Una de las mayores bajezas realizadas por el gobierno de Pedro Sánchez ha sido restituir la dignidad de Luis Companys, que fue durante la guerra civil de 1936-39 presidente de la Generalitat de Cataluña, probablemente el peor asesino en serie que haya presidido un gobierno en España. Tamaño despropósito lo hizo Sánchez no por convencimiento, ni aportando pruebas, sino únicamente como sumisión y tributo al gobierno delincuente de Quim Torra, que viola la Constitución y conduce a Cataluña hacia la confrontación con España. Salvar a Companys pasará a la historia de los gobiernos de España como uno de los mayores, más injustos y más necios desatinos, un "merito" más entre los muchos que ya tiene Sánchez como presidente indigno de España. Quien defiende a un asesino se convierte en cómplice y se impregna de sus crímenes. ---
Companys fue simplemente un gran asesino, al que es justo atribuirle al menos 8.500 asesinatos, la mayoría de ellos católicos, a los que odiaba. Haber restituido su dignidad es una bajeza sin paliativos.
Los rebeldes de la Cataluña independentista, para vergüenza de todos y como muestra de su inmoralidad corrupta, han convertido en ídolo a Luis Companys, un ídolo con pies de barro y sangre envilecido por los crueles asesinatos y torturas al clero, religiosas y seglares católicos. Se le pueda atribuir una monstruosa matanza de 8.500 catalanes, sin sumar los que aún no están contabilizados porque es difícil demostrar la participación directa de Companys en sus muertes. Bajo su gobierno, además de crímenes y torturas, se cometieron profanaciones y sacrilegios que claman al cielo y una ingente destrucción de patrimonio artístico y cultural. El estado de terror que creó en tierras catalanas guarda gran similitud con el mal llamado Estado Islámico (ISIS), que decapita y tortura cristianos impunemente y lo arrasa todo con tal de esparcir su odio.
D. Javier Barraycoa, sociólogo y politólogo, ha tenido la intrepidez de denunciar estos sangrantes hechos en un libro “LOS (DES) CONTROLADOS DE COMPANYS”. La obra muestra magistralmente, con objetividad y realismo, la cruel verdad de la Historia y el atroz genocidio de católicos en Cataluña durante la Guerra Civil. Su juicio y condena a ser fusilado fue un acto de justicia incuestionable.
Uno de los comentaristas destacados de Voto en Blanco, que firma como Vanlop, publicó recientemente el siguiente comentario sobre el genocida catalán:
"El otro día afirmé que Companys era un asesino porque eliminó a uno para quedarse con una amante. Acabo de encontrar una referencia en un artículo. Copio. El corresponsal del diario El Debate en Barcelona, Enrique de Angulo, escribió (Diez horas de Estat Català) que, entre los documentos descubiertos a los golpistas, había una ‘lista negra’ elaborada por el ‘Capità Collons’, de nombre Miquel Badía, y de oficio, jefe de la Comisaría de Orden Público de la Generalidad, uno de los hombres de confianza de Companys. Y más adelante: Sin embargo, Badía no pudo dirigirlo, porque él y su hermano fueron asesinados en un crimen en el cual aparece Companys como impulsor (compartía amante con el ‘Capità Collons’), aunque el Frente Popular se lo quiso atribuir a los falangistas. El enlace es: https://www.libertaddigital.com/cultura/historia/2018-12-22/pedro-fernandez-barbadillo-las-listas-negras-de-catalanes-hechas-por-companys-86788/ Al parecer Badía era amante de Carmen, que debía ser una buena moza como para que Companys matara por ella. Aunque con un sicópata, nunca se sabe."
Algunos medios han condenado con gran dureza el perdón de Pedro Sánchez al asesino catalán. Uno de ellos le acusa de haberse convertido en cómplice de sus miles de asesinatos y otros muchos de someterse vergonzosamente a la exigencia del independentismo catalán, que había pedido con insistencia el perdón y la restitución de la dignidad de Companys, simplemente porque era presidente de la Generalitat, sin evaluar sus horrendos crímenes.
Francisco Rubiales