Me ha llegado por diversas fuentes hoy un artículo muy desafortunado, repito: ¡muy! Así que como es habitual en estos casos, quiero puntualizar varios aspectos. En este caso, no sólo estamos ante un caso de intrusismo en la crianza, como venimos denunciando en diversas oportunidades, sino que de plano están dando información sesgada.
Intrusismo, porque una empresa de pañales, en concreto Babysec, está ofreciendo consejos sobre alimentación infantil, tema que evidentemente no domina, como podrán ver a continuación. Sesgada porque usa justamente la información a conveniencia para argumentar un punto que según incontables estudios científicos es todo lo contrario de lo que alegan - una mala interpretación quizás.
Comencemos por el título:
Ventajas de la crianza con mamadera (o biberón).
¿Tiene realmente ventajas la crianza con biberón o es un recurso que utilizamos cuando realmente no podemos o no deseamos darle el pecho a nuestros hijos?
Si la crianza del bebé con mamadera no ofreciera ciertas ventajas, nadie capaz de dar pecho pensaría siquiera en la leche preparada. Esta ofrece ventajas muy reales para algunas madres y padres superiores a las de la lactancia natural.Aquí asumen directamente, no sólo que la alimentación con tetero ofrece ventajas, sino que dan por contado que la madre dará (en biberón) fórmula a sus hijos, ¿por qué? Muchas madres extraen su leche en momentos puntuales o bien de forma regular para que un cuidador alimente a sus hijos cuando ella deba ausentarse o requiera ayuda. ¿Por qué asumir directamente que dará leche artificial? Por otra parte, lo recomendable, en caso de no poder o no querer dar el pecho, es alimentar al pequeño con un vasito... incluso los bebés prematuros son capaces de sorber lentamente de un vaso.
Continúa reafirmando una vez más que la alimentación con biberón ofrece "ventajas muy reales" y que éstas son "superiores" a las de la lactancia natural. ¿Perdón? Creo que no se han leído las recomendaciones de todas las autoridades sanitarias mínimamente respetables a nivel mundial. La OMS, UNICEF, AAP, AEP entre muchas otras establecen que la alimentación con leche de fórmula (en biberón, como recomiendan desde Babysec) es la cuarta mejor opción para alimentar a un niño en edad lactante. ¿Esto es equivalente a tener "ventajas muy reales superiores a las de la lactancia materna"? Las tres opciones superiores a la alimentación con fórmulas en biberón son la lactancia materna directa (del pecho de su madre), diferida (tomando leche extraída de su madre, preferiblemente no en biberón sino usando un relactador o un vasito), leche materna donada (bien sea tomando del pecho de una nodriza, o leche materna donada en relactador o con vasito, aunque también podría darse en biberón).
Satisfacción más duradera para el niño: La leche preparada en base a la leche de vaca, es más difícil de digerir que la leche materna, y los coágulos cauchosos que forman permanecen más tiempo en el estómago del niño, dando así la sensación de saciedad que puede durar tres o cuatro horas, aún desde el principio.Lo que comentan anteriormente no es una ventaja, es uno de muchos grandes inconvenientes de la alimentación con leche artificial, ¿cómo es posible que lo enumeren como ventaja? A mí también se me hace más difícil digerir una fabada asturiana de cena que una ensaladita de atún. Pues mejor me como un par de platos de fabada para dormir bien llena :S ¿Para qué querría una madre alimentar a un lactante con leche artificial - conociendo todos los riesgos para la salud que ello supone - para que tenga "sensación de saciedad que pueda durar de tres a cuatro horas"? Como bien dice Rosa Jové: "Nadie pide lo que no necesita", si un niño pide el pecho seguido es porque lo necesita, no por capricho, no por fastidiarnos, sino porque su cuerpo sabio sabe que lo requiere.
