
… ahora, en verano, en Córdoba, el ocaso es un alivio. Aunque a decir verdad, la mayoría de las veces ni eso.Cuando en esta Ciudad, sus calles parecen veleros al viento (“cálido” por supuesto)


… cuando el agua es refugio

… se alargan las sombras

… las farolas no se apagan nunca
.. Y llegan a tu correo los chistes veraniegos
Es hora de atrincherarse. O mejor aún, perderse hasta el fin del estío.
Y sí, lo he decidido, pienso perderme para volver a encontrarte
… nos vemos en septiembre.
