Tras el final de la Cumbre de Singapur, donde Donald Trump y Kim Jong-un firmaron un acuerdo para el desarme nuclear de la península coreana, se generó una gran expectativa por cambios en Corea del Norte, el país más cerrado del mundo.
Trump aseguró que se ocupa de otras cuestiones con el líder de Corea del Norte, haciendo hincapié en que la persecución de los cristianos se mencionó en la reunión y que “las cosas van a suceder”.
Esta declaración fue vista por muchos líderes cristianos como una señal de que las oraciones que hacen muchos años sobre el tema serán contestadas en breve. Algunos recuerdan que existen profecías sobre un avivamiento en la región, lo que no sería menos que un milagro.
El pastor filipino Jerome Ocampo, que comandó la Conferencia de Oración del Despertar, de Corea del Sur, cerca de la frontera con la del Norte, recuerda que cientos de jóvenes líderes de diferentes naciones clamaron a Dios por la reunificación de la península coreana. El evento fue en 2016 y él cree que mucho de lo que estamos testificando ahora eran pedidos de intercesión.
Ocampo, que lidera el ministerio “Jesús Revolution”, con fuerte énfasis en la intercesión, cree que la cumbre de Singapur abrirá el camino hacia un propósito divino en Corea del Norte. Por eso, está pidiendo a los cristianos de todo el mundo que continúen orando por la reunificación de aquellos países y para que los creyentes norcoreanos tengan libertad de practicar su fe.
La historia registra que ocurrió un gran avivamiento en la capital norcoreana de Pyongyang en 1907. Más de un siglo después, el lugar hoy es el centro de uno de los regímenes que realiza la peor persecución del mundo al cristianismo.
En su libro autobiográfico, el misionero norcoreano Kwang Choi relata que en la década de 1950, cuando terminó la guerra de Corea, resultando en la división del país en dos, comenzó la persecución. El norte quedó en la mano de un gobierno comunista que acusaba a los cristianos de ser espías de EEUU. Misioneros extranjeros fueron expulsados y se construyeron los primeros campos de prisioneros, a donde los cristianos siguen siendo llevados hasta hoy.
Para Choi, es increíble que todavía existan cristianos en el país, después de más de medio siglo de intento de exterminio de la religión.
Sueño profético
Este es uno de los motivos por los que diferentes líderes cristianos creen que el mundo testificará pronto algo milagroso en Corea del Norte, que impactará a muchas naciones.
El pastor Ocampo compartió también que Dios le dio un sueño profético dos semanas antes de la conferencia de 2016. En él, Kim Jong-Uno decía que deseaba ser recordado como el líder que reunió a Corea del Norte y del Sur.
El líder de intercesión cree que Jong-Un es diferente de su abuelo y su padre, que lideraron a Corea del Norte por décadas con mano de hierro. “Vamos a orar por ese cambio. Que Dios puede traer el cambio. Vamos a ver pronto una Corea reunida. Pyongyang va a acoger a los creyentes y vamos a ver a Dios manifestando su gloria de una nueva manera, en un avivamiento sobre Corea “
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“Veremos a Dios manifestar su gloria en Corea del Norte”, afirma líder de intercesión