Revista Deportes
Y mientras Tom saboreaba el amargo licor que empezaba a recorrer su garganta, Leyma se acomodaba desnuda a su lado, temiéndose que el fogoso hombre que tenía a su lado pudiera convertirse en un borracho. Llegaron a su memoria aquellos tiempos que creía olvidados en Alejandría, demasiado recientes, donde era golpeada una y otra vez por Samil -el macho de turno, impuesto por su padre en matrimonio-, mientras le obligaba a quitarse el camisón ensangrentado y a decirle “te amo”.
La FIA hizo público el que será el calendario de 2012 de la llamada categoría reina, y sacaba a la luz el tesoro mejor guardado de su imperio, los veinte nombres de las princesas que bailarán al dulce toque de laúd del viejo, vetusto, añoso, recalcitrante, testarudo Ecclestone. Y una de estas princesas, Leyma, golpeada y violada un día tras otro por su propio esposo, busca deseosa su propio futuro lejos del golpeador usurero. Probablemente tenga que pasar de vivir en un palacio maltratada a una casucha de arrabal, pobre, aunque feliz y respetada.
Imagino a la FIA, a Jean Todt, vestido de rey (con corona y todo), con cara de bueno y con el bolígrafo en la mano, presto a firmar el que será el calendario del campeonato de F1 del año que viene. Imagino también a este rey de blanco, con un diablillo revoloteando alrededor, malintencionado y dueño de la voluntad del monarca… “firme aquí, majestad, donde pone carne de cañón”. Así lo veo yo, porque es la FIA la gran culpable del enorme atropello que se ha producido el 31 de agosto de 2011 en París, por asumir sin discusión las órdenes dadas desde la FOM por el cyborg Ecclestone.
Es un atropello porque es intolerable que Bahrein vuelva a estar en el calendario, después de haber fallado a la FIA en dos ocasiones en un solo año, y de no tener asegurada la paz necesaria para la puesta en práctica de un evento deportivo de tan alto nivel como la F1.
Es un atropello porque es estúpido e inmoral mantener dos carreras en España, quizá las más aburridas del mundial, que deportivamente no ofrecen nada y que se basan únicamente en la consecución del mantenimiento del negocio de la FOM en la sangrante piel de toro. Es inmoral tener que pagarle anualmente casi un centenar de millones de euros a Ecclestone en un país asolado por la crisis, con el 21 por cien de tasa de desempleo (más del 30 por cien en Canarias), y con recortes salariales y sociales a la orden del día. El pueblo español no debería pagar ni un solo céntimo para traer un espectáculo deportivo a España.
Es un atropello porque la F1 no debería pisar jamás Corea del Sur, dado el desastre organizativo que supuso la primera cita en ese país asiático, que asfaltó la pista muy pocos días antes de que se rodase allí (entre otras vicisitudes). Ante semejante desastre, la FIA debería haber castigado a los coreanos sin F1 para los restos; y digo bien, la FIA, porque aunque los nombres de los circuitos ya les vengan dados, no dejan de ser ellos los que los refrendan y dictan el listado definitivo. Quiero un dirigente en la FIA con los pantalones bien puestos.
Es un atropello porque llevan la F1 a la India, un país con un nivel de pobreza enorme y sin tradición deportiva que respalde la decisión. Veremos correr allí a los coches, y cuando tengamos alguna vista desde el helicóptero, les insto a que observen los alrededores del circuito, porque probablemente veamos infraviviendas y mucha mugre por todos sitios, pegadito todo al glamour de la F1.
De Singapur y Abu Dhabi no hablaré hoy que me pondré de muy mal humor. Desaparece uno de los mejores circuitos del calendario, Turquía, víctima sin duda de la estrechez económica. Igual que España, pero al menos los turcos no son tan políticamente cerrados como nosotros, que necesitamos el opio del pueblo para hacer olvidar al pueblo su miseria.
Por último, me referiré al circuito de Austin, en Estados Unidos. Otro error de la FIA al colocar un circuito que no está hecho en el calendario. Ya les colocamos la cuenta atrás, siempre peligrosa, pues les imponemos unos plazos que cumplir. Podría ser que el circuito no estuviese acabado a tiempo, porque recordemos que el Gobernador de Texas dijo que la subvención que esperaban los constructores del circuito no les llegaría nunca a éstos, porque ni los texanos ni su gobierno querían gastar un solo céntimo en la construcción de la pista en el sur de Estados Unidos. ¿Qué necesidad hay de meterse en semejante berenjenal cuando hay decenas de circuitos perfectamente válidos en el país norteamericano?
Como siempre, FIA y Ecclestone vuelven la espalda al aficionado y a la situación económica y social de los países que albergan o quieren albergar carreras. No soy partidario de que la F1 recale íntegramente en Europa, pues hay muchos otros países que son partícipes de la historia de la F1… pero a otros es que los quieren hacer parte de esto cuando no lo son ni lo serán jamás.
Leyma, no te quites el camisón y dale con la lámpara en la cabeza al bruto que dice ser tu marido.