Mercaderías en oferta
Si se realizara una encuesta para definir a los vendedores callejeros en Egipto, abundarían opiniones del tipo: fastidiosos, insufribles, etc. Pero sinónimos más o menos, los vendedores de la esclusa de Esna, son arrojados y muy originales. No he visto otros como ellos.En la localidad egipcia de Esna, hay una esclusa que permite salvar un desnivel de unos 10 metros para navegar en el Nilo.
Siguen en la esclusa
Al acercarse el barco a la esclusa, el mismo se detiene si hay otro barco cruzando o disminuye la velocidad para hacer los ajustes necesarios para pasar.Esta situación la aprovechan los vendedores, en canoas, que se colocan delante de barco y comienzan, a los gritos a ofrecer su mercadería que lanzan, con gran puntería hasta el nivel superior del barco, donde están los compradores potenciales.
Bonito, barato, mirar, sólo mirar
Como si fuesen mariscales de un equipo de futbol americano van lanzando a las manos de los pasajeros, manteles, toallas, chilabas (túnicas) y otras prendas. El dinero vuelve por la misma vía. Las canoas entran a la esclusa empujadas por el barco y continúa el regateo.Como el barco pasa justito, a los costados de la esclusa están apostados curiosos y vendedores sin canoas que actúan de la misma forma. Lanzan los productos y dan un precio alto para luego ofrecer rebajas. Siempre hay gente que compra.El regateo sólo termina cuando las compuertas se abren y dejan continuar el viaje.
Fin de regateo
Uno termina admirando el ingenio y la tenacidad de estos vendedores.