Revista Insólito

Ventajas e inconvenientes de tener un cargo político

Publicado el 08 diciembre 2015 por Iris Bernot @irisbernot
           Después de tomarme un pequeño descanso del blog, (y de otras cosas también, para qué nos vamos a engañar...) he decidido entrar de nuevo en vuestras vidas con una de esas listas de pros y contras que tanto os gustan, queridos lectores. Viendo que estamos a poco de las super elecciones generales, esas en las que se decidirá de nuevo que partido nos robará con más elegancia y esmero los próximos cuatros años, he estado pensando qué pros y contras puede tener el hecho de ostentar un cargo político
( da igual si el cargo es muy alto, o si es un cargito de esos que te permiten codearte con el chocolate y la nata de la sociedad VIP), y esto es lo que ha salido de el laberinto retorcido y enfermo que es mi mente, lectores desagradecidos:
                
                              VENTAJAS DE TENER UN CARGO POLÍTICO

           - Te pagan dietas y coche: Olvídate ya de las hamburguesas y de los bocatas de tortilla de patatas porque cuando eres político te pagan dietas para que comas caliente en sitios donde los camareros y el chef te chupan el culo a mares, y te dan un coche brillante de alta gama para que no vayas en ese cacharro que tienes y que está a medio camino entre un tronco móvil y un sucedáneo de nave extraterrestre casera. Alcachofas al vapor con foie, jamoncito ibérico con no se qué, sopa de conejo engordado en laboratorio, etc... comes bien y fino, y además vas en un coche que sí puedes enseñar a los vecinos.
    - Todo cristo te chupa el ojete: No importa si caes bien o mal, porque no notas la diferencia. Allí donde vas, todo el mundo te trata como si fueras el inventor de la vacuna contra el cáncer: todos salen doloridos de las cervicales de tanto hacerte reverencias, y con la mueca de risa falsa incrustada en la cara a lo Joker. Da igual lo tonto o gilipollas que seas, todo el mundo se turna para decirte lo guapo y listo que eres, lo bien que te queda el traje, y la cantidad de favores que puedes empezar a hacerles a ellos, a sus familiares, y a sus amigos del alma. 
    - Siempre pareces inteligente: Cuando tienes un cargo político puedes dedicarte a escribir libros o a dar seminarios o congresos sobre las más variadas desfachateces, o incluso a sacar manuales de esto o aquello, porque hagas lo que hagas pareces inteligente. Tus opiniones e impresiones, que en otras circunstancias suelen ser tiradas al contenedor más cercano, son de repente el alfa y el omega de la sabiduría, e incluso puedes dar clases de lo que te salga de los cojones, ( o del chichi... Se sobreentiende que todo lo que escribo en clave masculina también es aplicable a lo femenino, no quiero que alguna feminista radical me tire tapones manchados por la calle...)porque ya se encargan otros de cobrar dinerales a los pobres incautos que van a tus clases, compran tus libros, o asisten a tus congresos, y que creen que están siendo ungidos con un extra de sabiduría que nadie más que ellos tiene. 
    - Te invitan a todo: Entradas para pre estrenos de películas y de obras de teatro super vanguardistas y con mogollón de simbología social, inauguraciones de restaurantes, meriendas y cafés en tertulias para unos cuantos elegidos por la madre naturaleza,etc... Todo aquello que hay en tu ciudad o pueblo es gratis para ti, político, que a tu sueldo poco o nada merecido, has de sumar el ahorro de acudir a cosas culturales o sociales de tu interés, cosas para las que además no tienes que hacer fila con el resto de los mortales y a las que puedes acceder por puertas traseras y laterales de emergencia que solo tú tienes derecho a usar, y que en caso de incendio serán siempre tu salvación al ser tú el primer candidato a salir por ellas. 
      - Te codeas con la flor y nata de la sociedad: Cuando eres político, cambias de amistades porque así tiene que ser, ya que estás en un estrato superior, y el pueblo mundano ya no es tu medio natural. Olvídate de las tertulias en el bar de siempre y de las sobremesas con la gente cutre y fea con la que hasta el momento te has estado moviendo porque, cuando eres político, tienes que ir con gente fetén, y adoptar sus buenas y finas costumbres, como son, blanquear dinero, esnifar polvo blanco en los descansos de los mitines y actos oficiales, pedir el catálogo de prostitutas con clase del lugar, usar de silla a los miembros del pueblo llano que andan por los alrededores, etc... Nunca es tarde para escalar en la pirámide social, y cuando eres político es completamente obligatorio hacerlo para no acabar siendo un político disidente y un rebelde candidato a que le hagan "un Kennedy" en toda regla. 
    - Tienes poder: No importa si eres un polítiquito de algún pueblo pequeño o si eres el pedazo de Presidente del país, porque sea como sea, tienes poder. Tus deseos son órdenes para mucha gente, y lo que tú dices es verdad aunque sea mentira, y, además,  se hace sí o sí, por tus cojonazos...
