Revista Economía

Ventas de vehículos nuevos en su peor nivel desde hace 11 años

Publicado el 11 marzo 2014 por Torosentado
El mercado automotor se derrumba y las señales de recuperación ni siquiera asoman en el horizonte. La situación es tal, que las ventas de carros nuevos están en su peor momento desde hace 11 años.
Entre enero y febrero de 2014 apenas se han comercializado 1.538 cero kilómetros, según los datos de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez). La cifra representa un 88,7% menos que en el mismo lapso del año pasado, pero además es el peor registro desde 2003.
En los dos primeros meses de ese año en el que la economía resentía los rigores del paro petrolero, las automotrices vendieron 8.212 vehículos, esto es, 6.674 unidades más que las comercializadas en el mismo lapso de este año.
Al detallar el informe de Cavenez se comprueba que los números de algunas ensambladoras hablan de empresas paralizadas. Ford Motor apenas vendió tres unidades en los dos primeros meses del año, Chrysler 12 y General Motors 91 autos.
Esta crisis se explica por el desplome de las ensambladoras y la errática política de importaciones aplicada por el Gobierno nacional en los últimos años.
En enero pasado -último dato disponible- las siete ensambladoras privadas instaladas en el país apenas armaron 296 carros para dibujar un declive de 84,78% con respecto a enero de 2013. El reporte de Cavenez muestra que sólo dos plantas reanudaron su producción en el primer mes del año.
La parálisis en la liquidación de divisas registrada desde octubre del año pasado impidió a las ensambladoras ordenar pedidos de material de ensamblaje a sus casas matrices y las compañías ahora sólo se concentran en dosificar el poco inventario que disponen.
Toyota de Venezuela, una de las dos automotrices que había iniciado producción en enero, paralizó "indefinidamente" sus operaciones el pasado 13 de febrero. Otras, como Ford Motor, reactivaron las líneas de ensamblaje el mes pasado, pero las labores de producción se redujeron a tres días a la semana para aplazar lo más posible una eventual paralización forzosa.
De acuerdo a fuentes ligadas a la industria automotriz la deuda con las casas matrices es de 1,8 millardos de dólares y sin un compromiso de pago por parte del Ejecutivo nacional, las ensambladoras difícilmente podrán reanudar los pedidos de material de ensamblaje.
El cierre de las importaciones
El boletín mensual de Cavenez también confirma que la importación está cerrada. De los 1.539 carros vendidos en los dos primeros meses del año, apenas 20 son importados.
En 2009 el entonces ministro de Comercio, Eduardo Samán, afirmó que las divisas obtenidas por la venta de petróleo "no las podemos quemar comprando carros". En ese momento la afirmación se entendió como una medida coyuntural para el sector ante la caída de los precios del petróleo.
Sin embargo, la decisión se confirmó como una política hacia el sector automotor. A partir de ese año, buena parte de las licencias de importación que aprobó el Ejecutivo nacional quedaron supeditadas a la firma de acuerdos comerciales suscritos por el Gobierno nacional con países aliados como Ecuador, Argentina y China.
Esta estrategia condenó a la mayoría de las casas importadoras tradicionales. Distribuidores de marcas como Fiat, Nissan o Renault, entre otras, no poseen vehículos. Pero, incluso, la empresa Distribuidora Universal Kia, una de las beneficiadas de la política aplicada desde 2009, en los dos primeros meses del año apenas ha vendido dos automóviles.
Otra empresa como Civetchi, la cual posee una alianza con el Estado y es la responsable de importar las marcas Haima y Dongfeng, tampoco ha recibido licencias de importación para traer carros este año.
"Tanto en el 2013 como en el presente año no se nos han aprobado más licencias de importación por el tema de divisas", informó la empresa el pasado 13 de febrero a través de su cuenta en Twitter.

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