Es cada vez más habitual encontrarse bicicletas de montaña que montan platos ovalados. Las transmisiones monoplato han permitido que este tipo de platos cada vez esté más extendido entre los usuarios de estas bicicletas.
Aunque pueda parecer algo muy novedoso, los platos ovalados se comenzaron a utilizar en bicicletas de carretera en los años 90, aunque no tuvieron mucho éxito.
Vamos a ver qué ventajas tienen estos platos respecto a los platos redondos.
Se eliminan los puntos muertos en el pedaleo
Quizá esta sea la principal ventaja de este tipo de platos. En los platos redondos hay un punto muerto en el que no se ejerce ningún tipo de fuerza.
Con los platos ovalados durante todas las fases del pedaleo se ejerce fuerza, ya que ese punto muerto queda eliminado, con el consiguiente aumento del rendimiento.
Se mejoran las aceleraciones y arrancadas
Otra de las ventajas de estos platos es que durante un esfuerzo de alta intensidad las aceleraciones y arrancadas son más eficientes que con un plato redondo.
Menor presión para las rodillas
Este tipo de platos reducen en torno a un 7% la presión que se ejerce sobre las rodillas. Por lo tanto pueden ser una buena solución para aquellos que tengan problemas en esa articulación.
Se aprovecha mejor el esfuerzo
Con los platos ovalados se hace un mejor uso de los músculos más potentes de las piernas. Si a esto le unimos que el pedaleo es redondo y suave la consecuencia es un mejor rendimiento.
Requieren un período de adaptación
Este tipo de platos, como todas las cosas nuevas que se prueban, requieren de un período de adaptación. La adaptación más importante será en la técnica del pedaleo. Es posible que al utilizarlos las primeras veces aparezcan algunas molestias, pero deberían desaparecer en poco tiempo.