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Elson Concepción Pérez.─ Donald Trump, Iván Duque, Luis Almagro, tres piedras para el fogón que aviva las llamas de la guerra contra la República Bolivariana de Venezuela.Hay otros: Marco Rubio, John Bolton, Mike Pompeo, Elliott Abrams, Mike Pence, todos halcones acompañantes del magnate presidente, en su afán por imponer la Doctrina Monroe al precio que sea necesario.
La OEA, como siempre, de actriz de segunda, «cuidando» el financiamiento que le da el anfitrión y cumpliendo todas las órdenes, incluso adelantándose a ellas.
En los últimos días el ajetreo en torno al tema venezolano ha seguido marcando pautas mediáticas. A
Washington fue convocado el mandatario colombiano, Iván Duque, con quien Trump no escatimó estrechones de mano y de quien escuchó el compromiso de «mantenerse unidos» respecto a Venezuela.
«Tenemos que enviarle un mensaje muy fuerte a la dictadura. Obstruir el acceso de ayuda humanitaria es un crimen contra la humanidad», afirmó Duque en inglés al comienzo de la
reunión.
Ninguno de los dos dió detalles sobre cómo entrará la ayuda en Venezuela a partir del próximo 23 de febrero, fecha identificada para ello por Juan Guaidó.
Además, Trump dio alas a las especulaciones sobre un posible envío de militares estadounidenses a Colombia. «Ya lo verán», respondió el mandatario yanqui al ser preguntado sobre si planea mandar 5 000 soldados a Bogotá, según reporte de EFE.
«Nuestros militares (estadounidenses y colombianos) están muy concentrados y trabajando juntos. Veremos cómo salen las cosas», aseguró Trump.
Durante su estancia en Estados Unidos, el gobernante colombiano recibió el denominado Premio Osvaldo Payá, por «su activismo a favor de la libertad en Venezuela».
El «reconocimiento» está patrocinado por la contrarrevolucionaria Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, que no ha querido quedarse fuera ante el llamado –y la orden– de Washington de actuar contra la República Bolivariana, en este caso usando la manipulación mediática, con propósitos afines a la categoría de quien patrocina la distinción.
Si alguien tiene alguna duda sobre la estirpe de este grupúsculo, una parte del argumento utilizado para premiar a Duque señala textualmente: «por su liderazgo dentro del Grupo de Lima, alzando su voz en promoción y defensa de los valores institucionales y republicanos».
No por casualidad en ocasiones anteriores los galardonados han sido el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y la desconocida entidad Iniciativa Democrática de España y las Américas.
Si aún así hay que aclarar algo más, recordemos que es en la fronteriza Colombia donde se ha querido armar un show publicitario respecto a la «ayuda humanitaria» que, si leemos bien, en la identificación de los paquetes que la contienen aparece la sigla Usaid, Agencia Internacional para el Desarrollo.
Se trata de un mecanismo del Gobierno de Estados Unidos que actúa en muchos países y ha estado identificada con planes terroristas, servicios de inteligencia, pago a grupos opositores y a medios de comunicación, y otros. Todos previstos en el guion, que bien pudo ser elaborado por la CIA, de tumbar gobiernos progresistas como han pretendido, además, en Nicaragua.
Está comprobado que la Usaid financió a «grupos opositores en el país centroamericano que promovieron las actividades del derrotado intento de golpe, entre abril y julio del año pasado», en el marco de las
manifestaciones callejeras contra el gobierno de Ortega.
Para ello, la agencia estadounidense elaboró un plan con tres objetivos fundamentales: incrementar la capacidad participativa de la oposición en el escenario político del país, formar conciencia antigubernamental en sectores vulnerables de la sociedad, y desarrollar un nuevo liderazgo juvenil y controlar los medios de comunicación independientes.
Para dar cumplimiento a dichos objetivos la Usaid destinó un monto aproximado de 68 414 563 USD, a lo que se añadió un incremento de 7 995 022 USD.
El escenario en Venezuela no puede ser más parecido. Los ingredientes de la conjura coinciden. Los impulsores del guion desestabilizador para tumbar gobiernos democráticos son los mismos. Los halcones, desde Washington, utilizan a sus lamentables seguidores y atizan un conflicto que todos debemos evitar, incluyendo la sociedad norteamericana, cuyas opiniones han sido secuestradas por la actual administración Trump.
EN CONTEXTO
- Las últimas noticias relacionadas con la provocación orquestada por Washington respecto a una supuesta ayuda humanitaria a Venezuela:
- El senador estadounidense Marco Rubio, junto al congresista Mario Díaz-Balart y el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, llegaron este domingo a Cúcuta, ciudad fronteriza colombiana con Venezuela. En los últimos ocho años, en La Guajira, han muerto más de 4 mil niños.
- Tres aviones de carga C-17 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos llegaron a la frontera de Colombia con Venezuela procedentes de una base militar en el estado de la Florida.
- La carga de los C-17 fue recibida por representantes del Departamento de Estado, la Usaid, miembros del Gobierno colombiano y representantes del autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó.
- Los puntos seleccionados como bases de operaciones para tratar de entrar la supuesta ayuda humanitaria a Venezuela son tres: el primero de ellos la ciudad colombiana de Cúcuta; el segundo el estado brasileño de Roraima (sin que se haya dicho una localidad específica), y el tercero, la isla caribeña de Curazao, perteneciente al Reino de los Países Bajos.
- El presidente colombiano Iván Duque urgió a la OEA a afianzar el cerco diplomático contra el presidente Nicolás Maduro.
- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha declarado que «espera el colapso de Nicolás Maduro por escasez de dinero efectivo».
- El presidente de Colombia, Iván Duque, defendió el papel de la Organización de Estados Americanos (OEA) en cuanto al cerco diplomático que ha tendido a nivel internacional contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.