Comenzó la Vuelta a España 2015 con una contrarreloj por equipos que ganó el BMC, pero que no contó para los tiempos de la clasificación general. Peter Velits es el primer líder de la general provisional, ante una excesiva calma de la mayoría de equipos.
Ya está aquí la tercera y última grande del 2015: la Vuelta a España. Siempre exigente no sólo por el perfil de sus etapas sino también por el clima peninsular y lo avanzado del calendario de carreras. En esta edición el puntapié Puerto Banús y final en Marbella, 7,4 km de contrarreloj por equipos, cuyos tiempos no cuentan para la clasificación general -sólo para victoria de etapa y tiempos de equipos-.
Con la excepción de la ausencia más que justificada de Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) y del colombiano Rigoberto Urán (Etixx-Quick Step), los corredores más destacados dijeron presente en tierras españolas, incluyendo a Chris Froome (Skype), el dúo Nairo Quintana y Alejandro Valverde (Movistar), Joaquim ‘Purito’ Rodríguez (Katusha), Vincenzo Nibali (Astana), etc.
El BMC volvió a ser el equipo más fuerte contra el crono. De todos modos, que el tiempo no contara para la clasificación en la general, quitó tensión a la jornada y por momentos pareció más una prueba de exhibición que el inicio de una gran vuelta. Antes del final el ritmo cauto y calmo de Sky y Katusha, los dos últimos equipos en salir a rodar, auguraban con certeza de que Peter Velits sería el primero en vestir el maillot rojo en esta edición de la Vuelta.
En esta ocasión, los legítimos intereses vinculados a la promoción turística pesaron más que otros, haciendo de esta etapa inaugural algo más que olvidable. No considerar los tiempos para la clasificación en la general fue la respuesta que dio la organización ante las inquietudes y temores de varios equipos y corredores por el trazado de la etapa. Podría haberse cambiado éste y garantizar así el espectáculo deportivo. No se hizo.
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