Luis Britto García
1¿Es el Imperialismo mera palabra, recurso retórico, leyenda urbana, entelequia que ladra pero no muerde? A principios de los años sesenta la Special Operations Research Office de la American University de Washington desarrolló el Plan Camelot por contrato con el Departamento de Defensa. En él se preveía la posibilidad del triunfo electoral de un movimiento de izquierda en Chile, y sus revelaciones sirvieron para preparar el golpe contra Allende, asesinarlo y destruir a sus seguidores. En Colombia se desarrolló el Proyecto Simpático “con la cooperación total y del gobierno local y del embajador de los Estados Unidos””, y en él se trataba de “analizar los programas de acción cívica del ejército local y su efecto en la actitud del pueblo”. Resultado: se intensificó la intervención yanki. En Perú montaron el Proyecto Reasentamiento, para colectar información que permitiera al ejército estadounidense “aconsejar y ayudar a las fuerzas militares locales que participan en distintos tipos de programas de colonización agrícola en todo el mundo”. Resultado: destrucción de la insurgencia revolucionaria. Durante los años sesenta, el Cendes aplicó en Venezuela la Encuesta de Conflicto y Consenso, en cuyo desarrollo según Rodolfo Quintero figuraron fichas de la CIA. Consecuencia: la sangrienta pacificación y la derrota de la lucha armada.
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Estados Unidos impone en la OEA una Carta Democrática, y el 11 de abril de 2002, día del golpe contra el gobierno democrático de Chávez, el embajador estadounidense Shapiro legitima el crimen declarando en la prensa que “Venezuela está fuera de la Carta Democrática”. En 1997 el Project New American Century predica un desmesurado incremento del gasto militar para mantener la hegemonía estadounidense, y dicho gasto sigue disparado y disparando. En 2002 la Estrategia de Seguridad y Defensa afirma que “si bien Estados Unidos tratará constantemente de obtener el apoyo de la comunidad internacional, no dudaremos en actuar solos, en caso necesario, para ejercer nuestro legítimo derecho a la defensa propia, con medidas preventivas contra esos terroristas”. Y el Imperio aniquila preventivamente y sin consenso de organismos internacionales a cuanto país califica de terrorista.
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A la luz de los ejemplos precedentes, examinemos algunos Documentos Doctrinarios de Estados Unidos que compila el General de Brigada Jesús Antonio Barrios Quintero, para comprender de dónde sale el Decreto de Obama. En la National Security Strategy de febrero de 2015, se afirma que “apoyamos a los ciudadanos de los países donde el ejercicio pleno de la democracia está en peligro, tales como Venezuela”. Tal apoyo ha consistido en reducir países a ruinas, tales como Afganistán, Irak y Libia.
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Prosigamos con el conmovedor Worlwide Threat Assessment Armed Services Committee, suscrito el 3 de febrero de 2015 por Vincent Stewart, Teniente General y director de la Defense Intelligence Agency. Muchas pesadumbres atormentan al preocupado Stewart: “Moscú ha hecho progresos significativos en la modernización de sus fuerzas nucleares y convencionales”. “El Ejército Popular de Liberación de China está construyendo una moderna defensa militar”. “Irán está mejorando constantemente sus capacidades militares”. El único consuelo es Colombia, pues “Bogotá se centrará en la reducción de la violencia urbana y el mantenimiento de una presencia del Estado en zonas rurales en 2015”. Con ello se justificaría una intervención, pues “El presidente venezolano Nicolás Maduro no ha resuelto los factores que contribuyeron en la nación a la protestas contra el gobierno en el 2014, incluyendo una economía pobre, escasez de bienes básicos, delitos violentos incontrolables, y las tácticas autoritarias del gobierno contra la oposición política. Anticipamos acciones por parte de organizaciones estudiantiles y de la oposición política con el objetivo de realizar protestas en los meses previos a las elecciones legislativas 2015. Los líderes militares han permanecido fieles y seguirán siéndolo para sofocar las protestas antigubernamentales. Anticipamos que las fuerzas de seguridad de vez en cuando usarán tácticas de mano dura para restaurar el orden”. Se sabe que cuando Estados Unidos “anticipa”, fuerza el cumplimiento de su profecía.
