En el primer trimestre de 2011 el empleo público creció en España en 31.600 personas. Parece que se debió, en gran parte, a que los gobernantes locales y regionales colocaron a “los suyos” antes de perder las elecciones del 22 de mayo. ¡Qué vergüenza, qué asco! ¿Será posible cambiar esto alguna vez? Lo peor del caso es que se sabe pero no pasa nada. Si no fuera porque soy viejo, me marcharía de este país de mangantes.