Revista Comunicación
¡SALVE, CÉSAR!
data: http://www.imdb.com/title/tt0475290
Simpática. “¡Salve, César!” no será “la” película de los hermanos Coen, seguramente. Pero funciona. Hace reír y nos guiña desde las pantallas, con algunas leyendas urbanas de Hollywood. Hace un tiempo, de esa pequeña aspiración estaba hecho el cine. Y “¡Salve, César!” echa una mirada a esa época, a un supuesto estudio que alberga, en forma esquizofrénica, una épica bíblica, un musical, un drama (un real drama) de la vida real, una película de cowboys, una cinta de nado sincronizado. Seamos sinceros: ¿quién puede ser normal en un lugar así?
Los hermanos Coen observan esa época con esa tomada de pelo característica de su cine. Esa cosa de no tomarse demasiado en serio la vida, de burlarse del patetismo de los seres humanos cuando intentan ser importantes y, a la vez, de mirar con cierta indulgencia tristona esos vanos intentos por trascender. De esas mínimas historias está constituida “¡Salve, César!”, segmentos en los que la película que está siendo filmada se mezcla con la propia historia de los protagonistas. Guiños cinéfilos esparcidos en la trama, a diestra y siniestra, para los que lo sepan (y quieran) interpretar.
El personaje clave es Eddie Mannix, el directivo del Estudio Capitol que tira de los hilos, tras bambalinas, para sostener el circo cotidiano. Un hombre de familia incansable, que se confiesa diariamente, con una carga de culpa por no llegar a tiempo a cenar a su hogar o por romper la promesa de dejar el cigarrillo que le ha hecho a la esposa. Un tipo que tiene la posibilidad de salir de esa industria para ir a otra mucho más tranquila y con una oferta. Y sin embargo duda. Duda porque está hecho para mantener en funcionamiento la maquinaria de sueños, aunque eso implique abofotear a una estrella de cine que se le ha subido los delirios a la cabeza.
Además, Eddie Manix es personaje un personaja estructuralmente vital, porque es quien une los distintos segmentos y evita que el guión se reduzca a un simple rejunte de gags.
“¡Salve, César!” tiene un elenco estelar, estrellas que vienen a divertirse a la hora de filmar. Todos tienen su momento para lucirse. Pero elegimos a este puñado: Josh Brolin como Mannix; Frances McDormand como la montajista a punto de ahorcarse; el musical gay de Channing Tatum; Alden Ehrenreich como el cándido vaquero; George Clooney recitando como soldado romano.
Si quiere reírse, ya sabe para dónde tiene que apuntar este fin de semana.
Mañana, las mejores frases.