
"Nieva copiosamente y ya no se ve su espalda. El está de pie junto a la puerta y mira sus huellas: tres pasos que descienden, cruzan la calle en diagonal hacia la izquierda y desaparecen.
Ventisquea y los copos de nieve penetran por el vano de la puerta y golpean su camisa, pero él no se mueve. El aire desprende un leve olor a tierra húmeda, aunque no sea posible: esa estrecha calle adoquinada, apresada entre la densidad del hormigón, está en el corazón de la ciudad vieja."
Tras leer la demoledora Nada, era imposible no sucumbir a la búsqueda de otras obras de Teller. Si lo habéis leído me comprenderéis, y en caso de no haberlo hecho, aquí tenéis la entrada dedicada a ese libro. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Ven.
Petra Winter irrumpe en el despacho de un editor para pedirle que frene la publicación de un libro. Se trata de un libro que el editor sabe tendrá muchas ventas, un libro bien escrito que habla de una situación escabrosa que incluye una violación múltiple en un país africano. Ella afirma ser la protagonista novelada de la historia, por eso acude a quien toma la decisión última.
- Es mi historia -dijo ella quedamente.- Una historia no tiene dueño -respondió él al final.
Teller regresa a mis estantes con un libro en el que la narración se centra en un editor sin nombre y el dilema último de si publicar o no una obra. A medida que durante una única noche redacta un discurso, recuerda el encuentro con una mujer que apela a su conciencia para pedirle que no publique la obra. La duda es clara: el libro no la nombra, aunque está protagonizado por una mujer y se desarrolla en un país en el que ella estuvo. Las similitudes son demasiadas y ella no es quien ha escrito el libro, pero es su historia. Entonces, ¿qué hacer? ¿hasta que punto es un escritor dueño de las historias que cuenta o ladrón de las vidas que le inspiran sus novelas?, ¿Cuál es el límite, el borde de la realidad que se traspasa a la hora de escribir un libro? Y, por supuesto, qué papel le tocará jugar al editor que es quien en última instancia decide si se publica o no el libro.
Todas las historias pertenecen a otros. Ni siquiera la historia de nuestra vida puede contarse sin relatar la vida de otros.
Con una estructura minimalista incluso fragmentada, Teller escribe una novelita de apenas 150 páginas que da más para reflexión y discusiones que como lectura. He tenido la sensación, no voy a negarlo, de que una estructura más convencional hubiera aprovechado más la historia, sin embargo, también es cierto que hubiera alcanzado mucha menos profundidad lectora. Esto sucede porque a medida que el editor avanza en un discurso que vamos leyendo en cursiva, y valiéndose la autora de la reflexiones que provocan que "borre" y "reescriba", el lector se va dejando caer en la espiral de pensamientos de quien se siente atrapado entre su conciencia y su cargo.Oscila entre repudiar o aceptar la novela, buceando entre sus pensamientos en busca de la respuesta perfecta que no existe. Y no existe esta vez como no existió otras tantas también en el ámbito privado de la vida del protagonista. A veces, sólo hace falta una última pregunta, un último dilema, para que nos cuestionemos las grandes decisiones de nuestra vida.
- Tu decides
Janne Teller nos propone con Ven una narración moderna con una historia sobre la capacidad de decidir y las responsabilidades que se asumen con cada decisión. Y también, por qué no, sobre la conciencia. Me ha gustado, me ha hecho pensar y, sobre todo, me ha proporcionado una buena conversación entre lectores.
Y vosotros, qué pensáis al respecto, ¿si novelan una vida lo suficiente, deja de pertenecer a quien la vive para que cualquiera la pueda escribir?
Gracias
