Que los veranos son cada vez más tórridos, muy a pesar de lo que dijese el primo de Rajoy, es una evidencia.
Tanto, que en Madrid, algún edificio se vio afectado hasta el punto de semiderretirse...
Bromas aparte: la foto muestra la tela que recubre la obra de fachada, de lo que antaño fue el edificio de la tabacalera de Madrid, un lugar destinado, desde su abandono y hace años, a dar cabida a determinados movimientos culturales juveniles.