El Diccionario de la Real Academia define "vergüenza", en su primera acepción, como turbación del ánimo, que suele encender el color del rostro, y está ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena. No dice que sea un sentimiento, y como tal, íntimo y estrictamente personal. Con el tiempo, la edad y cierta experiencia creo que he sido capaz de dominar en parte ese sonrojamiento del que habla la Academia; sin embargo aún no puedo evitar la turbación que me producen algunas acciones propias o ajenas. Uno de mis profesores universitarios, el filósofo y académico Emilio Lledó, diferenciaba muy bien entre "íntimo" y "personal", cuestiones ambas que remiten al mundo de la ética, de la moral o de la psicología; en ninguno de ellos soy experto, así que me abstendré de profundizar sobre el asunto. Frente a ese mundo se alza el del Derecho, público -de todos- por principio. O el de los derechos humanos, inalienables, intrínsecamente unidos a la libertad del hombre, tal y como vienen definidos por la Declaración Universal de Naciones Unidas, o por la propia Constitución española. que, en su artículo 20.1, reconoce y protege el derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción, y en el 21.1, el derecho de reunión pacífica y sin armas.
En mi anterior entrada del blog hablaba del cinismo de los dirigentes del PP, que alaban o menosprecian esos derechos según como les vaya en la misa que estén tocando en ese preciso momento. No me gustaría caer en el mismo error. Pero sí dejar constancia del sentimiento de profunda vergüenza que me embarga y conturba el ánimo cuando veo personas a las que admiro, como los actores Alicia Hermida o Willy Toledo, defender públicamente posiciones contrarias al más elemental sentido común y decencia política en lo que se refiere a la dictadura castrista.
Si hace unos días les invitaba a conocer, leer y compartir el blog de la cubana Yoani Sánchez, hoy les invito a hacer lo mismo con el de Claudia Cadelo, otra cubana que desde dentro de Cuba, defiende con peligro de su propia vida, por lo menos de su seguridad personal, la libertad de pensar, de expresarse, de ser, de "todos" los cubanos. Pueden leer aquí la noticia a que hago referencia en El País de ayer [Manifestaciones contra el "acoso mediático" al régimen cubano en varias ciudades españolas. EL PAÍS - Madrid / ELPAIS.com - Internacional - 25-04-2010]. Dice así: Más de un millar de personas defienden en Madrid la "dignidad" del régimen de los Castro. Varias ciudades españolas, entre ellas Barcelona, Madrid y Sevilla, han sido escenario hoy de manifestaciones a favor del régimen castrista y contra el "acoso mediático" que sufre, convocadas por decenas de organizaciones. Las marchas, convocadas bajo el lema "Cuba no está sola", han arrancado a las 12 del mediodía y según los convocantes, pretenden responder a las "fuertes críticas" que el Gobierno de la isla caribeña está recibiendo por parte de los medios de comunicación.De hecho, los periodistas -y también la "gusanada" de Miami- han sido el blanco de algunas de las consignas lanzadas en la protesta de Madrid. Allí, más de un millar de personas han recorrido entre banderas de Cuba, enseñas republicanas y del Partido Comunista el trayecto que separa la glorieta de Bilbao de la plaza de Colón. Además de "vosotros fascistas, sois los terroristas", los manifestantes han gritado eslóganes como "qué tendrá Fidel, que el capitalismo no puede con él" o "Cuba es y será, ejemplo de dignidad".La protesta estaba encabezada por una pancarta del Movimiento de Solidaridad con la Revolución Cubana en la que se defendía la continuidad del régimen "por un mundo mejor".La coordinadora del movimiento, Alicia Hermida, conocida por su papel de Valentina en la serie Cuéntame cómo pasó, explicó en rueda de prensa el pasado viernes que la manifestación tenía el objetivo de dar voz a "aquellos que conocen profundamente la realidad de Cuba y que no están presentes en los grandes medios de comunicación", según informa Europa Press. Hermida se refirió también a la muerte del disidente Orlando Zapata y aseguró que "había sido inducido a convertirse en un héroe, en un símbolo y mártir con su muerte" por parte de la disidencia cubana.Zapata se convirtió el pasado mes de febrero en un nuevo símbolo de la lucha contra el régimen de los Castro, al morir tras una huelga de hambre de 85 días. Su fallecimiento hizo arreciar las críticas internacionales al Gobierno de Cuba y llevó a otros presos disidentes a imitar su protesta. Hermida y el actor Willy Toledo han leído un manifiesto al concluir la protesta. Sean felices. Tamaragua, amigos. HArendt