Revista Infancia

¿Ventajas? de la alimentación con biberón II

Por Amormaternal
¿Ventajas? de la alimentación con biberón II
Les comentaba la semana pasada que me había llegado por varias fuentes un desafortunado artículo publicado en una web chilena de pañales. Desglosé la primera parte del artículo, puntualizando los datos que a mi parecer eran inadecuados acerca del mismo, y no pude continuar con el desglose, porque la siguiente vez que accedí a la web de BabySec, vi una nota de disculpa conforme retiraban el artículo.
Hoy retomo el resto de "ventajas", según ellos de la alimentación con biberón, ya que una lectora me pasó el artículo que había guardado en PDF, gracias María Paz. Pueden leer la primera parte aquí.
Puede estar a la moda: La madre que cría con mamadera se puede vestir como ella quiera. Lo que puede ponerse una mujer que está lactando no es tan limitado como lo fue durante el embarazo, pero por lo general deberá optar por lo práctico y no por la moda. Mientras esté dando de amamantar, tendrá que dejar de lado los vestidos de una pieza que no se abotonen por el frente.
¿A la moda? Francamente, en el modo de vestir, me he sentido limitada pocas veces desde que nació mi hijo. Se trata de ser un poco creativas, de cambiar de look, después de todo, la forma del cuerpo luce bastante distinta aunque hayamos recuperado o incluso pesemos menos que antes de quedar embarazadas. Ir buscando piezas que nos lucen, que nos hacen sentir bien, y creo que eso le toca tanto a las mujeres que dan tetero, como a las que damos el pecho.
Me limita más en el vestir la necesidad de llevar ropa cómoda, ensuciable y lavable (para no estar todo el día estresada si me mancho o me mancha mi hijo), que la ropa que debo acomodar en torno a la lactancia. Cada madre lactante elige por dónde le es más cómodo ofrecer el pecho, si por arriba - por el escote - o por abajo - destapándose parcialmente la barriga.
A mi parecer, ninguno de los dos representa un verdadero problema, de hecho, el poder dar por cualquiera de los dos "sitios", nos da aún más posibilidades. Si vas con una blusa cuello tortuga, pues das el pecho por abajo, y si vas escotada o con botones: por arriba. Yo no siento que voy menos a la moda por ello.

¿Ventajas? de la alimentación con biberón II

Sólo tengo cuidado de elegir ropa escotada, que de paso me parece muy bonita =) Obviamente un vestido con cuello tortuga es una mala idea porque no podrás dar por arriba ni por abajo. A las mujeres a quienes les sea más cómodo dar el pecho por abajo, pero no les apetezca llevar la barriga al descubierto, se les hace práctico llevar una camiseta de tirantes debajo de la blusa, de modo que bajen un poco el cuello de la camiseta (o desabrochen la tira, si es especial de lactancia), y levanten "la barriga" de la blusa, el niño iría enganchado en medio... Yo en lo particular, no he comprado una sola pieza de ropa que sea específicamente para la lactancia - salvo los sujetadores para los primeros meses.
Menos restricción de métodos anticonceptivos: Mientras la mujer da pecho tiene que limitar su elección de anticonceptivos a aquellos que no causen daño al niño, la que alimenta por medio de la mamadera no tiene estos problemas.
Aquí sólo me gustaría sugerir a quien haya escrito este artículo (y a quién lo haya leído y considere esto como una "ventaja del biberón"), que por favor investigue el Método de la Lactancia y la Amenorrea, también conocido como MELA y los efectos y efectividad anticonceptiva que tiene la lactancia materna a demanda, al menos durante los primeros 6 meses. Además, valdría la pena documentarse acerca de la menstruación, de la sabiduría oculta y de los peligros de la píldora anticonceptiva y de los tampones convencionales.
Menos demandas y restricciones: Una madre que usa leches suplementarias, puede dejar de comer por dos. A diferencia de la que lacta, puede dejar de tomar proteínas y calcio extra, además de olvidarse de sus suplementos vitamínicos, prenatales. Puede tomarse unas cuantas copas, en una recunión, tomar pastillas para el dolor de cabeza o medicinas recetadas por los médicos, puede comer alimentos aliñados, sin preocuparse por efectos de tales cosas en su hijo. Después de las seis primeras semanas de sobreparto, no antes, mientras el organismo aún esté en la etapa de recuperación, puede seguir un régimen estricto, pero inteligente, para perder cualquier peso excesivo que el embarazo le haya dejado. Esto es algo que una madre que amamanta no puede hacer hasta que el bebé haya dejado el pecho. Debido a las calorías que requiere la producción de leche, lo más probable es que no tenga que ponerse bajo ningún régimen para lograr su objetivo.
