Vender la guerra y los archivos secretos de Irak son dos vídeos que exponen algunas de las mentiras y despropósitos sobre los que están fundamentadas las dos últimas guerras de Irak.
Nayirah, la falsa enfermera hija del embajador de kuwait
En el primero, vender la guerra, se evidencian cómo fueron preparadas algunas de las mentiras que sirvieron al imperio y sus aliados para justificar la guerra del Golfo ante la opinión pública. Por ejemplo, se utilizó en sede del Comité del Congreso para los Derechos Humanos el testimonio de una niña que, compungida y llorosa, aseguraba haber sido testigo de cómo soldados irakíes sacaban a recién nacidos de las incubadoras del hospital de Kuwait para llevárselas. Este horripilante testimonio iba cambiando en sus detalles a medida que pasaban los días cual chismorreo, e incluso la variante de un doctor kuwaití que afirmaba haber amortajado él mismo a decenas de bebés, acabó siendo leída en sede de las Naciones Unidas. Organizaciones como Amnistía Internacional aportaban su granito de arena a la desinformación que justificaría la guerra ofreciendo cifras exactas del número de recién nacidos que habían sido sacados de las incubadoras. 312 afirmaron. Dos días después de la lectura de este testimonio, las Naciones Unidas aprobaban el uso de la fuerza contra Irak.
Varias investigaciones independientes demostrarían más tarde que este suceso nunca había ocurrido. La historia de las incubadoras fue completamente inventada. La niña testigo resultó ser la hija menor del embajador de Kuwait para EEUU y Canadá, y hacía años que no pisaba suelo de Kuwait. Su relado además de inventado, fue ensayado junto con otros “actores”.
A través de una organización llamada “Cuidadanos por un Kuwait libre“, que contrata los servicios de Hill & Knowlton (H&K), y con un presupuesto similar al coste de las campañas electorales de la época, (10 millones de dólares), fueron implementadas técnicas avanzadas de marketing para “sensibilizar” a la opinión pública estadounidense.
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Vídeo y subtítulos: Quien mucho abarca