Ya lo creo que el titular de este artículo dice algo que todos sabemos muy bien. Lo vivimos todos los días; quizá justo ahora mientras intentas ver una película en línea o lo que sea que demande la descarga expedita de bytes a tu equipo. Sabes que la experiencia promedio es, a decir verdad, mediocre. Esto viene a corroborarse en números con el mapa de arriba, donde queda claro que la banda ancha en nuestros países, desde México hasta Argentina, incluyendo Brasil y España, está por los suelos en comparación con otros y tan deslucida como esos colores.
El mapa fue creado por la gente de Pando Networks, basado en datos recogidos del 1 de enero al 30 de junio de este 2011. Sobre la base de 35 Petabytes de datos, 27 millones de descargas, 20 millones de usuarios, a lo largo y ancho de 18.017 proveedores de servicio (ISP) en 224 países. La muestra es a todas luces significativa, a partir de la cual calcularon que el mundo promedia una velocidad de acceso a Internet de 580 KBps, y estos los diez países con mejor banda ancha:
Corea del Sur, 2.202 KBps
Rumania, 1.909 KBps
Bulgaria, 1611 KBps
Lituania, 1.463 KBps
Letonia, 1.377 KBps
Japón, 1.364 KBps
Suecia, 1.234 KBps
Ucrania, 1.190 KBps
Dinamarca, 1.020 KBps
Hong Kong, 992 KBps
Nota: 2.202 KBps se lee “dos mil doscientos dos kilobytes por segundo” (es decir, son unos 132 MB por minuto).
El dato de la velocidad es importante. Lo es también uno asociado que es el porcentaje de descargas exitosas, que nos dice qué tan confiable es nuestra conexión (o ISP). Como lo supone la intuición, Pando Networks encontró que los países con el Internet más veloz también dominan los porcentajes de descargas completadas. Corea del Sur, Hong Kong y Japón están en los primeros lugares; 94% el primero, 93% los otros dos.
Países como Alemania ofrecen banda ancha promedio de 647 KBps, EE. UU. 616 KBps y Reino Unido 599 KBps. Recomiendo la lectura de la presentación de Pando Networks con todos los datos.
Pando Networks no aclara con precisión cuáles son los países más lentos, pero sí cuáles las doce ciudades más lentas. Entre ellas, de América Latina, en orden descendente:
Juiz de Fora, Brasil, 73 KBps
Catanduva, Brasil, 72 KBps
Los Teques, Venezuela, 70 KBps
Santa Cruz, Bolivia, 62 KBps
Itapema, Brasil, 61 KBps
Pero como podemos apreciar en el mapa interactivo, luego de hacer las conversiones correspondientes a MBps, tenemos que:
España, 394 KBps
Chile, 288 KBps
México, 237 KBps
Colombia, 183 KBps
Perú, 161 KBps
Argentina, 132 KBps
Ecuador, 126 KBps
Venezuela, 122 KBps
Brasil, 105 KBps
En comparación con Corea del Sur, Brasil es 21 veces más lento, Argentina, 17; México, 9, y España casi 6. En el caso de México, que es donde vivo, el mejor plan del ISP dominante, Infinitum Negocio Premium dice “Recepción hasta 6 Mb. Transmisión hasta 768 Kbps.” Noten que en recepción dice 6 Mb, que no es lo mismo que 6 MB. Para aumentar la confusión, tampoco agregan el sufijo “ps”. Por lo tanto mejor conexión que ofrece Telmex es de
6 Mbps, es decir, aproximadamente 750 KBps de bajada.
768 Kbps, es decir, unos 96 KBps de subida. No quiero ni saber cuánto cuesta este servicio.
Publicidad engañosa, pues. (Si continúan confundidos, usen este conversor de unidades.)
¿Qué podemos decir luego de conocer esos números? Que la banda ancha en América Latina no es tal, no existe. Que, comparativamente hablando, debiera llamarse “banda angosta”. Ni qué decir de los precios por MBps, donde si hacemos un análisis costo/beneficio la situación presume ser todavía peor.
Internet se convirtió en herramienta imprescindible, fundamental, para el desarrollo de prácticamente todos los aspectos de nuestra sociedad, del económico al cultural, del social al gubernamental, del educativo al científico. Sin Internet de banda ancha verdadera hay desventajas competitivas, científicas, incluso culturales. Ciertamente, los gobiernos, ISP (o monopolios en turno), ONG y todos nosotros ciudadanos lo sabemos de una u otra manera. Tampoco es que digamos nada nuevo. Mas sirvan estos datos para poner la situación en perspectiva, recordar lo lejos que estamos de algunos, y concienciar sobre la necesidad de planes a gran escala para ofrecer el acceso más rápido posible a Internet.