Por el contrario la leche materna es tan fácil y rápida de digerir, que muchos recién nacidos parece que están permanentemente prendidos de los pechos de la madre. La frecuencia de lactación tiene sus ventajas, por ejemplo estimula la producción de leche, pero a la vez puede resultar agotadora.Con el párrafo anterior dan a entender que el hecho de que la leche materna sea digesta sea un problema, mientras que no lo es en lo absoluto. Todo lo contrario, es fácil de digerir porque es el alimento perfecto para nuestras crías. Los recién nacidos que están "permanentemente prendidos de los pechos de la madre" lo hacen precisamente porque lo necesitan tanto como su madre necesita de la lactancia, de la oxitocina, del descanso, del contacto, de los mismos, de la cercanía. ¿Puede resultar agotador? Claro que sí, el cansancio viene de la resistencia, de no entregarnos, de resistirnos, de tratar de complacer o hacer caso de todos los consejos (no lo cojas en brazos, aprovecha cuando se duerma de ponerlo en la cuna - y allí obviamente se despierta y vuelta a empezar), de no tener apoyo, de querer seguir como si nada, de volver al ritmo de vida anterior, de tratar de hacer las cosas del hogar en lugar de hacer lo que nos pide el cuerpo: descansar y estar en contacto permanente con nuestra cría.
Facilidad de controlar la cantidad: Uno sabe realmente qué cantidad está tomando el niño, ya que los pechos de la mujer no están calibrados para medir la cantidad. Muchas madres se angustian pensando que sus bebés no están comiendo lo suficiente. La madre que cría a su hijo con mamadera no tiene ese problema. Un vistazo a la mamadera y se obtiene la información necesaria. (Puede ser un inconveniente si la madre ansiosa obliga al bebé a tomar más de lo que él quiere).¿Y para qué queremos "controlar la cantidad"? Nuevamente enfocan uno de los miedos - infundados - de las madres lactantes como una excusa perfecta para mostrar la lactancia artificial como una solución. ¿No sabes cuánto toma tu hijo cuando mama? ¿Y para qué lo quieres saber? Los pechos si están "calibrados", se llama "oferta y demanda", en donde siempre y cuando demos el pecho a demanda, tendremos suficiente leche. (salvo un bajísimo porcentaje de madres que sufre de hipogalactia verdadera)
No hay mejor "medida" para saber que nuestros hijos han tomado suficiente que su cara de saciedad, que duerman bien, que mojen suficientes pañales al día, que crezcan bien, felices y se desarrollen adecuadamente. ¿Para qué tratar de cuantificar y controlar su alimentación en lugar de guiarnos por nuestros instintos - y sus sabios cuerpos? Nadie sabe cuánto necesita tomar o comer un niño mejor que su propio apetito - ni el pediatra, ni la vecina, ni la abuela, ni nadie. El niño lo sabe, si queda con ganas de mamar, sea por hambre, sueño, sed, ganas de mimos, cercanía, piel, consuelo, o la razón que fuera - todas ellas igualmente válidas - pues démosle el pecho y ya está. ¿Para qué complicarse?
Quiero puntualizar aquí que hablo de bebés sanos, que en prematuros o niños con bajo peso por ejemplo, se da igualmente el pecho a demanda, pero cuidando que no pasen demasiadas horas seguidas sin que mame (por ejemplo de 2 a 3 horas, según el niño). Esto no quiere decir que sólo le demos el pecho ni que le hagamos esperar para que sólo tome cada 2 a 3 horas, sino que le demos cada vez que pide, vigilando a la vez que si transcurren de 2 a 3 horas sin que pida, le ofrezcamos el pecho.
