Revista Opinión

Venezuela: “Educación politizada, crisis humanitaria y aulas vacías”

Publicado el 23 abril 2018 por Carlosgu82

Venezuela: “Educación politizada, crisis humanitaria y aulas vacías”

En la Venezuela socialista, ha sido privilegiada de manera dantesca, la cultura político partidista, tornándola mucho más importante que las actividades académicas. Por ello, sólo el activismo político es el que conduce a los cargos de autoridad y no la necesaria actividad y/o formación académica, lo que ha determinado el desarrollo de una tendencia burocrática hacia la centralización y concentración piramidal del poder, produciéndose una clara separación entre la base y la superestructura organizacional en desmedro de planes concretos de desarrollo y acciones para mejorar la eficiencia de las instituciones; tejiéndose igualmente una excesiva y larga línea llamada cadena de mando. Su planificación, al no ser estratégica sino dependiente de una línea de gerencia que atiende lo estrictamente normativo, se torna inflexible, no pudiendo cambiar según las necesidades que se van presentando en lo cotidiano.

Por otra parte, la acentuada crisis social y económica que se vive en Venezuela, también ha venido deteriorando la calidad en la educación, los índices inflacionarios en el país no sólo han afectado a las instituciones privadas, sino también a las públicas. Los problemas vienen desde la educación primaria y secundaria, impactando, igualmente de manera alarmante en el nivel universitario, donde los estudiantes han tenido que desertar por problemas económicos, debido a que los grupos familiares priorizan sus ingresos, en función de buscar la comida para sustentar sus hogares.

Con respecto a los educadores, muchos solicitan el adelanto de sus jubilaciones y/o prestaciones sociales y han demostrado desinterés en sus trabajos, debido a que el salario no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas del hogar. Profesores en plena aula, impartiendo clases, han sufrido desmayos, producto del hambre que padecen, al igual que ha venido ocurriendo también con los estudiantes. Otros, han optado por abandonar sus puestos de trabajo y el país en desbandada, en búsqueda de nuevas oportunidades laborales. La deserción de estudiantes supera el 50% y la de los profesores ronda el 45%.

Asimismo, otro grave problema que viene enfrentando la educación en Venezuela, es la falta de profesionales docentes en las  áreas de Física, Biología, Matemática, Química e Inglés, donde se estima que existe un déficit de profesores por encima de 55%, tal como en declaraciones recientes, señaló Octavio de Lamo, presidente de la Cámara Venezolana de la Educación Privada de Venezuela. Indicó igualmente que, incluso en los planteles privados se las ingenian para conseguir a docentes que cubran esas materias, lo que implica muchas veces hacerles ofertas por encima del sueldo promedio, lo que pudiera acarrear sanciones a las instituciones educativas, por parte del Ministerio del Poder Popular para la Educación.

Bajo esta premisa, es importante resaltar que, si eso sucede en escuelas y liceos privados, es de imaginarse que, en los planteles estatales y municipales del país, la situación sea más complicada, hasta el punto de que, si no se contratan docentes para esas materias, al final del año terminan exonerando a los estudiantes sin ni siquiera haber cursado un trimestre en el área, o se complementan los lapsos académicos, con asignación de trabajos de investigación, consecutiva.

De allí que, todos estos elementos anteriormente mencionados, impiden la puesta en práctica de la esperada calidad en la educación venezolana. Sin embargo, quienes siguen dando la batalla por la vida desde las emergentes necesidades del mercado; los cambios sociales y políticos del país; el necesario compromiso de las instituciones educativas con su entorno y con la sociedad en general; las posibilidades que otorga el surgimiento de nuevos paradigmas, la creciente preocupación por la evaluación institucional, la necesidad de sistemas de acreditación que den fe pública de su calidad, y la sensibilización de sus propios académicos y administradores por optimizar los recursos y mejorar la calidad del servicio que prestan a la comunidad, apuntan a una nueva estructura organizativo académica basada en la calidad, humanizada, descentralizada e integrada, eficaz, eficiente y efectiva socialmente.

Considerando esos principios, creemos que la calidad en la educación venezolana en todos sus niveles académicos, dejaría de ser una utopía para convertirse en una realidad concreta, lográndose de esta manera, que la acción directa de los miembros de la institución, permitan atender las necesidades y aspiraciones de los venezolanos y de nuestra realidad; desarrollar unos planteles educativos eficientes, donde se inviertan racionalmente y a tiempo los recursos humanos y materiales necesarios para alcanzar los objetivos de la institución; lograr la calidad tanto en los procesos como en los productos académicos; y alcanzar la productividad académica entendida como la relación entre la eficiencia y la eficacia de las instituciones.

En este orden de ideas, entendemos que, bajo esta perspectiva, la pedagogía fundamentada sobre las bases de una relación de exigencia y de calidad no sólo se impondrá en las relaciones entre docentes y estudiantes, entre investigadores y la comunidad en general, sino también en las relaciones con el poder, entre gobernantes y gobernados. Esta visión de la calidad, apunta al desarrollo completo de los individuos en sus relaciones con la sociedad, el mundo y la vida.


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