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Con las gotas de humor que director y guionista introducen en el argumento resulta evidente el deseo de hacer que la película sea algo más que un título de género, pero a mi juicio ese es su gran error. Quien se acerca a una película del ya curtido Liam Neeson, que además maneja en su título en castellano la palabra "Venganza", espera acción, testosterona y un desarrollo trepidante como el que tenía aquella película de Pierre Morel, pero todas las expectativas se desvanecen precisamente por querer hacer algo distinto. A la tercera gracia sin gracia a mí la película me perdió y desconecté, pero es que los personajes (muchos de ellos exagerados y estereotipados) terminaron por arruinarme la función, que acabé viendo por aquello de no dejarla a medias. Y no es que no sea entretenida, es que arruina por completo sus posibilidades dramáticas y argumentales con un cúmulo de malas decisiones de guión. Una pena.