Venecia y Un paseo en góndola.

Si vas a Venecia, algo imprescindible que tienes que hacer es premiarte con un paseo en góndola.

Cumpliendo con todas y cada una de las actuaciones que un turista que se precie debe hacer, nosotros también montamos en góndola. He de confesar que fue una experiencia inolvidable y ciertamente no me la imaginaba así.

Justo una pareja estaba bajando, cuando vimos la oportunidad de subir nosotros.

El paseo en góndola comenzó cerca del famoso puente Rialto e hicimos el típico recorrido que dura 30 minutos, tiempo más que suficiente para disfrutar de la experiencia.

La góndola es una parte inseparable de Venecia. En el siglo X, las góndolas eran unas embarcaciones grandes y provistas, incluso, de una tripulación de remeros, con una cabina central y mucha ornamentación. Fue a partir del siglo XVII que se impuso una estética más austera y se pintaron de negro.

En la actualidad la góndola mide cerca de 11 m de eslora tiene 1,42 m de manga y se compone de 280 piezas de madera diferentes.

Hay en la actualidad unos 425 gondoleros que se ocupan del transporte de turistas fundamentalmente.

Hay una tradición popular según la cual las parejas de enamorados que viajen en góndola y se besen bajo cada uno de los puentes por los que pasen, alcanzarán el amor eterno.

El gondolero que nos llevó era muy simpático y encaminó la embarcación al Gran Canal. Allí me sentí un tanto abrumado y frágil navegando entre el trasiego importante de muchas embarcaciones de más envergadura.

El gondolero nos fue informando de los grandes palacios que dan al Gran Canal, como por ejemplo el palacio de Casanova. También nos habló de la historia de Venecia y de su profesión de gondolero.

Ante nuestras preguntas, nos explicó los requisitos para ser gondolero. Para ejercer la profesión es preciso obtener una licencia del ayuntamiento.
Previamente hay que obtener el título de gondolero, el cual se obtiene aprobando una oposición.

En el concurso es preciso superar un examen práctico de conducción y un examen teórico demostrando suficientes conocimientos de inglés y de historia del arte. Además, es necesario saber nadar y tener conocimientos de socorrismo.

Actualmente, la licencia no tiene un carácter hereditario como era antes. Tampoco es una profesión exclusivamente masculina puesto que desde el año 2007 hay una mujer gondolera.

Probablemente, lo primero que llama la atención cuando se llega a Venecia es que todo el transporte se realiza a través de los canales marítimos. Asi, los autobuses son barcazas grandes que se denominan “vaporetos”, las ambulancias son lanchas motoras, igual que los taxis. Los camiones de la basura o de repartición de mercancías para las tiendas y supermercados son también grandes barcazas.

La góndola actual es un vehículo muy versátil y de poco calado, capaz de moverse por los todos canales de Venecia. En el siglo XVII, se popularizó esta embarcación porque se desenvuelve muy bien por los estrechos canales y es capaz de pasar por debajo de la multitud de puentes que hay en Venecia.

La actividad de las góndolas está gestionada por el Ayuntamiento de Venecia, que es el auténtico propietario de las licencias. Estos permisos se otorgan de por vida al gondolero y hay la posibilidad de que sea traspasada a sus hijos. Si los herederos renuncian a la licencia esta se devuelve al ayuntamiento que la vuelve a alquilar al primer solicitante de una lista de aspirantes.

El uniforme de gondolero incluye un canotier de sombrero con una cinta y una camiseta o jersey con franjas horizontales de colores negro, azul o rojo.

Cuando la marea está muy alta, para pasar bajo los puentes, los gondoleros inclinan la barca hacia un lado y de esa manera el el gondolero tiene más espacio para pasar por debajo de los puentes. Nuestro gondolero nos hizo una excelente demostración.

En nuestro recorrido apacible, una vez que retornamos del Gran Canal, me llamó la atención el silencio de los pequeños canales. Todavía lo recuerdo bien. La góndola se desplaza sobre las verdes aguas sin emitir ruido alguno, sólo el pequeño chapoteo del agua.

Desde que abandonamos los recorridos habituales que utiliza el turismo, encontramos una Venecia solitaria.

