![Vencer a base de eslóganes Vencer a base de eslóganes](https://m1.paperblog.com/i/621/6214387/vencer-base-esloganes-L-VYzQ40.png)
No sé si de una p*** vez saldremos vencedores de la pandemia contra la que desde hace siete meses ¿luchamos?. Las armas empleadas al tratarse de cuestiones científicas es lógico que escapen a nuestro conocimiento. Sin embargo al ver cómo en las distintas oleadas los hospitales se iban o se van colapsando y constatar que las camas UCI son ocupadas por los pacientes una media de 21 días alcanzando algunos categoría de noticia televisiva al salir de ellas nada más y nada menos que a los 120 no se puede por menos que exclamar: ¡Madre mía, así no hay quien pueda descargar de enfermos hospital alguno!
Afortunadamente (intúyase aquí el tono irónico) los políticos desde sus asépticos y soleados despachos también luchan denodadamente contra la invasión invisible que es la COVID19. Así lo han hecho durante el verano, atentos siempre a mejorar la vida ciudadana, si bien, claro, tras unas merecidas vacaciones buceando en aguas cristalinas, yendo airosos en moto, tostándose al sol en nuestras desabarrotadas playas… Las vacaciones son irrenunciables, eso lo sabemos todos, faltaría más.
De regreso al tráfago citadino se han topado con que el Coronavirus, desatento como no hay par, no sólo no se había ido de vacaciones sino que había conquistado muchas de las plazas UCI y de las plantas de hospital que en abril y mayo había perdido. Había, pues, que retomar el esfuerzo aparcado y así lo han hecho. Igual que los procesadores de portátiles y smartphones conocen sucesivas generaciones que los van mejorando adecuándose a las nuevas necesidades, nuestros mandamases han seguido creando nuevos eslóganes ante los que el virus maldito sabemos de buena tinta tiembla como niño que se sabe perdido.
“Este virus lo paramos unidos“, uno de los iniciales dio paso a un convincente (¡?) “Saldremos más fuertes“ y otros de este jaez para llegar a un último “España puede“. Los ciudadanos ante esta realidad nos miramos atónitos unos a otros al ver el estado en que estamos inmersos y al que nos ha conducido el despropósito organizativo de nuestros dirigentes que fácilmente se resumiría en el “¡Sálvese quien pueda!” que ya constatamos durante las primeras semanas del Estado de Alarma y mando único, reconvertido ahora en mando descentralizado, o sea, en 17 mandos distintos en “co-gobernanza” (véase el palabro) -dicen-con el Gobierno central.
Lo duro y evidente es que no mejoramos, que todo se nos va en verborrea, en palabrería. Pasamos sin solución de continuidad de un ‘Somos los mejores en…’ a un ‘Somos los peores en…’. No tenemos término medio, no somos ecuánimes, no somos solidarios, demostramos un comportamiento infantil de mucho preocupar: si me prohíben hacer tal cosa, ya procuraré yo saltarme la norma; y si no me prohíben algo que sé peligroso para mí o los otros ¿por qué no voy a hacerlo? Terrible.
![Vencer a base de eslóganes Vencer a base de eslóganes](https://m1.paperblog.com/i/621/6214387/vencer-base-esloganes-L-zhMqOW.jpeg)
Recuerdo de mi juventud salmantina los eslóganes fijados con sangre de toro que existían en el exterior de las catedrales y otros monumentos señeros. Concretamente en la Catedral Nueva, al modo de los Vítores que durante el Renacimiento los universitarios salmantinos al licenciarse hacían colocar en las fachadas de sus casas, escuelas universitarias o iglesias y catedrales, lucía uno referido al dictador Francisco Franco que en macarrónico latín rezaba: “Franciscus Franco, Miles Gloriosus,”. La ignorancia en cuestión de eslóganes es muy atrevida y los aduladores franquistas ignoraban que en su afán de halagar estaban tildando al Generalísimo de “Fanfarrón“, algo por lo demás nada equivocado, desde luego.
Quizás este adjetivo sea consustancial a lo español como se vio durante la época imperial en que los soldados de los tercios que se paseaban por Europa era calificados de ‘bizarros‘, adjetivo con el que, en sentido trasladado, se les quería tildar de ‘arrogantes’, ‘vanos’, ‘presuntuosos’, etc., aunque ellos lo entendiesen en el sentido recto de ‘valientes’ o ‘esforzados’. Creo que en estos momentos aciagos está emergiendo lo que nunca ha desaparecido de nosotros: nuestra presuntuosa arrogancia vana e inane que ante las dificultades echa mano de estéril palabrería a la espera de que escampe el temporal. Qué le vamos a hacer. España y yo somos así, señores.