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Continuemos con la Declaración de 12 de marzo de 2015 del general John F. Kelly, Comandante del Comando Meridional de Estados Unidos. No se lo puede acusar de insincero: confiesa “la misión del Comando Sur de los Estados Unidos para proteger a nuestros intereses del sur”. Ni Democracia ni Derechos Humanos: se trata de “nuestros intereses”. Para ello, “también tenemos la suerte de tener socios fuertes, capaces, como Colombia, Chile, Brasil, El Salvador y Panamá, líderes regionales y destacados colaboradores a la seguridad hemisférica e internacional”. Pero atormenta a Kelly que “China sigue aumentando su cooperación con organizaciones regionales como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Comunidad del Caribe (CARICOM), y aprovecha su posición en BRICS para avanzar en sus intereses a nivel regional”. Peor todavía, “Rusia ha buscado una mayor presencia en América Latina a través de la propaganda, armas militares y la venta de equipos, acuerdos antidrogas, y el comercio”. Una vez más, la preocupación mayor es Venezuela, por lo cual es válido inventar tonterías: “el año pasado 19 musulmanes de Trinidad fueron enviados a Venezuela para la realización de entrenamiento con armas de alto poder”. Además, “Desde 2003, el gobierno venezolano ha reducido sus estrechos vínculos militares y de defensa con los Estados Unidos tradicionalmente, y en el curso de los últimos diez años hemos sido testigos de un dramático declive en las instituciones democráticas del país. Venezuela se enfrenta ahora a una inestabilidad significativa en la parte económica, social y política debido a la creciente delincuencia violenta, inflación galopante, pobreza, grave escasez de alimentos, medicinas y electricidad. Abusos contra los derechos humanos cometidos por las fuerzas de seguridad y la mala gestión continua del gobierno del país están contribuyendo a un ambiente de incertidumbre, y grandes segmentos de la población dicen que el país va por el camino equivocado. Además, la caída de los precios del petróleo y el deterioro de las condiciones económicas podrían llevar al gobierno venezolano a recortar los programas de bienestar social y su programa de subsidios del petróleo extranjero, PetroCaribe. Más recortes a los programas de bienestar social y la continua escasez que parecen inevitables, podría probablemente conducir a un aumento de las tensiones y protestas violentas, esto podría alentar al presidente Maduro y su partido a promover medidas represivas adicionales contra manifestantes y la oposición. Los recortes a los envíos de Petrocaribe a sus naciones miembros podían desencadenar las crisis económicas regionales, lo que podría elevar el riesgo de aumento de la migración, especialmente en el Caribe”. Sin embargo “La buena noticia es que sabemos lo que es ganar esta pelea. Colombia nos enseñó que la clave para derrotar a los insurgentes es el mismo que derrotar a las redes criminales: un gobierno fuerte y responsable que protege a sus ciudadanos, vela por el cumplimiento de la ley, y amplíe las oportunidades económicas para todos. Se nos ha enseñado que la lucha contra el tráfico ilícito y lucha contra el terrorismo a menudo van de la mano en mano. Nos enseñó que la cooperación entre agencias de Estados Unidos, junto con un socio comprometido, puede ayudar a un país del borde del abismo, y por una fracción del costo de las operaciones en Irak y Afganistán. Y, sobre todo, Colombia nos enseñó que sustenta el compromiso de los Estados Unidos y puede hacer una diferencia real y duradera. Hemos aprendido estas lecciones. AHORA ES EL MOMENTO DE APLICARLOS A LA REGIÓN EN SU CONJUNTO. Gracias, y espero con interés sus preguntas”.
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Se me ocurre una: ¿Plan Colombia, ocupación con bases militares con gringos inmunes a las leyes locales, paramilitarismo, parapolítica, centenares de miles de desaparecidos y millones de desplazados para América Latina y el Caribe? No le pregunto a Kelly ni a Obama, cuyas respuestas ya adivino. Le pregunto al amable lector. Escritor, historiador, ensayista y dramaturgo.
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