Fue una experiencia de paz y tranquilidad inolvidable. Sentimos mucho encanto mientras admirábamos los palacios, los pequeños canales, los puentes, las puertas de las casas medio inundadas, las calles escasamente transitadas

Es lo que tiene Venecia, que la ciudad parece estar masificada y sin embargo hay muchas calles y pequeños canales completamente solitarios. Pero esto, si os parece, os lo describiré mas adelante en otras publicaciones que quiero realizar y, en ellas, espero disfrutar de vuestra compañía. Hasta pronto. iNos vemos!

A gondola ride.

If you go to Venice,
Something essential you have to do is pay homage and reward yourself with a gondola ride.

Not to be outdone, complying with each and every one of the actions that a tourist worth his salt must do, we also ride a gondola. I must confess that it was an unforgettable experience and I certainly did not imagine it that way.

Just a couple was going down, when we saw the opportunity to climb us. The gondola ride began near the famous Rialto Bridge and we made the typical tour that lasts 30 minutes, more than enough time to enjoy the experience.

The gondola is an inseparable part of Venice. In the 10th century, the gondolas were large boats and equipped with rowers, with a central cabin and much ornamentation. It was from the 17th century that a more austere aesthetic was imposed and they were painted black.

Currently, the gondola is about 11 m long and has 1.42 m of beam and is made up of 280 different pieces of wood.

There are currently about 425 gondoliers who deal primarily with tourist transport.

There is a popular tradition according to which couples in love who travel in a gondola and kiss under each of the bridges they pass through will reach eternal love.

The gondolier who took us was very nice and headed the boat to the Grand Canal. There I felt somewhat overwhelmed and fragile sailing among the important transfer of many larger vessels.

The gondolier informed us of the great palaces that overlook the Grand Canal, such as Casanova's palace. He also told us about the history of Venice and his gondolier profession.

Before our questions, he explained the requirements to be a gondolier. To practice the profession it is necessary to obtain a license from the town hall. Previously you have to obtain the title of gondolier, which is obtained by approving an opposition.

In the contest it is necessary to pass a driving test and a theoretical exam demonstrating sufficient knowledge of English and art history. In addition, it is necessary to know how to swim and have knowledge of first aid.

Currently, the license does not have a hereditary character as it was before. Nor is it an exclusively male profession since since 2007 there is a woman gondolier.

Probably, the first thing that catches your eye when you arrive in Venice is that all transport is done through the sea canals. Thus, buses are large barges that are called “vaporetos”, ambulances are motorboats, just like taxis. Garbage trucks or merchandise delivery for stores and supermarkets are also large barges.

The current gondola is a very versatile and low draft vehicle, capable of moving through all the canals of Venice. In the seventeenth century, this vessel became popular because it develops very well through the narrow canals and is able to pass under the multitude of bridges in Venice.

The activity of the gondolas is managed by the Venice City Hall, which is the real owner of the licenses. These permits are granted for life to the gondolier and there is the possibility that it will be transferred to their children. If the heirs waive the license, it is returned to the town hall that re-rents it to the first applicant on a list of applicants.

The gondolier's uniform includes a hat canotier with a ribbon and a t-shirt or sweater with horizontal stripes of black, blue or red colors.

When the tide is too high, to pass under the bridges, the gondoliers tilt the boat to the side and that way the gondolier has more space to pass under the bridges. Our gondolier gave us an excellent demonstration.

On our peaceful journey, once we returned from the Grand Canal, the silence of the small canals caught my attention. I still remember it well. The gondola moves over the green waters without emitting any noise, only the small splash of water.

Since we left the usual routes used by tourism, we found a lonely Venice.

It was an unforgettable experience of peace and tranquility. We felt a lot of charm while admiring the palaces, the small canals, the bridges, the doors of the half-flooded houses, the poorly traveled streets

It is what Venice has, that the city seems to be overcrowded and yet there are many completely lonely streets and small canals. But this, if you think, I will describe later in other publications that I want to make and, in them, I hope to enjoy your company. See you soon. See you!

fuente: https://hive.blog/spanish/@volcandemorcilla/un-paseo-en-gondola-a-gondola-ride