Aunque desde hace varios años he disminuido gradualmente el consumo de carnes y alimentos de origen animal, nunca había eliminado la carne del todo. Desde que me involucré con el movimiento Lunes Sin Carne he estado cada vez más en contacto con el mundo del vegetarianismo y por lo tanto decidí probarlo por mí misma para ver cómo funciona en mi cuerpo, lo que implica llevarlo a cabo (cocina, gastos, vida social) y de esa manera tener conocimiento de primera mano.
He aquí mis conclusiones.
Descubrimientos
- Llevar una dieta ovolactovegetariana es fácil. Una vez que uno se sienta a planear los menús semanales las ideas van fluyendo y hay muchas combinaciones de ingredientes que dan como resultado una gran variedad de platillos.
- Se pueden hacer versiones vegetarianas de casi todo: ¿tacos? ¿pasta? ¿hamburguesas? ¿pozole? ¿sushi? You name it!
- Llevar una dieta ovolactoveggie es más barato, sobre todo si se basa en las frutas y vegetales de temporada. Hasta me permitió darme algunos lujitos como comprar aguacate en estos días donde estuvo realmente caro.
- En algunos restaurantes es fácil encontrar opciones, en otros no. Es cuestión de adaptarse y buscarle. Por ejemplo, en una taquería la única opción muchas veces es una quesadilla, y con suerte, unos nopalitos o guacamole. Pero en la gran mayoría de los restaurantes ofrecen ensaladas, pastas, pizzas, sándwiches o tortas apropiados. Para encontrar ingredientes como tofu, tempeh, cous-cous, quinoa, entre otros, en general se tiene que acudir a un restaurante abiertamente vegetariano.
- La pregunta que sigo escuchando con más frecuencia es: “¿de dónde obtienes las proteínas?” La falsa idea de que las proteínas provienen únicamente del reino animal se encuentra en la mente de la mayoría. Aquí mi artículo sobre las proteínas vegetales.
Cambios en mi cuerpo
Sinceramente no noté ningún cambio significativo en mi cuerpo. Mi nivel de energía se mantuvo igual, mi digestión y peso también. Creo que la razón es que desde antes llevaba una dieta baja en carnes, me encontraba en mi peso y vivía saludablemente en general, por lo tanto mi cuerpo no notó gran diferencia.
Sin embargo, en personas que hacen cambios más abruptos puede que noten repercusiones más evidentes, que no siempre pueden ser muy sanas, por ello, si se decide adoptar una dieta vegetariana o vegana recomiendo ampliamente hacerlo bajo la guía de un profesional.
¿Antojos?
Mis recetas favoritas
De las recetas que ya conocía, siguen siendo mis favoritas, en primerísimo lugar las Enfrijoladas rellenas de espinacas y le siguen las hamburguesas vegetarianas y el bollo de queso panela al horno para desayunar.
De las que descubrí gracias a este reto mis favoritas: Wok con verduras, garbanzos y pasta integral, pizzeta árabe de vegetales (ambas mostradas en las fotos y cuyas recetas serán publicadas próximamente) y la torre de verdura gratinada para cenar o desayunar.
¿Seguiré siendo vegetariana?
NO. A pesar de que creo que podría vivir siendo ovolactovegetariana, uno de mis principios es escuchar a mi cuerpo. Y mi cuerpo me dice que no. A través de este ejercicio me di cuenta que el pescado es importante para mi organismo y paladar. No sé si en un futuro cambie de parecer, pero en este momento así me siento.
Seguiré sin comer carne roja y muy poca leche, para empezar porque no me gustan (mi mamá es testigo de mi rechazo a la leche de vaca desde mi más tierna infancia) y en segundo porque prefiero evitar la grasa saturada y su contaminación con hormonas y antibióticos. Pollo sólo cuando pueda comprarlo orgánico. Finalmente, mi alimentación seguirá casi igual. El corazón seguirán siendo las verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, nueces y semillas, pero añadiré pescados y pollo orgánico ocasionalmente.
Aclaraciones finales
En los últimos años el vegetarianismo ha tenido un comeback que lo tiene en un halo de trendy y saludable. Al respecto, quisiera aclarar algunos puntos:
- Vegetariano no es sinónimo de sano y carnívoro no es igual a poco saludable. He conocido vegetarianos obesos, con colesterol y triglicéridos altos. Y carnívoros muy sanos. Obviamente, también he conocido casos contrarios. Todo es cuestión de balance y de conocer el propio cuerpo.
- Creo que cada persona debe encontrar su propio estilo alimenticio, no hay dietas unitalla. La mejor dieta es aquella que te hace sentir lleno de energía, favorece una buena digestión, te ayuda a mantener un peso saludable, se adapta a tus gustos, estilo de vida y en general te hace sentir bien.
- Sí creo que se ha abusado del consumo de carne (sobretodo roja), y que debe reducirse su consumo, pero la carne no es mala por sí misma. En la alimentación no hay villanos ni héroes. También se ha abusado demasiado del azúcar, del maíz y de la soya, todos de origen vegetal. La clave es el balance y la variedad.
- Mi postura es no juzgar, respetar.
- Sé consciente de tus decisiones, conoce a tu cuerpo y actúa congruentemente.
¿Y a ustedes cómo les fue? ¿Seguirán adoptando el estilo ovolactovegetariano?