"Oigo el crujido del cráneo antes de que me salpique la sangre. Sofoco un grito y retrocedo hacia la acera. Uno de mis tacones tropieza con el bordillo y tengo que agarrarme al poste de una señal de «Prohibido aparcar» para no caerme. El hombre estaba justo delante de mí hace cuestión de segundos.
Estábamos entre un grupo de gente que esperaba a que cambiara el semáforo, cuando él bajó a la calzada antes de tiempo y fue arrollado por un camión. Hice un gesto para detenerlo, pero me quedé solamente con aire entre las manos mientras él caía. Cerré los ojos antes de que la cabeza desapareciera bajo la rueda, pero oí el ruido que hizo al reventar, como de descorchar una botella de champán.
Empecé esta novela un poco a ciegas sin saber que Colleen Hoover (Texas, 1998) es una autora bastante prolífica y muy conocida en el panorama literario actual (aunque curiosamente, en mi biblioteca no tenemos ni uno de sus libros), que escribe sobre todo literatura romántica, algunas juveniles. Aunque sí sabía que esta no era juvenil ni romántica, ahora también sé que “Verity, la sombra de un engaño” es su primer thriller que os adelanto no me ha parecido ni muy bueno, ni muy malo. Os cuento. . .
La trama a grandes rasgos sin spoilerLowen Ashleigh es una escritora de no demasiado éxito que, además de estar casi en la ruina económica, acaba de perder a su madre tras meses cuidándola, y hace cinco que tuvo que sacar de un lago el cadáver de su hija de ocho años. Ella misma, la propia narradora, comienza a contarnos su historia el día en el que se dirige a una reunión concertada por su agente literario con una editora importante. Un día que no puede empezar peor, de camino a la editorial, es testigo en primera fila de un horrible accidente que le salpica de sangre su camisa y la cara (ver primer párrafo elegido arriba). Si regresa a casa para ducharse y cambiarse de ropa, llegará tarde a la cita, pero entonces providencialmente aparece ante ella Jeremy Crawford, él también ha sido testigo directo del accidente y tras charlar un rato sobre lo que acaban de presenciar, le ayuda a limpiarse la sangre y le ofrece su propia camiseta. Se despiden, pero poco después se vuelven a encontrar, descubriendo que ambos se dirigen al mismo lugar, a la misma reunión.
Jeremy es el marido de Verity Crawford, una autora de novelas muy famosa que ahora está impedida en cama y no puede cumplir con su contrato, no podrá terminar los tres libros que le faltan de su serie. Amanda Thomas, la editora de Pantem Press, le propone a Lowen por petición expresa de Jeremy, que sea ella la que continúe escribiendo la inacabada obra de Verity, a cambio de una generosa cantidad de dinero,
Miro los estantes que contienen la serie de la que me haré cargo. Son nueve libros, de los cuales seis se han publicado ya y tres están pendientes. El título de la serie es «Las nobles virtudes», y cada novela se inspira en una virtud diferente. Las tres que han quedado para mí son el coraje, la verdad y el honor. Las seis novelas están en las estanterías, y observo con alivio que hay más de un ejemplar de cada una. Cojo uno de la segunda novela y lo hojeo.La vida de Jeremy tampoco pasa por su mejor momento, además de la desgracia de su mujer que recientemente ha despertado del coma tras estrellarse su automóvil contra un árbol, hace muy poco que también han muerto sus dos hijas gemelas, Chastin por un shock anafiláctico debido a su alergia a los cacahuetes y Harper ahogada en el lago. Solo les queda el pequeño Crew de cinco años.
A pesar de ser todo un poco sospechoso entre tanta desgracias y accidentes, Lowen acepta el reto y el ofrecimiento de pasar unos días en la mansión de la pareja, para poder investigar con tranquilidad, hojear las notas y todo el material terminado de Verity. El ambiente que se respira en la casa, así como la propia Verity, que puede comer, beber, mantener los ojos abiertos, pero no puede hablar, ni moverse, ni andar, es bastante estremecedor.
Levanto con lentitud la cabeza hasta fijar la mirada en el techo. Ahí está ella ahora mismo, en el piso de arriba, durmiendo, o comiendo, o mirando al infinito con sus ojos vacíos. La siento acechándome, contrariada por mi presencia.
Y para colmo, allí, en su despacho, se topa por casualidad con una autobiografía escondida e inédita escrita por ella, con este prólogo de presentación:
Una autobiografía escrita para caerle bien al lector no es una verdadera autobiografía. Nadie puede caerle bien a nadie, visto por dentro. La lectura de una autobiografía debería generar, en el mejor de los casos, una sensación de incómodo desagrado hacia el autor o la autora. Yo no os defraudaré. Lo que leeréis os sabrá tan mal en algunos momentos que querréis escupirlo, pero os tragaréis las palabras y se convertirán en parte de vosotros, en parte integrante de vuestras entrañas, y sentiréis dolor por ello.
Se alternan capítulos en los que Lowen narra cómo es su estancia en la casa, su interacción con Jeremy y el niño, el enamoramiento que empieza a sentir hacia el padre y que no puede evitar, el miedo, más bien el terror que le infunde la sola presencia de Verity y sus miradas de odio, que le hacen sospechar, dudar ¿estará fingiendo y enterándose de todo? Y luego están los capítulos de la horripilante autobiografía de esta y su macabro contenido.
