”Te veo significa: veo tu alma, tu verdadera esencia. Veo quien eres realmente. Te respeto, te saludo, te honro, te reconozco, te recibo.Me conecto contigo.”
Pensando sobre ello me dí cuenta de dos matices. El primero, es que “vernos”, aquí en la Tierra significa otra cosa. Significa pasar tiempo con otros: tomar algo mientras hablamos. Vamos, para desconectar; lo que parece justo lo contrario a lo que propone la película, porque ultimamente conectar supone darse demasiado, y cuadrar agendas se hace complicado. Estamos demasiado ocupados.
Desde hace tiempo, y gracias a una conversación pasada por agua, llegué a la conclusión de que no me interesan ya las conversaciones banales sobre el tiempo atmosférico, quiero hablar de cosas que de verdad tengan que ver contigo, o conmigo, que nos toquen.
Para vernos.
No quiero perder mi tiempo libre, y menos la oportunidad de perderme aquello que quizás me puedes ofrecer o yo te pueda dar.
Pero contra todo pronóstico el problema no está ahí, si no cuando sin ser muy conscientes y sacando tiempo, no nos dejamos de ver. O nos mostramos como no somos, que es lo que suele pasar a diario. Nos ponemos las botas y la pistola y salimos a la batalla. A una batalla que no tiene ningún sentido, porque si aquello hubiese sido un duelo, tendría que haber sido en el Oeste y no en el centro, habríamos quedado al amanecer y no por la noche, y ambos deberíamos de haber llegado a caballo y no andando.
Cada día noto que necesito más de esa conexión. Porque con ella, consigo unirme un poco más a mi misma y a mi entorno, y porque solo estando conectados, puede haber esa transmisión y puedo ver quién eres tu, dejándote que me veas, sin escudos ni caretas. Esas que hacen, que una conversación en un bar cualquiera se convierta en la peor cita de la historia porque no lleguemos a vernos, nos deje mal sabor de boca, y aun así tengamos ganas de repetir para quitárnoslo.
A veces pienso que es debido a que nos vamos haciendo mayores, que las heridas y las arrugas nos pesan. Y a veces, demasiado. Que el tiempo pasa y aprovecharlo solo depede de nosotros, de nuestra valentía, y nuestra capacidad de abrirnos a esa conexión.
Otras veces, la mayoría, sólo es estar predispuesto, dar el brazo a torcer y dar un paso sabiendo lo que ocurrirá, dejar el chaleco, la pistola y las balas en casa y acudir a la cita habiendo tachado compromisos o simplemente priorizado actividades.
Con el pecho al decubrierto.
Dispuesto a conectar y que se conecten. Para vernos.