El primer paso para lograr esta meta es adentrarse en cursos que proporcionen unas nociones básicas sobre el idioma que se desea aprender.
La lengua no materna más hablada por los españoles es el inglés, cuya base es impartida ya desde el colegio hasta el curso pre-universitario, en este caso bachiller. Para seguir avanzando en los distintos niveles superiores de este idioma, es recomendable apuntarse a cursos complementarios con este objetivo.
Un curso de inglés en Madrid es una buena opción para mejorar el nivel de esta lengua debido a su amplio abanico de ofertas complementarias de ocio para practicarlo, como el gran número de angloparlantes residentes en la capital o los locales que ofrecen intercambios de idiomas para seguir mejorándolo fuera de las aulas.
No obstante, muchas personas optan por no quedarse anclados en el conocimiento de una lengua -aparte de la que se habla en su país- y deciden adentrarse en el conocimiento de otra diferente.
El francés -también impartida en la enseñanza pública española-, el alemán o el italiano son las tres lenguas más frecuentes para complementar con el español y el inglés por parte de aquellos que aspiran a ser verdaderos políglotas.
Las ventajas de esta capacidad no son sólo lingüísticas, sino que abarcan beneficios de muchos otros tipos, según diversos estudios:
Cognitivas: el hecho de hablar varios idiomas aporta una mayor flexibilidad cognitiva, lo que les ayuda a adaptarse mejor a una circunstancia nueva o inesperada que aquellos que solo conocen una sola lengua.
Agilidad mental: esta es una capacidad que se alarga más en el tiempo en los políglotas que en aquellos monolingües.
Las probabilidades de Alzheimer, más tardías: aquellos que dominan varios idiomas desarrollan esta enfermedad hasta 5 años más tarde que los que solo hablan una lengua.
Los niños son más resolutivos: aquellos niños que hablan dos idiomas ya desde pequeños realizan mejor las tareas que implican creatividad y capacidad de resolución de problemas.
Pensar en otra lengua ayuda a tomar decisiones más racionales
Las palabras se ven de forma distinta a como lo hacen los monolingües: la gente que habla más de una lengua puede procesar las palabras de una forma más rápida que aquellos que solo dominan la materna.
Estas son algunas de las ventajas más destacadas de ser políglota, que abre numerosas puertas a nivel intelectual, social, cultural y laboral, por lo que todo lo que se puede seguir diciendo en este aspecto son ventajas.