VENDRÁN TIEMPOS MEJORES. Sé que ahora no parezco muy útil, sentado en casa bebiendo cerveza, sin ganar la mitad del dinero que te cuesto. Ni la mitad, ni la cuarta parte, ni nada, esperando a que vuelvas de trabajar, inmóvil. Pero estoy seguro de que las cosas se van a arreglar.
Yo tampoco me siento muy bien. Me siento mejor que si tuviera que levantarme a las siete de la mañana para ir a sonreír a un jefe no demasiado agradable, pero no me siento bien.
No sirvo para vivir a tu costa pero lo cierto es que se me da aún peor vivir a la mía, así que no sé qué demonios voy a hacer.
Por el momento voy apuntando las cervezas que te debo, meticulosamente, porque estoy casi seguro de que vendrán tiempos mejores.
Ray Loriga, Días extraños