En la parte número 3 de esta serie de artículos dedicados a nuestro presidente “revolucionario” y “socialista” Nicolás Maduro y su equipo, nos preguntábamos si las elecciones recientes (alcaldes, gobernadores y Asamblea Constituyente) habían sido o no un fraude. Esto con el fin de vislumbrar y predecir cuál será el resultado de las elecciones presidenciales anunciadas para abril (sólo por darnos una idea).
Y decíamos que sí habían sido un fraude y a la vez no. ¿Cómo podríamos explicar esto?
Bien, ya hemos dicho repetidas veces que “no tenemos pruebas contundentes”, que “es sólo especulación nuestra”, que “quizás estemos equivocados”. Pero… aquí, en Venezuela, todos sabemos que es así. ¿Así cómo? Ya veremos.
Hablemos de las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente (de la cual sabemos que, en primer lugar, no se consultó con el pueblo si la quería o no, cosa imprescindible dado el poder tan magnánimo, absoluto y total que esta asamblea reviste; en segundo lugar, sabemos que, para resolver la crisis en Venezuela, no era necesario conformar esta Constituyente y, de hecho, esta asamblea no ha resuelto absolutamente nada, lo único que ha hecho es concentrar el poder, apartando a un lado al poder legislativo con mayoría opositora).
Pues bien, para esas elecciones, el “show” fue extraordinario. No detallaremos sobre candidatos, propuestas, promesas y cosas de ese estilo que abundan en las campañas y de los cuales también tendríamos cosas que decir. Hablaremos de la imagen que se quiso dar y se dio al exterior. De esto es testigo presencial quien escribe:
Se cerraron centros de votación (en el caso del Estado Mérida, somos testigos presenciales de que se cerraron todos los centros de votación de la llamada Cuenca del Chama que incluye, por lo menos entre 50 y 60 comunidades distintas, con una población aproximada de 60 o 70 mil personas). ¿Qué se argumentó? Violencia. Eso es falso.
¿Por qué se hizo en realidad? Para aglomerar miles de personas en un solo centro de votación y dar la apariencia de que todos los venezolanos se volcaron a las calles a votar, porque “todos querían la constituyente”. Esto se ejecutó así en todo el territorio nacional.
Como se sabe, en esas elecciones no participó la oposición, por lo que sólo votó el sector madurista. En realidad, muy poca gente fue a votar. De acuerdo con esto, esa Asamblea Nacional Constituyente es realmente fraudulenta, aunque hubo elecciones correctas desde el punto de vista del trabajo realizado por del Consejo Nacional Electoral.
Para las elecciones de alcaldes y gobernadores se aplicó esta misma estrategia, puesto que es sabido que el común del venezolano, después de la muerte del Comandante Chávez y lo que ha venido mostrando el grupo que quedó en el poder, ya no siente la misma pasión por la “revolución” y se inclina por la abstención.
Sin embargo, el gobierno madurista intentó otras estrategias que también le constan a quien escribe, pues ha sido considerado un chavista comprometido desde 1999 y, por lo tanto, “manipulable” y “amenazable”. La estrategia consistió en llamadas y mensajes telefónicos donde se decía (textual): “Compatriota, recuerda que este domingo debes ir a votar para seguir apoyando la revolución. Si no lo haces, no te llegará el CLAP”. Esto se repitió varias veces en todos los teléfonos celulares de todas las comunidades. Hubo mucha gente que temió que nunca les llegara su bolsa de comida (aunque nunca antes le hubiera llegado). Cosas de la psicología humana, dignas de estudiarse.
Otra estrategia, de la cual damos fe por haber sido testigos, fue la de prometer una bolsa de comida CLAP al votante, si y sólo si éste entraba a votar pidiendo un “acompañante” –lógicamente un miembro de la Ubch- aludiendo “no saber votar y necesitar ayuda”. Esto era con el fin de verificar que realmente estabas votando por el madurismo. ¿Es esto legal? Por supuesto que no, pero de hecho la persona votaba por el madurismo (y recibía su comida). Resultando los candidatos del gobierno ganadores.
También se conoció la estrategia de cambiar a las personas hacia un centro de votación lejano… muy lejano a su hogar. A personas, por ejemplo, las reubicaban en Centros de votación de los pueblos del Sur en Mérida, lugares montañosos de difícil acceso.
Hubo muchas otras presuntas artimañas que no mencionaremos, por un lado porque no nos constan, por otro porque llenaríamos demasiado espacio en esta página web. Lo cierto es que no dudamos que, para estas elecciones presidenciales que vienen se apliquen estas y otras estrategias quizás con más creatividad (son las Presidenciales, hay que ponerle más corazón) y que, como muchos sospechamos, siendo Nicolás Maduro la persona menos apreciada en Venezuela, vuelva a ganar.
Por cierto, están prometiendo un bono a aquellos padres de familia que se inscriban o actualicen su inscripción en el PSUV y se saquen su carnet. Creo que dejaré de escribir por ahora e iré a hacer mi cola. Yo también necesito ese bono.
Continuaremos hablando sobre esto en la próxima entrega.