Revista Coaching

Vender y enseñar sin zanahorias

Por Mariodehtercom
Cambia la manera de seducir a los clientes y a los estudiantes

Seducir y Persuadir

Hasta la década de los ‘80 del Siglo XX (¿parece un tiempo muy lejano, verdad?) los empresarios y los profesionales independientes no tenían que preocuparse por el paradigma de “la zanahoria” para influenciar y persuadir a sus clientes.

Ellos ofrecían lo suyo como les resultaba más conveniente y nosotros, sus clientes, teníamos una opción limitada entre aceptar o rechazar sus ofertas. —“Tómalo o déjalo” era el único camino posible cuando nos decían —“Esto es lo que hay”.

Hasta ese momento había mínimas regulaciones que se debían cumplir para ofrecer productos y servicios. Además, la competencia internacional era casi inexistente. Aunque cueste creerlo, cuestiones tales como la “internacionalización de la economía” o “la economía de mercado” comenzó a tener suficiente potencia para influenciar en el comportamiento de las empresas y los consumidores en los primeros años de la década de 1990.

Los tiempos han cambiado; tanto, que hablar de lo que ocurría hasta fines de los años 1980 parece bastante más cercano al frío paleolítico que al incandescente presente. Los clientes tenemos más opciones para elegir entre gran cantidad de diseños y calidades; de alguna manera están funcionando normativas que regulan lo que pueden y lo que no deben hacer nuestros proveedores de servicios y productos y, sobre todo, ahora son los proveedores los que se deben preocupar con cuidado a qué público deciden ofrecer qué, para qué, dónde y cómo.

Cada vez más se complica entrar y permanecer en los mercados: la escasez de recursos, la competencia de precios, el conocimiento para innovar y la capacidad de ofrecer satisfacción para resultar atractivos y deseables en el intelecto y la emoción de cada consumidor. También, en seducir y atraer la atención de los estudiantes…

Lo mismo ocurre con las clínicas dentales, los fabricantes de automóviles, los diseñadores de ropa, los productores de películas y, también, con la educación. ¿A qué tú ya analizas quién enseña, qué profesión, en varias Universidades además de seleccionar la que te quede más cerca de tu residencia habitual? ¿A qué ya no sólo eliges unas zapatillas por el color, sino también por sus propiedades para correr, caminar o estar en casa? ¿A que desde hace un tiempo a esta parte te has comenzado a interesar por consumir productos con insumos respetuosos del medio ambiente?


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