartieron risas, confidencias y travesuras: “Íbamos al médico simulando que nos hacía daño una parte del cuerpo, como una simple capsulitis o una torcedura de tobillo, para que nos diese un justificante para hacernos una radiografía y saltarnos una clase. Hubo una época que lo hicimos bastante”.
“¡Éramos un grupo muy unido! Siempre digo que del Segle XXI me llevé una familia. Cada una hemos seguido nuestro camino, pero seguimos manteniendo el contacto”, comenta Amaya Gastaminza, ala-pívot del Gernika y con la que coincidió en la Blume y en el CB Islas Canarias. “En el Segle XXI Vega aprendió a compaginar el baloncesto de alto nivel con los estudios, y mucha disciplina”,expone Ángel Gimeno. “Mike [Ramon Jordana, exdirector del Segle XXI, nos enseñó a querer todavía más este deporte, a entenderlo”, interviene Laura Gil. Varias han veraneado juntas a Conil, Mallorca o Menorca.
Monty y Vega Gimeno se abrazan tras lograr el bronce en los Juegos Europeos de Bakú. Foto: Info Bierzo.
Aunque no lo sea desde categorías inferiores, Vega Gimeno tiene madera de capitana. “¡Por supuesto que cuenta con aptitudes de sobra para ejercer! Siempre consigue que todo el mundo esté de buen rollo y se vacía por el equipo”, argumenta Itziar Germán, alero del Celta y con la que jugó en el CB Bembibre. “Y tanto que lo sería. Es una tía con carácter que se implica con el grupo”, expone Monty, con quien coincidió también en el conjunto berciano.
En el CB Bembibre Vega Gimeno disputó dos temporadas. La primera la entrenó Chiqui Barros: “Hablábamos mucho. Creo que teníamos mucha confianza. Ve bien el juego. En mi año más difícil en el club quedamos octavas. Visto en perspectiva, me parece que estuvo bien. Y Vega ayudó mucho”.Javier Fort la hizo debutar en Liga Femenina en el Rivas: “Era consciente de que tenía que mejorar su físico para poder rendir al máximo nivel, y trabajó mucho para conseguirlo. Aportó desde el primer día con su buen rollo en los entrenamientos y fuera de la pista. Le costó entrar en un equipo con grandes jugadoras en su puesto (Amaya Valdemoro y DeWanna Bonner), pero fue creciendo”.Esa temporada (2010-2011) ya levantó su primer título, la Copa de la Reina, en su casa, Valencia, ante el Ros Casares y el día de su 20º aniversario. “Fue una alegría tremenda. Estuvo rodeada de su familia y amigos”, recuerda su padre, Ángel Gimeno.
“Una jugadora de sus características encaja como anillo al dedo en un equipo entrenado por Víctor Lapeña. Se adaptará enseguida”, asegura Fran Cortés. “Sin duda, le dará un plus de calidad al equipo. Esperemos que su adaptación sea lo más rápida posible y, sobre todo, que disfrute jugando”, interviene Pao Ferrari. “Tiene una actitud y un carácter increíbles. Eso nos aportará mucho a nosotras, además de su tiro de tres, letal, y su posteo”, añade Gaby Ocete.
“Físicamente estoy muy bien, en el mejor momento de mi vida. Es una lesión agradecida, puesto que vas notando mejoría cada día”, le explicó hace días Vega Gimeno a Ricardo Martí en El Periódico de Aragón. ¿Una lesión es agradecida? La jugadora de Stadium Casablanca inspira a cualquiera. Es indestructible.