Eternas noches toledanas
TODAS LAS FOTOS SON DE NUESTRO RICARDO RUBIO¿Por qué soñamos con ser periodistas del rock? Por exactamente los mismos motivos que la gente se reúne en bandas y sale por ahí a tocar sus canciones de mierda. ¿Por qué el empeño en explicarle a la gente lo que ya de por sí está escuchando? ¿Por qué el empeño en seguir haciendo canciones con todas las que hay? Si ya no nos van a gustar más de las que nos gustan.
Pero luego está , improbable localidad toledana que te junta a Arde Bogotá y Veintiuno. Dos bandas que te hacen preguntarte cosas porque, efectivamente, tienen ese empeño por seguir haciendo canciones que le gusten a la gente. Y con la de canciones que hay, con la de canciones que nos flipan, les hacemos sitio. Y te apetece contarlo. Y a , irreductible, le apetece hacerles fotos. Y ya tenemos las respuestas.
Salen primero Arde Bogotá, secreto a voces ya. Ya no son un secreto, de hecho. Energía, canciones egregias y un bajo muy potente. Como pego muchas chapas nocturnas a mi gente, al despertarme tenía un mensaje: "¿Pero qué maravilla es esta de fundar Cartagena en otro sistema solar?" Esa es la potencia sonora y la intención lírica que les va a hacer perdurar. Ojalá perduren, seguir pegando chapas nocturnas y tener ganas de contarlo.
Estamos en la casa-museo Miguel de Cervantes, en un patio bien bonito. Ningún detalle parece baladí. Y por ahí corretea Antonio, metido entre la gente, con la lección de cantante bien aprendida, arengando. Ambos dos son grupos que tratan bien a las palabras. Los Bogotá cantan 'Cariño', 'Millennial' o esa afirmación mentirosilla que es 'Te van a hacer cambiar'. Nadie cambia nunca. No cambiéis.
La banda cartagenera es consistente y joven. Refrescante como meter los pies en el Mar Menor mientras a tu espalda todo se quema hasta desaparecer pero te da un poquito igual. Apenas tienen repertorio realmente, pero suyas son 'Exoplaneta', 'Antiaéreo' y 'Abajo'. Canciones que consiguen que todas las tribulaciones que traías en el coche se evaporen de manera instantánea. Luego resulta que, al volver a montar de vuelta a casa, te están esperando ahí en el salpicadero. Pero ese rato te dejaron en paz y eso es un logro salvaje.
Culpables de eso son también Veintiuno. Un pop de otra época que se puede seguir haciendo en esta con unos arreglos de guitarra bien ahí. Diego también corretea entre la gente, se sienta en el suelo, se levanta, se acomoda frente al piano, agarra la guitarra. Nervio pop. Se nota tanto lo que le gusta que resulta inspirador. Incluso lanzan los primeros acordes de 'Purple rain'.
Les va bien a Veintiuno y todos sabemos que ya son casi veteranos de todas las salas, los rechazos, las pequeñas grandes victorias que ahora disfrutan. 'Corazonada' es su último disco y es bastante pepino, con unas letras generacionales y un desarrollo rítmico severo. 'Cabezabajo' es más vieja y a la vez certera. La luna manchega observa curiosa mientras el personal, convenientemente sentado y fetén, eh, aúlla que "hay poesía en perder el control".
'Haters', 'Nudes', 'Ay, corazón', 'Lluéveme un río', 'Dopamina'. También hay repertorio aquí. De vuelta a Madrid hay debate sobre si estos o aquellos: resultado incierto. Hemos pasado una noche toledana de música en directo: inequívoca evasión y victoria. Dan ganas de hablar de las bandas que tienen la determinación de querer ser nuestra banda sonora futura. Igual lo son, igual no. Lo fueron el 21 de agosto de 2021.
Mientras vamos por la A-42, Ricardo me manda las fotos. Hasta que no las veo no termino de comprender los conciertos. Es el lenguaje que complementa a las palabras que se lleva el viento. Solo que son las imágenes las que nos quedan para los restos. Aquella noche tiene un par de instantáneas y tres o cuatro canciones. Aquella noche ya fue ayer pero, ¿por qué soñamos con ser periodistas del rock? Para vivir parasiempre (todojunto) en aquella noche eterna.