Revista Cultura y Ocio

Venecia y el jersey de rayas

Publicado el 17 noviembre 2015 por Iñigo De Jaime

Venecia y el jersey de rayasPara una persona de mi generación (os recuerdo que soy cuarentañero) la voz de David Summers cantando "Venezia" es un recuerdo de los éxitos musicales que ponían a todas horas por la radio, en las discotecas, en las fiestas... hasta en la sopa.

Cierto, tengo que reconocer que Hombres G no entraba entre mis gustos musicales preferidos pero también les debo un reconocimiento: acaban de cumplirse exactamente 30 años ya desde la publicación de ese single, y cada vez que alguien dice la palabra Venecia, todavía me viene a la cabeza su absurdo pero pegadizo estribillo: Venezia... ¡CHA! ¡CHA! ¡CHA!

Lo tengo preparado, tengo las maletas
Vamos juntos hasta Italia, quiero comprarme un jersey a rayas
Pasaremos de la mafia, nos bañaremos en la playa...

Mejores recuerdos, eso sí, tengo de la famosísima ciudad de los canales (si digo otra vez Venezia entramos en bucle). La capital del Véneto es sin duda una de las ciudades más bellas y originales del mundo que he tenido la oportunidad de visitar a lo largo de mi vida.

De todos modos y con antelación a cualquier cosa también os diré que va a ser muy difícil describiros esta ciudad, apodada la Serenísima, del norte de Italia. Por este motivo os recomiendo ver el magnífico escenario de las novelas comentadas en el anterior post, con vuestros propios ojos, y que saquéis vuestras personales conclusiones. Yo únicamente intentaré transmitiros mis sensaciones y las rutas que recomendaría si tenéis oportunidad de viajar a ella.

Venecia y el jersey de rayas

Lo primero que creo debo comentar es que la ciudad está construida en una laguna al norte del mar Adriático (noreste de Italia) sobre un archipiélago de 118 pequeñas islas unidas entre sí por 455 puentes.

Este original diseño implica varias cuestiones que deberán tenerse en cuenta:

- Por ejemplo, a saber, en el interior de la ciudad no hay tráfico rodado, todo es peatonal excepto la navegación por los canales que componen dicho archipiélago; por lo que moverse por la Serenísima implica andar o navegar por el Gran Canal entre F y A del mapa, y sus "calles" de agua.

Las opciones son: las lanchas-taxis, de coste elevado; los traghetti, que atraviesan en algunos puntos el Gran Canal; y los vaporettos, equivalentes a los autobuses pero con forma de embarcaciones transbordadoras. Alguno diréis que me he olvidado de incluir las más conocidas embarcaciones de la capital del Véneto, pero las famosas góndolas (y sus gondoleros con su jersey de rayas) no son una opción de transporte realmente sino, especialmente por su precio, únicamente una atracción turística.

Por cierto, la policía, los bomberos, los recogedores de basura, etc... ¡también van en barco!

- Otra cuestión a valorar dada la particular estructura de la ciudad es que el archipiélago se comunica con la "tierra firme" a través del Puente de la Libertad, que desde la vecina Mestre comunica tren (punto D del mapa que os adjuntaba), autobuses o taxis hasta la Piazzale Roma a la entrada. Por tanto, existen dos opciones para elegir lugar para dormir: a) Mestre: hay ofertas de numerosos hoteles para todos los bolsillos. Nosotros elegimos el NH Laguna Palace, y en media hora estás en la Serenísima; b) En la propia ciudad, donde los hoteles suelen ser más pequeños, y más caros (en la barra lateral tienes un enlace a booking que te ayudará a elegir)

SÁBADO:

En cuanto a rutas a recomendar podría remitiros a las numerosas guías que existen pero prefiero recordar con vosotros el fin de semana y los lugares que yo recorrí:

Dependiendo de cómo lleguéis a la ciudad (en crucero -punto E del mapa-, taxi o autobús -punto G... del mapa, no otro ¡¡pícarones!!- o tren -punto D-) una buena opción es en primer lugar tomar un vaporetto a la altura del Puente de Calatrava (a mí no me gusta, pero no quiero entrar en su polémica construcción y correspondiente coste). Cruzaremos de este modo todo el Gran Canal hasta la Plaza de San Marcos (punto A). Un plácido recorrido sobre el agua que simplemente os dejará boquiabiertos y con el pulsador de la cámara de fotos sobrecalentado de tantos lugares que fotografiar, incluyendo el famosísimo puente Rialto que une ambos lados del Gran Canal. Como muestra los siguientes botones:

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Con esta alternativa, descenderemos en la famosa plaza siendo de los primeros turistas y evitaremos algo (siempre hay mucha gente) de colas. A la Plaza de San Marcos accederás desde el Gran Canal y ya podrás disfrutar del centro neurálgico y sus famosas columnas de San Marcos y San Teodoro. A vuestra derecha el Palacio de Ducal, donde sus majestuosos rincones y estancias, o la impresionante Sala del Consejo, darán fe de la gran importancia histórica que en el pasado alcanzó la ciudad.

