Revista Viajes

Veoveo: el libro o la vida

Por Marikaheiki

Algunos toman vacaciones para escribir. Yo, en cambio, las tomo para no hacerlo, porque en la grandísima espiral de palabras noté que se me perdía una pieza, una cuerda vocal, una nota, la voz. La ciudad pasa a un segundo plano y entonces surgen, como del humo, recuerdos de lugares de los que nunca he hablado, ni siquiera conmigo misma. Después de los viajes largos – o intensos, la cantidad de horas muchas veces es un factor sin importancia- simplemente llega un momento en el que todo lo vivido se guarda bajo llave en un cajón secreto sepultado por el andar de los días tranquilos.

Pero encontré la llave. O no, más bien, forcé la cerradura.

Ninguno de los relatos que vienen fueron escritos en el lugar original. Algunos provienen de sueños que tuve luego, chispazos de luz entre conversaciones, reflejos en el lago.  Muchos de ellos traspasan esa línea tan fina entre realidad y ficción, pero déjame que te diga que ninguna de nuestras historias relatan lo que vimos, sino lo que creímos ver. Viajar, al fin y al cabo, no es más que un ejercicio de imaginación en el que cerramos los ojos y por fin vemos lo que nunca antes supimos ver.

***

Los libros son inherentes al viaje. Antes de partir puedo invertir semanas en elegir cuál será aquel que me acompañe, consciente del poder que un texto puede tener para cambiar la percepción de los lugares a los que haya de arribar. Al viaje en Europa, Ana Karenina. Todos esos trenes cogidos al vuelo no hacían sino anticipar el exabrupto final que Tolstoi imaginó para su heroína. A Marruecos, La montaña mágica, el cual nunca terminé, quizá porque sin el desierto las palabras de Mann no tenían el mismo significado y perdían toda su fuerza. A los mares del Sur, La rebelión de Atlas. Había estado buscándolo aproximadamente dos meses antes de dar con él en una librería sevillana. Llamé y me lo enviaron. Olí las páginas nuevas: edición argentina, papel ultraligero, casi de Biblia. Porque Biblia sí fue, durante los años en los que los States se construían como bandera y lucha del individualismo y el neoliberalismo. Biblia si fue, también durante mi viaje, otra vez los trenes y los libros encontrándose en un punto movible, una especie de santuario en el que las historias se hacen creíbles, porque la velocidad inhibe la conciencia de existir y de estar vivos, y viceversa. Entonces las palabras de Ayn Rand me llegaban como ecos y me hacían revisar uno por uno los principios sobre los que había sustentado toda mi existencia. De ello me di cuenta durante las ocho horas en las que un tren de pasajeros, que seguramente ya funcionaba hace veinte o treinta años, sin que se hubieran hecho cambios estructurales ni decorativos visibles, recorría los casi seiscientos kilómetros que separaban la capital de Indonesia, Jakarta, se su capital cultural. Lo que ocurrió en ese tren, ya lo he contado. Lo que no he contado nunca es esa especie de rebelión en la que me vi envuelta al regresar del viaje, sin haber llegado siquiera al epicentro del libro y sin –ni mucho menos- haber conocido, como me proponía, en profundidad las islas que forman el archipiélago indonesio.

En retrospectiva, me pregunto: ¿fue el libro, o fue el viaje lo que me cambió tanto? Y más allá: la falta de uno –libro o viaje, indistintamente-, ¿en qué medida habría configurado un viaje distinto y/o un porvenir distinto del que ahora estoy viviendo?

En pensamientos de este tipo me meto los domingos…

Este post forma parte de la serie de veoveos que llevamos practicando ya algunos meses en grupo. Si quieres saber más o si quieres leer algunas dinámicas creativas, ¡bienvenido/a!

Para leer otros veoveos de este mes: Con los pies sobre la tierra | Rincones Color | Ir Andando | Apuntes Ideas Imágenes | Paper Versos | Planeta Tour | Camino Mundos | Rumbeando por ahí | Cuerpo Sentido | Prometeo Poeta | Caminando por el Globo | Babelia Heterogénea | Aprendiendo a ser | Charlas y Caminatas | La Otra Ciudad | Mi vida en una mochila | Magia en el Camino | Creando Felicidad |  Titín Round the World | Aby Viajando | Qué memoria la mía | Soñando por el mundo | Dale Viajá | Facundo en el mundo | Luna Lunera | Mi Haelo


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