Este lunes, el gobierno constitucional de Nicolás Maduro responsabilizó a Estados Unidos y Colombia de planificar una operación de falsos positivos para justificar una intervención militar, tras el intento de forzar el ingreso de una supuesta ayuda humanitaria al país.
El ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, mostró pruebas de acciones violentas perpetradas en la frontera colombo-venezolana por grupos violentos dirigidos por facciones opositoras con el objetivo de crear desestabilización y culpar de paso a los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) desplegados en la línea limítrofe.
En rueda de prensa desde el Palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo), el titular ratificó la denuncia formulada por las autoridades de Caracas que nunca existió intención alguna de ingresar ayuda humanitaria, sino que se trató todo el tiempo de un plan para agredir a Venezuela.
Al respecto, Rodríguez mencionó que la sustracción de vehículos blindados de la GNB por dos desertores tenía como fin atropellar a las personas presentes en el puente internacional Simón Bolívar, para crear una noticia falsa y responsabilizar de las potenciales muertes al mencionado cuerpo de seguridad.
Asimismo, presentó evidencias que demostraron la implicación de elementos desestabilizadores -con la complicidad de autoridades colombianas- en el incendio de un camión en el puente Francisco de Paula Santander, y aseveró que el supuesto cargamento humanitario no existía al estar predestinado a quemarse.
Aseguró que a pesar de los reiterados ataques provenientes desde el otro lado de la frontera, esta se encuentra en absoluta paz y los puestos fronterizos están bajo la custodia de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en tanto se mantiene el despliegue cívico-militar para resguardar la soberanía y la paz de la nación.
El gobierno venezolano acusó al gobierno de Colombia de brindar apoyo a las acciones violentas orquestadas por la oposición, y en tal sentido anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con el vecino país, medida similar a la adoptada el 23 de enero con Estados Unidos por su respaldo a la autoproclamación de Guaidó.