Será visita obligada entrar en la Basílica de San Marcos, la gran joya del arte bizantina, pasear por los pórticos de la plaza, o acercarse al Puente de los Suspiros, el cual fue construido en 1614, y une el edificio del Palacio Ducal, en la parte posterior de éste, con los calabozos. Su nombre viene precisamente de los supuestos suspiros que hacían los reos condenados y trasladados por dicho puente, viendo desde éste la última imagen de la laguna y la Iglesia de San Giorgio Maggiore. Pero para tener, sin duda, las mejores vistas de la ciudad deberéis subir a la Torre del Campanile, otro de los monumentos de San Marcos.

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En mi caso la ruta que seguimos posteriormente fue salir por la Torre dell'Orologio en dirección al puente más conocido que cruza el Gran Canal y nos acerca al lado oeste de la ciudad: el Rialto. Merece la pena perderse por las callejuelas y canales simplemente dejándose llevar hasta el famoso puente.

Después patear los hermosos barrios de San Polo y San Croce, y si os sobra tiempo, pagar los hasta 100 €, por tres cuartos de hora, que os cobrarán por pasear en góndola al atardecer mientras el gondolero (como no podía ser menos, con un jersey a rayas) entona una típica canción romántica. El "o sole mío" está casi garantizado.

DOMINGO:

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Venecia y el jersey de rayas

Para el domingo una buena opción es conocer el barrio o sestieri de Cannaregio (el verde del mapa)

Paseando podéis dirigiros, perdiéndoos por los estrechos callejones, pasadizos y numerosos canales donde apenas encontraremos ya turistas, al antiguo Gueto ( Ghetto en italiano) judío medieval y cuya historia yo desconocía antes de mi visita: en 1516 las autoridades religiosas cristianas decretaron que los aproximadamente setecientos judíos que vivían en la ciudad debían concentrarse en este islote de Cannaregio, donde, con dos únicos accesos, los judíos podían ser vigilados (guardias cristianos que pagaban los mismos judíos). Inicialmente la actividad que se desarrollaba en el islote era la "fundición", que en italiano del véneto se decía getto o gheto, de ahí el nombre. Los judíos podían salir solamente por el día a trabajar fuera pero su concentración llegó a formar una población de 4.000 habitantes en el siglo XVII, por lo que los "rascacielos" o edificios más altos de la ciudad los podréis ver aquí.

Añadir que hasta 1797, cuando Napoleón conquistó la ciudad, no pudo la población judía salir del gueto, aunque realmente hasta 1866 no pudieron ser libres... ¡Tres siglos y medio después de ser encerrados!. De todas maneras, la cosa no acabó ahí, antes del comienzo de la II Guerra Mundial vivían unos 1.500 judíos en el islote, y no todos pudieron huir antes de que les deportarán los nazis. Actualmente, aunque el gueto sigue siendo parte importante de la vida cotidiana de la ciudad, sólo 500 judíos viven en la misma, y únicamente 30 en el gueto.

Bueno que me pierdo, volviendo a la ruta del domingo que realizamos, comentaros que algunas de las bellezas ( puente Scalzi, Santa María di Nazareth, Madonna dell'Orto, Palazzo Michiel, Santa Maria dei Miracoli, La pescheria) que podréis ver en vuestro recorrido hasta llegar, esta vez andando y pateando el lado este de la ciudad, a la Plaza de San Marcos, y luego de vuelta en vaporetto (es decir el orden contrario a la ruta del sábado) os las incluyo en la última serie de fotos que sirven de despedida de este post.

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Ciao Venecia.

Io sono il capone della mafia Lo tengo preparado, tengo las maletas
Vamos juntos hasta Italia, quiero comprarme un jersey a rayas
Pasaremos de la mafia, nos bañaremos en la playa...

Io sono il figlio della mia mamma
Tu sei uno stronzo di merda ¡JA! ¡JA! ¡JA!
E un figlio di troia in Venezia
Venezia...
Venezia...
Venezia... ¡CHA! ¡CHA! ¡CHA!

¡Vaya! He vuelto a nombrarla (sic) y ahora no puedo dejar de canturrear la cancioncita:


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