¡Cuántos mitos propagados y cuánta contradicción en un sólo párrafo! Vamos por partes:
Una madre lactante no tiene por qué comer por dos, al menos no en el sentido de comer una ración por ella y otra "por" su hijo. Si bien es cierto - y lo he vivido en carne propia - que la lactancia materna causa mucha sed (algo obvio, porque estamos produciendo leche, un líquido que tiene que salir de entre los que ingerimos, a la vez que debe permanecer suficiente agua dentro de nuestro cuerpo para las demás funciones vitales), y un hambre voraz, no tenemos por qué comer doble ración. Como comento siempre en mis talleres, tenemos que cuidarnos toda la vida, pero el embarazo, y obviamente la lactancia también, son momentos en que podemos cuidarnos un poco más. No cuidarnos en el sentido de torturarnos con dietas absurdas, sino en el sentido de honrar nuestro cuerpo, nuestro templo, mimarlo y cuidarlo con comidas sanas, frescas, balanceadas...
Según La Liga de la Leche:
La cantidad de calorías que una mujer necesita depende de su grasa corporal y de su nivel de actividad. Normalmente se aconseja a las mujeres que amamantan consumir alrededor de 500 calorías complementarias por día (en comparación a su dieta anterior al embarazo), pero las investigaciones recientes indican que esto podría ser un poco excesivo para ciertas mujeres, e insuficiente para otras.
La mayoría de las mujeres que amamantan necesitan aumentar, aunque sea en grado mínimo para algunas, no solamente la cantidad de calorías que consumen, sino también la cantidad de nutrientes contenidos en su dieta, con el fin de satisfacer las exigencias adicionales relacionadas con la fabricación de la leche. Si la dieta es equilibrada y variada, el aumento de las calorías estará acompañado automáticamente de un aumento de todos los otros nutrientes. La mayoría de las mujeres tiene sobrepeso al final del embarazo. Esos kilos de más serán usados durante la lactancia, lo que exime la dieta diaria de cubrir la totalidad de las necesidades nutricionales.
Si bien el proceso de fabricación de leche materna no se ha entendido totalmente aún, está claro que no necesita de mucha energía. Se ha demostrado que, durante la lactancia, el metabolismo de la mujer se vuelve más eficiente frente al consumo de calorías y de minerales.
En conclusión, la madre no tiene que comer "para dos", en el sentido de comer el doble, sino en el sentido de escuchar su cuerpo, respetarlo y alimentarse con comidas sanas cuando sienta hambre.
Seguimos: "Puede tomarse unas cuantas copas", a ver... Según Carlos González, en su libro Un Regalo para Toda la Vida, no hay ningún estudio que asegure cuánto alcohol es seguro tomar durante el embarazo ni durante la lactancia. Esto se debe a que, como es lógico, no puede pedírsele a un grupo de embarazadas que beban alcohol en distintas cantidades para luego medir en estudios estadísticos el daño que puede o no haber sufrido cada niño que gestaban las mujeres participantes.
La mayoría de médicos concuerdan en que una copa es aceptable, ocasionalmente durante la lactancia, pero quiero invitar a la reflexión desde otro punto de vista. El alcohol, causa efectos en las personas que lo consumen, independientemente de que pase o no a la leche y de que el niño sea lactante o no, la cantidad de alcohol que consuma una madre debe ser muy moderado si tiene niños a su cuidado. Recuerden, que el colecho es seguro, siempre y cuando (entre otras condiciones), el adulto no esté bajo el efecto del alcohol. Una madre que haya bebido "unas cuantas copas", luego volverá a casa y posiblemente duerma demasiado profundamente como para oir a su bebé llorar (estando o no en la misma cama, o en la misma habitación).  
Su capacidad de respuesta ante las necesidades de su hijo no son las mismas que si estuviera sobria. Con esto no quiero decir que no podamos beber jamás, sino que cada una conoce su cuerpo y sabe cuánto puede tomar y aún responder adecuadamente a su hijo, independientemente de que lo amamante o no.
"...tomar pastillas para el dolor de cabeza o medicinas recetadas por los médicos", una vez más continuamos propagando el mito de que la madre lactante debe sufrir y no puede medicarse porque interfiere con la lactancia materna. Quiero compartir con ustedes una excelente entrevista realizada al Doctor José María Paricio, jefe del servicio de pediatría del Hospital de Marina Alta, en Denia, Alicante, en donde comenta:
El noventa por ciento de los medicamentos se pueden tomar durante la lactancia y eso es algo que las madres desconocen porque hay tal desprecio hacia la lactancia que se aprovecha la más mínima excusa para quitarla. Se ha llegado a extremos como decirles a las mujeres que si están dando de lactar a sus bebés no pueden hacerse una depilación con láser . Por, ello, para luchar contra esta ignorancia, hemos creado la página www.e-lactancia.org donde las mujeres pueden consultar sus dudas.
"... puede comer alimentos aliñados, sin preocuparse por efectos de tales cosas en su hijo." Yo no he dejado de comer aliñado, de hecho mi hijo come aliñado también =) Creo que ha comido muy pocas cosas insípidas en su vida. Sé que hay bebés sensibles, y que sus madres tienen que recurrir a dietas de eliminación para detectar cuál es el alimento que le causa daño a su bebé, pero no veo eso como un motivo para no dar el pecho. ¿Ustedes qué opinan?
