
En la venta ocurre lo mismo, ser guapo, alto y atlético, es el equivalente al precio, a la calidad o a la economía del momento, es decir, no tenemos control sobre ello, son factores estáticos de los que poco o nada podemos ocuparnos. Por lo tanto debemos actuar sobre aquello si somos capaces de controlar. Nuestro aspecto, nuestra educación, nuestra forma de presentarnos, la forma de presentar las ofertas y su seguimiento etc. Por lo tanto un vendedor puede actuar y ser excelente en una serie de factores que si controla:
- La primera impresión
- Los conocimientos del producto y el mercado
- La sensibilidad, creatividad y empatía con el cliente
- El entusiasmo, las ganas de arriesgar y la flexibilidad
- Y sobre todo, la ética y la honestidad en el trabajo.
Estas características de la excelencia, se pueden aprender y practicar, y son características de las cuales podemos tener un control total, cada una de estas características nos harán ganar puntos ante el cliente y así, cuando le pidamos el pedido final, el cliente evaluará mentalmente y habremos conseguido superar aquellas en las que no tenemos control
