Por Noel Manzanares Blanco
Cuatro días anteriores a la trascendental victoria en las recientes presidenciales de la Hermana nación (1), aludí a cómo la prensa gringa pro imperialista estaba empeñada en engañar a la opinión pública en torno al evento electoral del pasado 20 de Mayo y ejemplifiqué con la infundada tesis de la supuesta “maquinaria cínica para obligar a los venezolanos a votar a favor del régimen” —consta en el Nuevo Herald (2). Poco debe extrañar, entonces, la cantaleta que en este momento se lee en ese órgano miamense. Me explico.
Respaldado por un extenso historial terrorista (3), Carlos Alberto Montaner se queja de que “Nicolás Maduro dice que le votaron más de seis millones de venezolanos, pese a las calles y los colegios electorales casi vacíos”; resalta que atendiendo a “los cálculos más serios, sólo sufragaron 3.5 millones y él [el Presidente Nicolás Maduro] debió obtener algo más de 2.4”; realiza un símil acrítico con las elecciones chilenas en las que se coronó el señor Sebastián Piñera; y casi finaliza declarando su engendro:
“Estados Unidos es la única nación en el planeta que puede destruir financieramente a cualquier país adversario. Puede castigar a China, Rusia y a Irán por ayudar al gobierno de Maduro. Puede amenazar a Cuba con eliminar las remesas de los exiliados o con aplicar totalmente la Ley Helms-Burton, en lugar de suspender ciertas partes cada seis meses, lo que implica que ninguna empresa extranjera podría operar en USA o con USA si la Isla no saca las manos de las FFAA venezolanas” (4).
Al respecto, advierto dos indicadores: por un lado, estadistas cercanos a Washington como los expresidentes de EEUU y de España, Carter y Zapatero, han desmentido las habladurías acerca de la calidad del sistema electoral venezolano (5, 6); por otro, Nicanor Moscoso, integrante de la Comisión de Expertos Electorales de América Latina (CEEAL) en una rueda de prensa, expresó sobre el éxito del pasado 20 de Mayo:
“Técnicamente, hasta hoy, no hemos observado un elemento robusto que puedan descalificar el proceso electoral”. “Podemos recalcar que estas elecciones deben ser reconocidas porque son el resultado de la voluntad del pueblo venezolano”. “[…] la falta de reconocimiento gira en torno a la escena política y no existe hasta donde sabemos ningún elemento sustantivo que ponga entredicho el resultado de este proceso electoral” (7).
Y si a mi examen le incorporo el juicio de Wiliam Serafino en su Venezuela. Qué gana el Gobierno con la liberación de Joshua Holt cuya inscripción adelanta “Aunque el efecto político posterior a la reunión se centró en la liberación de Holt, debido a que Trump lo recibiría en la Casa Blanca, del contexto político general emana un conjunto de detalles clave que no se pueden perder de vista” (8), entonces no albergo la menor duda para sostener que diversos actores desde Venezuela anticiparon un bofetón a Montaner y con ello quedó en ridículo una vez más el blasfemar del vocero de la delincuencia política de origen cubano (9). ¡Qué pena! —exclamo, con una dosis de decencia.
Referencias:
3.- https://www.ecured.cu/Carlos_Alberto_Montaner.
4.- http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/carlos-alberto-montaner/article211705129.html.
8.- http://kaosenlared.net/venezuela-que-gana-el-gobierno-con-la-liberacion-de-joshua-holt/.
9.- http://www.cubainformacion.tv/index.php/la-columna/249-noel-manzanares-blanco/79529-posada-carriles-ipartio-al-infierno.
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