Y luego nos hablan de dietas estrictas: A ver, la lactancia materna en sí, como comentaba antes, causa hambre, pero por otro lado, como mencionábamos también, requiere de un consumo calórico para la fabricación de la leche, de manera que la mayoría de las mujeres acaba perdiendo peso durante la lactancia materna. De hecho, yo subí 10kg durante mi embarazo, salí con esos 10kg de menos del hospital dos días después del parto, y después de algunos meses de lactancia exclusiva, llegué a pesar 17kg menos que antes de haberme quedado embarazada. Comiendo normal, aliñado, sano y gustoso. Sin dietas, escuchando atentamente mi cuerpo y complaciéndolo, nada más.
Continúa diciendo "Esto es algo que una madre que amamanta no puede hacer hasta que el bebé haya dejado el pecho. Debido a las calorías que requiere la producción de leche, lo más probable es que no tenga que ponerse bajo ningún régimen para lograr su objetivo". Por un lado te dice que si das el pecho no podrás hacer dieta y por otro, que es probable que no necesites hacer dieta... Me quedó claro, jeje.
Alimentación en público: La alimentación con mamadera se puede hacer en público sin llamar la atención ni devestirse. A una mujer que da pecho, la mirarán con curiosidad o de reojo si decide alimentar a su hijo a vista de todos, mientras que a una que lo hace con mamadera, nadie la mira. Tampoco debe preocuparse por el aparatoso procedimiento de desvestirse, ajustar las tiras del sostén, a meterse la camisa, o abotonar el traje, tras la lactación.
¡Wow! Vamos a asustar más a las mamás primerizas, a incomodarlas más, a hacerlas sentir como "bichos raros" por "desvestirse" en público, casi lo mismo que hacer striptease en un banquito en pleno centro comercial, ¿no?.
Señores: los seres humanos somos mamíferos y como tales, nuestras mamas son para alimentar a nuestras crías, que sirvan también como elemento estético-sexual en las mujeres es otra historia. ¿Para qué reforzar la idea de que si das el pecho te mirarán y si das biberón no? ¿Les parece que eso está bien (que nos miren)? ¿Por qué nos miran? Creo que lo hacen precisamente porque la alimentación con biberón se ha vuelto durante décadas la norma, lamentablemente vemos más madres dando el biberón que dando el pecho - al menos en occidente - ¿por qué no motivar y aumentar la confianza en sí mismas de esas madres para que sean no sólo visibles, sino que estén a gusto? ¿No sería más sano eso en lugar de decirles que es más cómodo dar el biberón? Cómodo en el sentido de que es un "aparatoso procedimiento desvestirse, ajustarse las tiras del sostén, meterse la camisa, abotonar el traje, tras la lactación".
La verdad es que las primeras veces que di pecho, tanto en casa como en público, me sentí un poco torpe, pero se aprende enseguida y es super fácil de hacer. Luego de un par de tomas en público, le coges el truco al sostén de lactancia, o simplemente bajas la copa de un sujetador normal, sin desabrocharlo. Una vez en una tienda de cosas para bebés, iba una mamá con un recién nacido en cochecito, el bebé comenzó a llorar desconsoladamente - por hambre, supongo - y la madre se puso muy nerviosa, así que le pregunté si necesitaba ayuda. Me dijo que sí, y me dio a su bebé en brazos, era tan pequeñito y liviano, y su llanto me arrugaba el corazón. Su madre buscaba torpemente en la pañalera un biberón, fórmula, un babero, agua y luego agitaba vigorosamente la botella. Debo confesar que mi instinto casi me hace bajarme un tirante de mi vestido y ofrecerle el pecho para calmarlo (y Sam animándome: "Mommy the baby's crying because he needs a booby" / "Mami, el bebé llora porque necesita tomar teta"), pero sabía que sería inapropiado hacerlo. Su madre era una extraña, no me conocía y no tenía ganas de meterme en un problema.
Todo esto para decirles que a mi parecer, es más complicado, y más desesperante tener que preparar un biberón mientras el bebé llora y se impacienta, que simplemente coger en brazos a un hijo, sentarte y abrirte un botón, o estirar el escote de tu blusa un poquito.
No obstaculiza hacer el amor: Después de 9 meses de hacer el amor en condiciones bastante menos que ideales, muchas parejas anhelan volver al punto en que estaban cuando ocurrió la concepción. Una mujer que está amamantando tendrá una vagina seca por los cambios hormonales de la lactación, pezones sensibles y pechos que dejar escapar leche, esto puede hacer que tener relaciones sea un sueño imposible, durante meses. Para la que alimenta al niño con mamadera, no afecta en nada la intimidad con su marido.
Lo siento, pero este argumento me parece muy fuera de tono. Si bien es cierto que la líbido de la madre, su placer se ve dirigido hacia el bebé durante el inicio de la lactancia materna, también lo es que la naturaleza lo ha ideado así por una razón: la de asegurar la supervivencia de la cría. Por otra parte, como comenta Carlos González en una de sus charlas: si el marido se va con otra durante el puerperio es porque es un bestia.
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