Mayor libertad: La crianza con mamadera no esclaviza a la madre. Esto le permite a ella realizar otras actividades como: salir a cenar, ir al cine o al teatro, etc. La abuelita del bebé seguramente tendrá mucho gusto en cuidarlo y darle su comida. Sólo basta indicarle a la persona que se queda con el niño la cantidad de leche y la mamadera que se debe usar.¿Seguro que son más libres las madres que preparan teteros, los lavan, los miden, los esterilizan, compran leche artificial, la diluyen, compran agua mineral, la calientan a la temperatura exacta, etc. que las que simplemente se abren un botón de la camisa y se llevan a su hijo al pecho? Me suena muy Badinter ese argumento... ¿La abuelita? ¿Salir a cenar? ¡Claro! Es que un hijo no nos cambia la vida... No me malinterpreten, no quiero decir que no nos apetezca salir a veces, pero ¿les parece razonable recomendar y convencer a una madre de "las ventajas del biberón", convencerla de dar a su hijo el cuarto mejor alimento, con ese argumento, poniendo en riesgo su salud de esta manera? Una madre que da el pecho también puede salir si lo necesita, puede extraerse leche puntualmente y se la puede dar un cuidador en vasito, por otra parte, muchos niños alimentados con leche materna prefieren esperar a mamá y mamar más seguido cuando vuelva a casa...
Menos exigencias: Las mujeres quedan agotadas luego del parto, y se sentirá encantada de no tener que levantarse a media noche o en medio de la madrugada a darle leche a su bebé. El padre, la abuela o una enfermera que esté a mano, puede encargarse de esa función, mientras la mujer se recupera. Además habrá menos desgaste de los recursos fisiológicos de la madre, si no tiene que producir leche.¿Quedamos agotadas? Claro... pero eso no se arregla así, se arregla durmiendo con nuestros hijos, dándoles el pecho sin siquiera despertarnos. Si el padre, la abuela o una enfermera están a la mano, que se encarguen de todo lo demás, de limpiar, cocinar, recoger, lavar, cambiar pañales, que nos dejen a nosotras disfrutar de la lactancia :) ¿Habrá menos desgaste de los recursos fisiológicos de la madre si no tiene que producir leche??? ¿A caso cansa abrirse la camisa? A mí no me cansa para nada, más agota - a mi parecer - tener que lavar todos los trastos que genera la alimentación artificial.
Más participación del padre: Los padres pueden participar del placer de alimentar al niño cuando esto se realiza mediante la mamadera, algo obviamente imposible de lograr cuando se realiza con el pecho. (En este último caso algunos padres se sienten decepcionados).Siento repetir los argumentos del artículo Las Era de las Madres Vacas, pero es que francamente el papá tiene mil maneras de participar, puede hacer todo salvo dar el pecho, ¿para qué usar este argumento? ¿Darías a tu hijo unas lentejas de lata para que se los dé papá en lugar de prepararle lentejitas caseras y dárselas tú misma? ¡No es lo mismo! Los padres tiene muchísimas maneras de sentir esa cercanía y de involucrarse con el bebé: masajitos, bailar, mecerlo, cambiarle el pañal, cantarle, mostrarle las estrellas, vestirlo, pasear con él, bañarse con él y un largo etcétera. Para "participar del placer de alimentar al niño", los hombres pueden esperarse a que el niño cumpla 6-7 meses y servirle sus primeros alimentos sólidos, acompañarle, limpiarle la boquita, etc. :D
Más participación de los hermanos: No hay nada que les dé un sentimiento de más afecto a los hermanos mayores del bebé que el acto de darles de comer ellos mismos.¿La verdad? Creo que a los hermanos mayores no hay nada que los una más a los peques que compartir el regazo y el pecho de mamá - si están aún en edad lactante, según nos han contado muchas lectoras que han amamantado en tándem, hay menos celos entre hermanos, más cercanía y un vínculo indescriptible. Si los hermanos mayores ya no toman el pecho, pueden compartir con el bebé de muchas maneras que no comprometan su salud :-)
Nota: He ido escribiendo este artículo poco a poco desde hace poco más de una semana, y hoy, cuando he vuelto al enlace original para acabar de desglosarlo, me he encontrado con la grata sorpresa de que BabySec ha ofrecido disculpas a sus lectoras y ha retirado el contenido :)
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