Durante el cuarto mes de embarazo, empecé a desear un aborto espontáneo. Cada vez que iba al baño, rezaba por encontrar sangre. Imaginaba que, cuando hubiera perdido a las gemelas, Jeremy volvería a considerarme lo más importante del mundo. Me mimaría, me adoraría, me atendería y se preocuparía por mí, y no solo por lo que me pudiera estar creciendo dentro. Empecé a tomar pastillas para dormir cuando él no me veía y a beber vino cuando no estaba en casa. Hice todo lo que pude para destruir lo que iba a apartarlo de mí, pero nada funcionó. Siguieron creciendo.
¿Esconde algo Verity? ¿Qué descubrirá Lowen entre las páginas de ese manuscrito? ⠀
Puntos a favor y en contra de la novela ● Me atraen las historias que hablan del lado más oscuro de la maternidad, me llaman mucho la atención y suelo disfrutarlas, tanto las que se centran en niños-demonios, niños insufribles, como las que se enfocan en madres sin instinto maternal, totalmente desnaturalizadas, como es el caso. De hecho, esa es la parte que mas he disfrutado de esta novela (el único podría decirse), porque algunas cosas que Verity cuenta en su biografía son morbosas y espeluznantes. Lo que hay entre esas páginas, es ausencia absoluta de amor hacia unos hijos, odio hacia ellos hasta límites insospechados, son metiras tras mentiras para que el padre crea que es una buena madre y no sospeche nada.
Observando a Chastin mientras se alimentaba de mí, se me revolvía el estómago. No obstante, hice todo lo posible para que Jeremy no notara lo mucho que me repugnaba. Estoy segura de que a muchas madres les parecerá maravilloso. A mí me resultó muy perturbador.
● Los personajes no están mal, curioso que todos sean proclives a la tragedia crónica, a padecer una catástrofe tras otra en sus vidas. Enigmáticos y misteriosos, al menos los tres principales, Verity, Lowen, y Jeremy, pero el de Verity se lleva la palma. Por los detalles narrados en su autobiografía, conoceremos su verdadera personalidad oculta y desconocida incluso por el propio Jeremy. Conoceremos a una mujer mentalmente perturbada, sin empatía, manipuladora y cruel, retorcida e incluso psicótica, con un enfermizo amor-obsesión hacia su marido y unos también enfermizos celos que ya empiezan a brotar durante el embarazo y tras el nacimiento de las gemelas, ya que estas acaparan todo el amor y las atenciones de su marido.
Ya me preocupaba la perspectiva de tener un bebé y de verme obligada a tratar con cariño a lo único que Jeremy podía querer más que a mí. Pero de repente, cuando supe que eran dos, y que además eran niñas, ya no pude asimilar la idea de ser la tercera persona más importante en la vida de Jeremy. Todavía no habían nacido, pero ya me estaban robando cosas que antes eran mías.
El personaje de Lowen también tiene su tela, es una escritora compleja, asocial, siente animosidad hacia el resto de seres humanos, y siempre huye de los encuentros con sus lectores, de las entrevistas. Sabremos, por lo que nos cuenta, que de pequeña, su madre le tenia miedo la mantenía aislada del mundo porque desconfiaba de ella, tendréis que leer la novela para saber porqué.
Pero yo no empaticé ni conecté con ninguno, ni siquiera con la narradora de la historia, eso para mí os aclaro que es un punto a favor, no en contra.
● Me ha gustado encontrarme con una historia de obsesiones (la de Verity hacia su marido y la de Lowen hacia Verity según va descubriéndolo todo), de celos destructivos, de madres que no quieren ser madres pero que deciden serlo para no perder al marido, con una protagonista cruel, insensible y siniestramente psicótica.
Tras leer todos los libros de su serie, estoy empezando a comprender que la clave del éxito de sus novelas de suspense es su manera de escribirlas desde el punto de vista de la malvada de la historia. Estoy empezando a creer que Verity escribe desde el punto de vista del villano porque ella lo es. La maldad es lo único que conoce.
Pero el lado romántico y erótico me ha sobrado. Me ha sobrado la parte en la que Verity describe de cabo a rabo (nunca mejor dicho, jeje) el sexo con Jeremy, se me hizo pesada y repetitiva, aunque debo reconocer que no es demasiado rosa, ni empalagosa, ni cursi. La verdad que ahí se le ve el plumero a Colleen Hoover, se nota que está especializada en novela romántica, en este caso para nada juvenil, ya que hay variadas escenas de sexo explícito.
● No me ha parecido un buen thriller de esos increíbles, ni maravilloso. Tampoco malo, malísimo. Se lee bien y me ha enganchado bastante desde el principio, ya que el suspense se mantiene sin decaer en ningún momento. Es una lectura ligera, aunque a veces lo que encierre no sea ligero. Y la calidad literaria de la novela tampoco es que sea nada del otro mundo, ni la prosa de la autora, que es bastante sencilla, aunque correcta, eso sí, me ha sabido transmitir esa tensión que Lowen sentía a todas horas en la casa, sobre todo cuando Verity estaba cerca de ella, y he dudado y sospechado de todo como ella.Resumiendo: "Verity, la sombra de un engaño" es un thriller psicológico ameno, enganchante y siniestro, pero que de ahí no pasa, por más que haya disfrutado con sus variados giros, los abundantes “plot twist” (me he topado hace poco con la expresión, he tenido que buscar su significado y ¡oye, me ha hecho gracia!) y un final que en parte me olía, pero que no deja indiferente.
Los novelistas somos capaces de separar nuestra realidad de la ficción, de tal modo que nos sentimos como si viviéramos en los dos mundos, pero nunca en los dos a la vez.
Nunca se puede decir “de esta agua no beberé”, pero sospecho que no voy a repetir con la autora. Esta vez mi nota no es la máxima, para variar (dicho sea sin tono irónico):