Continuando con el tema del dinero en efectivo que es otro de los problemas que enfrentan los venezolanos, recordaremos que el mismo está escaso… escasísimo.
La gran mayoría de los compatriotas, para adquirir alimentos (que es casi lo único que se adquiere en Venezuela, pues dinero no hay para lujos como artículos de limpieza personal, ropa o zapatos), utilizan sus tarjetas de débito. Sin embargo, el alimento más económico en los mercados populares se consigue en tienditas que no tienen punto de venta. Sólo aceptan efectivo.
Así, se observan inmensas colas de gente frente a los bancos para intentar un retiro que, dependiendo del día, puede ser de entre 10 mil y 30 mil bolívares. Cifras ridículas ya que, al momento de escribir este artículo, 10 mil alcanzan sólo para comprar dos cigarrillos detallados (ojo: no dos cajas de cigarrillos, sino dos cigarrillos).
En vista de esto, el pueblo se ingenió el llamado “avance de efectivo”, el cual consistía en que, a través de la tarjeta de débito y en cualquier establecimiento comercial, te daban dinero efectivo y lo pagabas con dicha tarjeta. Lógicamente, el dueño del establecimiento le agregaba un porcentaje para convertirlo en un negocio. Pero era una manera de tener efectivo para, por ejemplo, pagar el pasaje del bus.
Resultó que, otra de las medidas “geniales” que Maduro anunció para combatir la crisis económica fue prohibir estos “avances de efectivo” en los establecimientos comerciales pues, según él, atentaban contra el pueblo al cobrar un porcentaje de comisión. ¿Total? El pueblo, sin dinero en sus manos otra vez, a sufrir con sol y lluvia las inmensas colas en los bancos, para obtener entre 10 y 30 mil bolívares. Vaya solución.
Por otra parte hay que destacar que los puntos de venta con tarjeta de débito diariamente están colapsados, funcionan muy mal, el servicio es pésimo y se forman entonces las largas colas para pasar la tarjetica y pagar unos plátanos o unas yucas (único alimento del día quizás) desanimando aún más al pobre consumidor.
¿Y Maduro? Muy bien. Continúa mostrando felicidad en sus interminables y constantes cadenas de televisión nacional. ¿Soluciones a toda esta crisis? Ya van cuatro años y, aunque él insiste en que su equipo está trabajando, hasta ahora no se ve por ningún lado ese “trabajo”. Sólo se ve y se sufre más inflación, más hambre y más enfermedades.
¿Y la Asamblea Nacional Constituyente? En el hemiciclo se reunen, sus diputados cobran –imaginamos un buen sueldo- y, hasta ahora, no se siente que se preocupen por la situación que, evidentemente, ellos no sufren. “El que llena la barriga se olvida del que no come”, decía el cantor Alí Primera.
En medio de todo esto, nuestras mentes piensan, se preguntan, analizan… ¿A quién beneficia todo esto? Como hemos podido observar, aquellos que de alguna manera, a través de negocios, ganan en dólares o euros se dan la gran vida de millonarios.
Reaccionamos: ¿quiénes serían aquellos que tienen esa posibilidad expedita? La página “Dólar Today” anuncia el precio del dólar en bolívares en el mercado negro. Todo se dispara por los aires. Nadie es capaz de controlar esta situación. Y aquellos que manejan dólares… mejoran sus arcas en un mil por ciento. No creas nada, pero… hay muchos funcionarios del gobierno que podrían estarse beneficiando de esta subida del dólar.
Otro tema interesante y digno de análisis son las elecciones en Venezuela. No la que viene en unos meses, sino las últimas que se han dado.
El hecho real que se ve en las calles (quien lo dude, que visite Venezuela y lo indague por su cuenta) es que casi nadie se siente identificado ya con la Revolución Bolivariana. Es muy difícil encontrar a alguien que hable bien de Maduro. Todos (un altísimo porcentaje) votarían en contra del gobierno. Eso es una realidad y el gobierno lo sabe. ¿Y por qué está ganando la Revolución hasta ahora?
Si en algo han hecho maestría los maduristas es en el montaje de “shows” y en manipulación. ¿Quiere decir que las elecciones han sido un fraude? Sí y no. Realmente no tendríamos la respuesta exacta. Merecería una investigación científica profunda y, en realidad, los venezolanos no tenemos tiempo para eso porque… hay que sobrevivir, primero que nada. Ya saben: buscar dinero para poder medio comer. Sin embargo, sobre este tema tenemos nuestras propias especulaciones producto de la observación del entorno madurista y opositor, nuestra propia experiencia vivencial con personajes de las Ubch y otros datos.
Pero… esto, y más, será tema para la próxima entrega.