Si hay una ciudad romántica por excelencia es Venecia. Los palacios, los puentes, los canales, las góndolas y hasta los vidrios en tono salmón de las farolas hacen pensar que se está en la ciudad más romántica del mundo.
Es una ciudad turística todo el año por eso lo ideal es huir de los meses que van más turistas para poder disfrutar más relajados.Además que se pueden encontrar verdaderas gangas de vuelo y hotel entre semana durante los meses de invierno.
Restaurantes a pie del Gran Canal
Para moverse por la ciudad es ideal ir andando entre las callejuelas y descubrir las maravillas que ofrece esta joya italiana. Si se opta por los “vaporetto” veremos que los gastos se disparan de forma vertiginosa ya que un viaje puede llegar a costar unos seis euros.
La plaza San Marco es el corazón de la ciudad. La basílica se encuentra en la misma plaza y es uno de los lugares más visitados del mundo. Los arcos que rodean la plaza dan una sensación de amplitud y majestuosidad.
Basílica di San Marco
Una visita obligada para los amantes del arte es el Palacio Ducal (siglo IX). Vale la pena pagar su entrada (15-20 euros) para ver las grandes salas con frescos impresionantes. Si antes de ir a Venecia se ha visitado la Capilla Sixtina en el Vaticano, ésta se os hará pequeña e insignificante al lado de las que encontraréis en el Palacio.
Isla de Burano
Hay experiencias que uno no puede dejar de vivir en Venecia como degustar las deliciosas porciones de pizza que hay por toda la ciudad o tomarse a media tarde un vinito en una taberna típica con los lugareños.
En la avenida principal de la Isla de Burano un centro social donde iba la gente de la isladonde había una larga barra donde tomarse un vinito. El ambiente era genial, todo de gente mayor de la isla pasando un buen rato con un vasito de vino y un embutido delicioso!
En general la ciudad es cara. Los menús ven incrementado el precio inicial con el suplemento del cubierto y en ocasiones con precios astronómicos por la bebida. Pero es un mal menor que se soporta bastante bien fruto del embrujo que se siente sólo poner los pies en la isla.
¿Será que te acabas enamorando de la ciudad?