Vergonzoso evento del Ayuntamiento de Madrid.

El Ayuntamiento de Madrid vuelve a mostrar su sectarismo en lo que concierne el conflicto árabe israelí y para ello utiliza una excusa aparentemente “solidaria”.

Excediendo las competencias municipales que nada tienen que ver con la actividad diplomática o la labor del Ministerio de Asuntos Exteriores, el decadente ayuntamiento de Madrid, bajo el dictado de la organización radical Rescop que no reconoce el derecho de Israel a existir, ha organizado una “carrera solidaria” con la excusa del derecho al retorno de los palestinos, curiosamente lo mismo que reclama Hamas todos los viernes en sus violentas manifestaciones fronterizas y que ya ha ocasionado varios muertos.

Para ello, en su breve escrito, el Ayuntamiento de Madrid recurre a imprecisiones históricas o, directamente, mentiras y falsedades:

Por ejemplo, no fueron “expulsadas 800.000 personas nativas de su tierra en 1948 para facilitar la creación del Estado de Israel.”, la cifra es menor y la mayoría de ellos no fueron expulsadas sino que se fueron muchas veces alentadas por sus propios dirigentes o huyeron en una situación de guerra (iniciada por el bando árabe).

En cuanto a la legalidad internacional no está de más recordar al Ayuntamiento de Madrid  que la parte árabe directamente rechazó la Res. 181 de 1947 que les concedía su propio estado para declarar la guerra al recién nacido estado de ISrael, como tampoco está de más recordar que tambien rechazaron vehemente la Res. 242 cuyo cumplimiento exigen ahora pese a que ellos mismos, curiosamente, no cumplen esa resolución.

Eso por no mencionar que lo que Rescop denomina derecho al retorno solo es un eufemismo para la destrucción de Israel mediante el ingreso en el país de millones de árabes nacidos fuera. Personas que de no ser consideradas palestinas no tendrían ese derecho al retorno.

Por otra parte extraña la necesidad de “visibilizar la situación del pueblo palestino”, uno de los pueblos más mediáticos  del panorama informativo internacional.

Todo un despropósito del Ayuntamiento de Madrid, gobernado por la izquierda radical que no duda en unirse al aquelarre contra la única democracia de Oriente Medio.

Una verguenza.