     - Te vuelves gilipollas: Tenlo claro. Por muy normal que hayas sido, al final te vuelves gilipollas. Sí o sí  
                                                               INCONVENIENTES DE TENER UN CARGO POLÍTICO
        - Tienes que sonreír a gente que desprecias: No importa el asco que te den algunas personas ni lo que sepas que han hecho o han dicho a tus espaldas, has de sonreírles como si no hubiera un mañana y punto. Labordeta solo ha habido y habrá uno, no te creas que ese va a ser tu caso, y si eres un político has de poner tu mejor sonrisa a gente que te da ganas de ponerte a fumar maría en un rincón. No puedes permitirte el lujo de mandar a la mierda a nadie ni de soltar algún bufido o zarpazo, porque tus contrarios siempre están ahí, estudiando tus movimientos, para usar el mínimo signo de humanidad por tu parte para dar el chivatazo a la prensa y verte en portada al día siguiente gritándole a alguien con una foto tuya sin photoshop
      - Te tienes que tragar coñazos tremendos: Esos premios al voluntario lacrimógeno del año, esos vídeos de la seguridad vial moderna, ese coloquio de la asociación de afectados de lo que sea de turno y los monólogos egocéntricos hasta la nausea de sus dirigentes y fundadores, esas inauguraciones de museos coñazo que solo tienen tres cuadros abstractos que no los entiende ni su puta madre, esos foros de quejas vecinales en los que la del quinto se queja de que su cuñada no cobra no se qué prestación que sí que cobra la del tercero, etc... Si eres político ya te puedes preparar para tragarte coñazos como un truño de caballo de grandes, y ya puedes ir asumiendo que lo único que te van a poner en todos ellos es una botella de agua y una copa para que te creas que estás bebiendo algo mejor.
      - Tu vida familiar se resiente: Cuando eres político no tienes tiempo para la familia, si es que la tienes, claro, y llega un  momento en el que llegar a casa y encontrarte con tus hijos durmiendo, la parienta o esposo en bata y cara de mala leche en el sofá, y la comida del chino o la hamburguesería de la esquina fría y medio comida por las moscas que han ido entrando en tu casa a lo largo de todo el día, se te hace cuesta arriba que no veas, y por eso empiezas a entenderte con algún asesor o asesora guapo de tu equipo más de lo normal, o con la fulana popular del medio en el que te mueves diariamente ( o el fulano... ojo...) 
    - Las puñaladas traperas están a la orden del día: Cuando eres político llevas la espalda agujereada de tanta puñalada trapera que te meten diariamente, más que nada porque nadie se atreve a decirte las cosas a la cara, y porque todo el mundo quiere tu puesto, ya sean tus contrarios o tus amiguitos del alma. Tú vas a un fisioterapeuta de calidad, pero éste, que también te tima y te cobra el dinero sabiendo que no puede hacer nada por ti porque lo tuyo no es una cuestión muscular,se dedica a aguantarte los tres cuartos de hora que está contigo, y a pensar mientras tanto en lo que va a comprar para cenar esa noche.
      - Eres un elemento más de la secta: Cuando eres político no eres independiente, olvídate de eso, y tu partido, ese que te ha puesto ahí y que te lo recuerda cada día por si te olvidas, es una secta de grado superlativo, y en ella no puedes tener ni opinión ni pensamiento propios. Tú te debes a tu secta, perdón, partido, y tienes que asistir a todos sus rituales nocturnos y satánicos, hacer las rosca a los fundadores y dirigentes, que para eso son tus dueños, esos que han pagado por ti, y decir lo que te digan que digas.
    - Te culpan de todo lo que sale mal: No importa que hagas mil cosas bien, (jajajaa, perdona, no creo que llegues nunca a hacer mil cosas bien, la verdad ), porque en cuanto hagas una cosa mal, te van a caer ostias hasta en el carnet de identidad. Los habitantes del pueblo o ciudad en el que vives y politiqueas, los dirigentes de tu secta, tus contrarios, tus detractores, aquellos que sienten que no les has hecho los favores que les debías,  tu parienta o esposo, tus hijos, las maestras de tus hijos, etc... todos harán fila para darte bien en tu cara bonita, y para mancharte el traje de lo que sea que lleven en las manos en esos momentos, no lo olvides...
      Bueno, espero que esta lista sea del agrado de todo aquel que esté pensando en tener un cargo político, y que le ayuda a decidirse, si es que no lo tiene claro ya, porque se supone que los aspirantes a políticos son personas seguras y decididas... o no? Hasta otra, lectores viciosos!!

Ventajas e inconvenientes de tener un cargo político

jajajajjajajajajaj!! venga, que hemos traído unos bates de beisbol, y así luego te damos un poco pal pelo...


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