Revista Literatura
Cada díame acerco más a mi esqueleto.Se está asomando con razón.Lo metí en buenas y en feas sin preguntarle nada,él siempre preguntándome, sin vercómo era la dicha o la desdicha,sin quejarse, sindistancias efímeras de mí.Ahora que otea casiel aire alrededor,qué pensará la clavícula rota,joya espléndida, rodillasque arrastré sobre piedrasentre perdones falsos, etcétera.Esqueleto saqueado, prontono estorbará tu vista ninguna veleidad.Aguantarás el universo desnudo.